Zachary Wright

anemicdisaster

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Created
3 months, 25 days ago
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anemicdisaster
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Profile


Nombre completo: Zachary Wright.

Edad: 22 años.

Estatura y (opcional): 1,81 / 79 kgs.

Nacionalidad: Estadounidense. 

Género y pronombres: Masculino. (Él)


Personalidad  

Sensato | Prudente | Sereno | Leal | Explosivo.

Con una sonrisa siempre en labios, Zach es la personificación en vida de Hakuna Matata. Si bien es una persona precavida y sensata, nunca hará esfuerzos innecesarios y nunca dará más de lo que debe. Al crecer con padres un tanto liberales, decidió solo dar lo necesario para vivir de forma tranquila. Por lo mismo, incluso sus interacciones sociales suelen ser bastantes simples y sin que alguna resalte más que la otra. 

Aun así, suele tener un lado explosivo que suele detonar cada que su hermano comete alguna ocurrencia, son las consecuencias de haber crecido junto a él durante toda su vida.


Historia 

Los hermanos, o más bien gemelos, Wright nacieron fruto del amor de un forense y una modelo de revistas. Cualquiera pensaría que era una combinación de lo más disparatada, sin embargo, nada más lejos de la realidad. El azar del destino unió a aquellas dos personas de mundos, y nacionalidades, tan diferentes que se conocieron por casualidad en unos platós de modelaje. 

Su padre, de origen coreano, había viajado a los Estados Unidos con la esperanza de estudiar en la prestigiosa universidad de Stanford, en California, y allí conoció a quién sería la madre de sus hijos, Rachel. Él estaba realizando un trabajo de media jornada como traductor de algunas exóticas, y excéntricas, modelos coreanas mientras que Rachel daba sus primeros pasos en su carrera de modelaje. 

Y así, de ellos, en unos años vendrían al mundo Samuel y Zachary aparentemente idénticos como bebés, con apenas unas diferencias de minutos al nacer, pero que cuando crecieron demostraron tener personalidades diferentes.

Su vida escolar fue bastante decente, su padre creía en que el ser gemelos no debía privarlos de individualismo, y por ello tan pronto pisaron una institución escolar, exigió que sus hijos fueran separados en grupos diferentes. Zach nunca tuvo dificultades al desenvolverse, no era alguien popular pero tampoco era un marginado. Su actitud relajada solía ser bastante interesante para sus compañeros y poco a poco comenzó a rodearse de personas. 

Cuando llego la tan temida etapa universitaria, Zachary se dio cuenta que simplemente no se veía estudiando nada. Quizás hasta el momento no había logrado encontrar una vocación, y si bien su padre no lo obligaba a apurarse, esto cambio cuando cumplió 20. Al principio solo se trataban de comentarios tajantes de parte de su padre, pero poco a poco escalaron hasta darse algunas discusiones y finalmente, una explosión de impulsividad y coraje de parte de Zach. Aquel día, cuando su cabeza finalmente se enfrió, se dio cuenta que había quedado en la calle a decisión propia. 

Gracias a un par de amigos tuvo un lugar donde quedarse por unos días, y probó la vida adulta sin haber tenido ningún tipo de preparación. Se dio cuenta de la cómoda vida que había vivido, y se lamentaba por haber sido un idiota con su padre.

Aun así, su orgullo pareció ser más fuerte que su arrepentimiento, o quizás simplemente quería probarle a su padre que podía vivir sin una carrera universitaria… De cualquier manera, tuvo demasiados trabajos y aprendió hacer un sinfín de cosas para subsistir, encontrando diversión en cosas tales como hacer cortes de cabello, tinturas, piercings e incluso fue incursionando poco a poco en el mundo de los tatuajes. 

Meses después, cuando finalmente encontró un punto de estabilidad, contactó a su padre para disculparse y a pesar de que este le pidió que regresara a casa, Zachary se negó. 

Su vida independiente comenzaba, y a pesar de los altibajos, realmente disfrutaba ser quien llevaba las riendas. Nada parecía capaz de arruinar lo que tenía en sus manos… Hasta aquel día en el cual su hermano llegó llorando horrorosamente a su casa. 

El idiota había caído en una estafa piramidal por estar enamorado, y sus decisiones no solo lo afectaban a él, si no que había terminado metiendo a sus padres en el mismo saco sin el consentimiento y siquiera el conocimiento de estos. Si bien sabía que quizás era un momento difícil para su hermano, no pudo evitar gritarle hasta de lo que se iba a morir por haber caído en algo así. 

Los bancos no daban solución, y es que el incluso se sentía estúpido por ir ahí sabiendo la respuesta. No había solución, aquel dinero se había perdido, y pronto lo haría la casa de sus padres y al parecer sus cotidianas vidas. 

Mientras intentaba decirle a su hermano que se callase por una buena vez mientras esperaban el metro, un misterioso hombre en traje cambiaría sus vidas al proponer un curioso juego.