Yu RongPei [玉蓉珮]

Cuenta la leyenda que el emperador de jade se disfrazó de un mendigo, entonces suplico por comida a un mono, un chacal, una nutria y un conejo. El mono junto fruta de los árboles, la nutria cazo peces del río y el chacal robó una lagartija y una olla de leche cuajada, sin embargo, el conejo que solo podía juntar pasto, sabiendo que no podía ofrecer algo así a un humano, decidió saltar a la fogata que el hombre había hecho, ofreciendo su propio cuerpo. El conejo no se quemó pues el mendigo se reveló como el emperador de jade y, conmovido por el sacrificio del conejo, le dio la receta de la inmortalidad, convirtiéndose en el conejo de Jade, su imagen imprenta en la luna.

Habiendo sido favorecido por el emperador de jade, este conejo consiguió un cultivo lo suficientemente fuerte como para mantener una forma humana constante, instruido e inspirado por los conocimientos del emperador de jade, estableció lentamente su propia villa, en la cual se especializaron en la medicina y buscaban ayudar a otros tanto como pudieran, a quien fuera que lo necesitara.

Pero los humanos eran codiciosos y sintiendo la amenaza de estos, el líder de la villa, el gran conejo de Jade decidió quemar la fórmula de la inmortalidad y junto a sus descendientes movió su villa a las montañas, donde se esconderían de ahora en adelante. Claro, todos sus descendientes poseían su sangre inmortal, si ya eran inmortales desde nacimiento por supuesto que no les doliera tirar aquella fórmula al caño.

Sin embargo, los años pasaron y miles de rumores se esparcieron, la gente que codiciaba la medicina para la inmortalidad busco y busco, pensaron en cada posibilidad, en algún punto, debido a que el consumo de bestias espirituales era bastante normal, comenzó a expandirse el rumor de que una forma para volverse inmortal era comiendo el núcleo y la carne de aquellos míticos conejos.

RongPei nació cuando la villa ya estaba escondida y jamás había conocido gente de fuera de sus territorios o siquiera el mundo fuera de los límites que los sabios de la villa habían establecido, sin embargo, conocía bien a la gente de la villa, a todas las familias que vivían en ella, ya fueran gente que se había casado con descendientes del gran conejo de jade, familias de médicos que se habían establecido en la villa desde antes de que se escondieran u otros conejos que fueron ayudados a cultivar hasta poder tomar forma humana. Aunque era algo introvertido era bien conocido por todos, ¿Cómo no? todos los descendientes directos del gran conejo de jade eran bastante respetados dentro de la villa, solo ellos tenían sangre inmortal y eran considerados los líderes del lugar, el resto de las personas vivía y moría como gente normal y estaban bien con ello.

Era una vida tranquila, jamás perturbados por los asuntos del exterior, nunca conociendo enfermedad o hambre, aunque en general RongPei es fácil de intimidar… jamás había conocido el miedo real hasta que un grupo de gente encontró la villa.

Al parecer habían sido localizados hace un tiempo, les habían observado y contado, reunieron un grupo de gente interesada para que no hubieran problemas pero ¿Qué problemas podrían haber? Una villa de médicos que solo había intentado ayudar desde su creación, las armas que tenían eran para cazar, nadie sabía pelear. Una tarde en la que RongPei había ido a recoger unas hierbas particularmente difíciles de encontrar, aquella pequeña villa fue destruida, aquellos que no eran inmortales fueron asesinados y los inmortales… su familia era una historia diferente.

Cuando RongPei se acercó y escuchó los gritos de todos se asustó bastante, pero su primer instinto no fue huir de ahí… pensó en su familia y sus pies se movieron solos pues quiso acercarse a su hogar para encontrarles, realmente no sabía qué hacer, no creía poder hacer nada solo por lo que volvió a casa a buscar a su familia esperando a que lo guiarán, que alguien supiera qué hacer.

La escena que lo recibió vive en sus pesadillas: un grupo de gente cuyos rostros malvados y enloquecidos recuerda demasiado bien, sangre por todos lados, el sonido de huesos rompiéndose y carne rasgándose junto con los gritos agonizantes de sus hermanos, padres y tíos llenando sus oídos pero apagándose repentinamente una vez torcian sus cuellos o enterraban sus garras dentro de sus pechos, buscando arrancar los núcleos de sus agonizantes seres queridos. Por unos segundos no pudo hacer nada, ni gritar, ni llorar, ni temblar, ni moverse o siquiera pestañear, todo pasó muy rápido y muy lento, tortuosamente lento. No quería seguir mirando pero su cuerpo estaba prácticamente pegado en su lugar, muy pesado para moverse, muy frágil para hacer nada, no fue hasta que alguien noto su presencia que finalmente salió de su estupor, los ojos despiadados y animales de aquella persona le asustaron lo suficiente como para hacerlo reaccionar y RongPei finalmente huyó.

No recuerda realmente cuanto tiempo huyó, pero podría jurar que casi todo el tiempo había alguien pisando sus talones. No sabía a dónde ir, qué clase de lugar encontraría fuera de los límites, sus familiares siempre le dijeron que habían monstruos disfrazados de humanos paseando por el mundo y por eso debían esconderse en la vida y jamás lo había entendido hasta ese momento, pero ahora no tenía donde esconderse y había monstruos en todos lados, sus pies se dañaron del esfuerzo pero él no podía sentir ese dolor, no quería hacerlo, porque no podía detenerse por algo así.

En algún punto, se tropezó y cayó rodando hasta el pie de la montaña, entonces realmente sintió que su cuerpo no daba para más, no podía levantarse, no podía seguir huyendo… lo iban a matar. En aquel momento fue encontrado por Liang y Zhe, quienes daban un paseo por ahí y le salvaron de la persona que le perseguía, RongPei estaba demasiado asustado para siquiera hablar y muy débil para poner resistencia cuando fue llevado a la secta de Liang a ser atendido, todo lo que podía hacer era llorar y soltar súplicas varias que probablemente no hacían sentido, no podía escucharse a sí mismo, estaba demasiado agitado y aterrorizado, eventualmente, perdió la conciencia.

Actualmente vive en la secta de Liang y ayuda con sus conocimientos de medicina, es bastante cuidado por los demás por lo que está muy agradecido, al menos en ese lugar se siente protegido pero tiene un par de traumas de los que difícilmente podrá curarse(?)