Cheelv Visser

Nació bajó el nombre de Zenry, un ser un tanto amorfo sin sexo, con la capacidad de deformarse y expandirse como una plaga, un monstruo, sin embargo, aquel particular ser no fue visto como una abominación ú odiado por sus progenitores, al contrario fue amado.

Transcurrió algún tiempo y bien dicen; él mal nunca descansa, los viejos rivales nunca olvidan. Una gran batalla se libró contra Dogma, en el momento del ataque liderados por Zyrian, quien durante la batalla desvió la atención de su objetivo al verse mucho más interesado en la criatura.

Millicent, su madre y quien era el objetivo original de aquel grupo. Hizo hasta lo posible por protegerlo, protagonizando una ferviente disputa donde ninguno de los dos ángeles cedía, hasta que un tercero interfirió dañando de gravedad a la pequeña criatura. El enemigo se retiró al haber cumplido con su cometido.

La desgracia y él dolor asediaron, él pequeño payaso había perecido o eso parecía hasta que notaron algo inusual, se había transformado en una especie de crisálida de la que tiempo después surgieron tres pequeños, a quienes sus padres nombraron como; Tanizent, Robin y Cheelv.

Durante su niñez fue enamorándose y formando un sueño, sueño que hasta su adultez sería su gran anhelo, que no era otro más que encontrar el amor, un amor que se atreviera a superar la muerte y la intensidad del tiempo.

Pasó cerca de una década, en la que se había convertido en una muchacha joven y segura de sí misma. Hasta que fue conociendo el mundo, y todos los estándares que había sobre una mujer, todas aquellas “reglas” la fueron consumiendo poco a poco, al darse cuenta cuán importantes eran para él resto de personas, generando así en ella una inmensa obsesión por alcanzar la perfección absoluta, ya que creía que así conseguiría ser feliz.