𝕠𝕟𝕔𝕖 𝕦𝕡𝕠𝕟 𝕒 𝕥𝕚𝕞𝕖...

Scarlett es comúnmente conocida como la Bloodline Witch o Puppeteer debido a sus muy peculiares habilidades con la sangre. Dicha habilidad fue transmitida con el pasar de los años a cada nueva generación de la familia D'Rosso y más que un poder era considerado una maldición.
Sus habilidades son conocidas como “Técnicas de Sangre” en las que abarca muchas técnicas con distintas funciones y finés. Pero como antes se dijo, estos poderes son considerados una maldición en su linaje familiar ya que hacer uso de ellos provoca un daño progresivo en el usuario. 

El papel de la mujer era únicamente traer al mundo hijos que pudieran convertirse en sucesores de su familia, sólo los hombres podían acceder a la educación y la formación para convertirse en invocadores de sangre, pero Scarlett no estaba contenta con ello. Ella siempre tuvo un patrón diferente al de las demás niñas, no quería jugar con muñecas ni usar vestidos bonitos, en cambio prefirió salir con sus hermanos y explorar el mundo exterior, saciar su curiosidad y demostrar su fuerza para descubrir de qué podía ser capaz.
Ser quien rompe ese patrón marcado la convirtió en el centro de atención, no faltaron los problemas y las miradas de desaprobación. Su padre no aprobó esta etapa rebelde y no perdió la oportunidad de recordarle a Scarlett su lugar y lo que su imprudencia afectaría a la reputación de la familia.
Aun así, no podía renunciar a su sueño, no se convertiría en una simple incubadora para vivir infeliz con un hombre que no la ama, como su madre. Scarlett se convertiría en una invocadora de sangre para que aprendieran a valorarla como mujer y finalmente viajar por el mundo como ella siempre había anhelado. 
Se presentó una oportunidad única para ella, su deber era demostrar su potencial y fuerza para que el Director Bastián de la Academia le diera autorización para entrenar y convertirse en una Maestra de sangre. Afortunadamente, el director habló con el consejo y logró abrir una vacante para Scarlett en su institución.
A pesar de estar feliz por este nuevo logro, estaba algo asustada, sabía que le aguardaban años de arduo entrenamiento y ser la primera mujer en llegar al poder en una familia conservadora y misógina era el verdadero desafío. Cuando ingresó a la academia, entendió que esos temores eran ciertos, muchos hombres querían socavar su autoridad, invalidar sus conocimientos y en repetidas ocasiones intentaron abusar de su poder para hundir su carrera. Todos los profesores la tenían en la mira, al menor error era severamente castigada con la excusa de educarla para ser una mejor luchadora.
Claramente Scarlett fue sometida a tanto maltrato injustificado que hizo de su estadía en la academia un viaje insoportable.
Su hermano mayor, un prodigio con habilidades nacidas para ser un invocador de sangre, siempre miró esta situación con lástima pero nunca se atrevió a ayudarla ya que al igual que otras personas, sostenía que su lugar no estaba aquí en la academia sino en su casa con su madre.
Finalmente, a través de los años y con el apoyo del Profesor Vorreant, su único amigo en todo este trayecto, logro pulir sus habilidades en el dominio de sus técnicas, igualando o incluso superando a otros estudiantes prometedores como su hermano. Este mismo, desarrollo un sentimiento de envidia y rencor por haberlo opacado, no pudo evitar sentir todas estas oscuras emociones en su corazón aun si se trataba de su pequeña hermanita, creando en el proceso una rivalidad no muy amistosa. 
Graduarse de la Academia no era recibir un diploma y apretón de manos, como el resto de las cosas en su vida conseguir el título de Maestra de Sangre era un privilegio y debías ganártelo mediante un torneo, Scarlett tendría que implementar todos los conocimientos adquiridos durante aquellos años en un combate mano a mano con el resto de los estudiantes... Lo que no se esperaba es que debía luchar con su hermano.