Kohaku Wakahashi ([TR] Kohaku Wakahashi)

Nombre: Kohaku Wakahashi

Edad: 16 años

Sexo/Género: Masculino

Nacionalidad: Japonés

Peso y altura: 65 kg || 1.70 m

Disciplina: Agricultura

Personalidad

Sereno | Responsable | Cauteloso | Amable

Posee un temperamento tranquilo, y aunque amable es bastante reservado para algunos temas. Suele guiarse por un personal sentido de creencias, y a menudo se cuestiona mucho las cosas en silencio. Responsable, y en general, atento, es un buen oyente y también es hábil con las palabras. Sin embargo, a pesar de las anteriores cualidades, tiene a menudo grandes dificultades al conectar y empatizar de forma profunda con otros, por lo que su sensibilidad podría considerarse 'superficial'. Probablemente esto se deba a la temprana muerte de sus madre y la consecuente ausencia de su padre, por lo que de cierta forma esto puso haber causado cierto temor a la 'pérdida'. Él es consciente de esta parte de él, sintiéndose algo culpable por ello, razón por la cual ayudaría a sus compañeros aún si esto le perjudica de sobremanera.

Historia 

Nacido de un matrimonio japonés bajo el apellido Wakahashi, es el hijo único del heredero de dicha familia. A pesar de ello, no fue la tierra de sus padres la que lo vio nacer.

Los Wakahashi fueron parte de aquella primera ola de comerciantes que se animaron a tratar con aquellos de más allá de los mares tras la forzosa apertura de Japón al resto del mundo en 1853. Aunque con dificultades, el comercio parecía ir por un camino próspero, para aquellos que fueron los primeros en aventurarse y con la llegada de los hombres de Reino Unido y su influencia en la zona (1858 | 1859), terminaron por encontrar a aquellos que serían sus aliados durante más tiempo del que pudieron haber imaginado.
Fue en su momento un secreto a voces que un particular romance dispar tenía lugar entre ellos y una familia inglesa en particular. Tras la firma del Tratado de amistad y comercio anglo-japonés, algunos ciudadanos británicos se asentaron en regiones japonesas, siendo los Bloodworth algunos de ellos. Llevaban unos pocos años en acuerdos comerciales con los Wakahashi, pero ni eso ni la distancia entre Edo (actual Tokyo) y las regiones del norte, pareció importarles demasiado a aquel par. O al menos eso es lo que dicen las historias.
Lo que se sabe con certeza es que no mucho después en el seno de los Wakahashi nacería el futuro líder de clan y que su rostro delataba con gran sutileza que dos familias habían sido unidas por la sangre. Sumado a sus objetivos en común y aprovechando las circunstancias, sus negocios continuarían por un buen tiempo más, llevando algunos de sus descendientes a dar un largo viaje a conocer las tierras de sus socios.

Sin embargo el viaje terminó siendo solo de ida. Aunque los conflictos bélicos habían ido en aumento desde hace ya un tiempo, escaló exponencialmente en poco tiempo, volviendo extremadamente peligrosa la idea de moverse por ultramar. Si bien era cierto que varios de los viajeros pensaban asentarse en Inglaterra, había algunos que tenían deseos de volver, esto causaría algunas discusiones que aunque se resolverían, años más tarde tendría algunas consecuencias. Mientras tanto, permanecerían bajo el cuidado de la familia Bloodworth quienes usaron su influencia y poder económico para mantener a sus socios y allegados a salvo, no gratis por supuesto.

