Alan McDonald

De primera impresión parece ser alguien del que uno se puede aprovechar fácilmente, pero si bien le cuesta no ser buena gente, tampoco es un estúpido y eso lo tienen más presente sus amigos, porque al final del día es alguien que sonrie y se hace el tonto pero ya sabiendo las intenciones de la gente. De sonrisa facil y bastante soñador, también, pues cree que metiendose a ser policia va a lograr un cambio significativo.. Más aun si lo han mandado a trabajar a una isla que está en la mierda de lejos. Al menos es el gotta go fast y corre.

-

-

Alan creció en la casa de campo de sus abuelos, y desde chiquito aprendió a negociar o en general ser avispado en cuanto a temas económicos gracias a acompañar a trabajar a su abuelo, mientras que su abuela le inculcó mucho el lado más amable. Con la combinación de la crianza de ambos, Alan creció creyendo que podía cambiar el mundo con las intenciones necesarias y también el esfuerzo.

Cuando se enlistó a la policía, estaba desorientado, pero el que lo recibieran con los brazos abiertos hizo que supiera que iba a poder lograr su sueño. Al menos esa fue la ilusión que tuvo hasta que fue presentado a su compañera, Sheeva Borzova, con quien no se llevaron bien de inmediato, si no que fue más bien una relación jodida que le costó mantenerlo trabajando sin la tentación de renunciar por lo estresante que era su compañera. Ella lo hizo entrar en razón respecto a lo que era ese mundo, y aun asi él siguió creyendo en que podían lograr algo.

Ayudó significativamente a su compañera a intentar encontrar la ubicación de un asesino serial que estaba suelto, pero fue herido de gravedad en su casa y si bien sobrevivio, la búsqueda fue frenada porque el asesino "huyó". Sheeva y él saben que no es así, pero a él lo mandaron a una isla a trabajar, que asi fue como llegó a Rododendro... De todos modos siente que las cosas están extrañas, pero no puede hacer mucho más que trabajar, sin dejar de pensar en su ex compañera, ni en el asesino que ella busca.

Ahora anda trabajando no más, pero no hay mucho que hacer en Rododendro, ya que no hay delincuencia ni criminalidad en general, por lo que se ha dedicado a intentar hacer que una especie autóctona de mariposas se reproduzcan. Las tiene casi como sus mascotas, pero si le preguntan, lo va a decir más en plan de que tiene un santuario.