Huérfano de nacimiento creció hasta los 13 años en una casa hogar para niños, dónde si bien no era infeliz o maltratado, nunca se sintió del todo comprendido y a menudo le pesaba la soledad. Sin embargo jamás le llamó la atención ser adoptado, puesto que las familias que llegaban eran demasiado diferentes a él. Esto cambió el momento en que se aparecieron un padre e hijo franceses y muy peculiares. Ese instante en que Duh puso sus ojos sobre ellos, supo que no querría una oportunidad que no fuese con ellos.
Actualmente vive muy feliz como el hijo menor de Vermont, adora con todo su corazón a su padre y a su hermano mayor y no hay un día dónde no busque hacerlos sonreir y hacerles saber cuánto los ama.