En el grupo se encontraba el joven Itsuki Wakahashi, su esposa Mitsuki y su pequeño hijo, Kohaku. Ellos tenían la intención de asentarse en el país europeo como parte de los acuerdos con la familia inglesa, pero la posibilidad de perder totalmente el contacto con su familia restante del otro lado del mar fue una perspectiva aterradora, especialmente para la mujer, quien aparte de su esposo no contaba con más cercanos en el grupo. Fue aquello, sumado a su actitud decidida que corrió el riesgo de ignorar las recomendaciones de mantenerse totalmente fuera de cualquier foco mínimamente relacionado con transporte y asuntos de sociedad. Aun así, no tardó mucho en optar por rendirse y bajar el perfil con tal de mantener protegida a su familia. Lastimosamente, no contó con que años más tarde aquellos y un error de información militar la llevaran a un final fatal.
La confusión del apellido familiar de Misaki con el de un conocido militar japonés, sumado a los prejuicios por las circunstancias, y su decisiones pasadas llevaron a que fuese apresada injustamente y ejecutada con tal rapidez que no dio tiempo a corroborar información alguna. La influencia de la poderosa familia no fue suficiente para detener a un par de soldados con sus mentes aun nubladas por la violencia de la guerra.
Desde aquel día, viudo Wakahashi no volvió a ser el mismo, consumido por el dolor y la culpa, los escenarios imaginarios en los cuales impedía a su esposa salir aquel día, o se esforzaba más en convencerla de mantener la reclusión recomendada años atrás, entre otros pensamientos. Se volvió la sombra del hombre alegre y amigable que alguna vez fue. Su pequeño hijo, quien también sufría por la pérdida de su madre no podía entender el porqué de la actitud tan distante y ausente de su padre, y cuando pasaron los años suficientes para hacerlo por más que lo entendió, no fue capaz de aceptarlo ni perdonarlo.
A pesar de todo, siempre hubo personas queridas a quienes agradecer por su constante compañía. Su tía Naoko, renombrada como Marlene, quien asumió el rol de crianza y educadora con el niño, su primo lejano Howard que a pesar de tener un carácter fuerte y orgulloso era bastante confiable, y el hijo de una amistad muy cercana de su tía quien les acompañó en su viaje, Ichiro, cuya actitud animada y divertida estuvo en muchos de sus días.

El tiempo pasó y el ambiente parecía mejorar, lo que para sus socios más cercanos avisaba el retomar de grandes proyectos pasados. Al ser joven y educado con cuidado, habían ciertas expectativas sobre él y su futuro, ideas de las cuales nunca gustó demasiado. Sin conocer mucho sobre el mundo, se limitaba a soñar, consideraba incluso volver a la que sabía era su tierra natal, preguntándose si allí podría tener un camino más libre. Sabía que lo más probable era que no, pero aún así, soñar era gratis.
No pasó mucho para que decidieran que era hora de una educación más regular, por lo que terminaron por enviarlo a un renombrado internado cuyos rumores les fueron indiferentes. La única voz discordante era la de Marlene, quien no le quedó de otra que acatar y tener esperanza en que al estar también allí el hijo de su amiga, al menos tendría un rostro conocido en quien confiar. Si bien el muchacho no era particularmente rebelde a diferencia de cierto joven Bloodworth, empezaban a ver necesaria una mayor disciplina para comprender "la dureza del mundo".  A Kohaku sin embargo, más allá de ser la situación un poco molesta por la insistencia de los mayores, le era en su mayor parte indiferente.

Extras 

> Nació un 7 de julio de 1937

> Es ambidextro. Si bien tiene un poco más de destreza en la izquierda, por las creencias de la época usa casi siempre su mano derecha como dominante.

> La pequeña trenza que lleva en su cabello es un símbolo autoimpuesto por su abuelo como una forma de aferrarse a su tierra natal, fuere a donde fuere. 

> No es particularmente creyente en el catolicismo a causa de la influencia sintoísta de su familia cercana, aun así no le rechaza.

> Le gusta leer, pero no es tan fanático de hacer él mismo largas redacciones.

> Tiene una relación complicada con la comida marina. Si bien le recuerda mucho parte de su infancia, esta un poco saturado de esta.

> Posee un timbre de voz agradable, y aunque no es algo que comente, es bueno cantando.

> Su nombre tiene distintas formas de escribirse, pero la elegida por sus padres fue 湖白 (lago | blanco)

> La decisiones importantes de su vida suelen decidirlos entre acuerdos su padre y algunos de los señores Bloodworth, quienes a demás de sus protectores son su familia lejana.