Takara Ōga

Numen

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Created
5 years, 9 months ago
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Numen
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Profile


Nombre Completo: Takara Ōga

Edad: 15

Altura y peso: 1.50m / 38Kg

Genero: Femenino

Área: Demonio

Especie: Hannya (Oni)


  • Habilidades: 

    Metamorfismo: Puede tomar la forma y apariencia de otras personas u objetos por un tiempo limitado de 5 minutos. Suele usarlo para engañar a sus víctimas o como mecanismo de defensa si ve que las cosas le pueden ir mal.

    Invocación: Puede invocar un Ikiryō (Espíritu de una persona en vida) para aterrar a sus víctimas o lugares, incluso a grandes distancias. Limitado a un corto periodo de tiempo de invocación, con un radio de 50 metros de distancia.
  • Crimen cometido:

    Agresión agravada:
    Agredió físicamente y con gravedad a su tutora legal, la cual evitaba que cometiese un crimen aun peor. Fue la razón principal de su llegada al reformatorio.

    Conducta desordenada: Varias peleas violentas en la calle que ella misma provocó, sobretodo contra gente que ella simpatizaba o contra amigos de estos; causa de su celopatía.  


.•[Historia]•.


Hace 15 años en algún lugar de Japón, una bruja benévola de fue llamada desesperadamente para acudir a una aldea remota en las montañas, un demonio había estado ocupando una casa abandonada y atemorizaba a todos los habitantes, que sufrían ataques y a veces incluso muertes de los más débiles como ancianos y niños, los cuales parecían haber sido atacados para que la criatura se alimentara de su sangre.


La bruja fue al encuentro de dicho ser, descubriendo que se trataba de una Honnari en cuyos brazos reposaba un bebé de unos pocos días. No había vuelta atrás para esa madre youkai, que había olvidado que una vez fue humana; solo en la muerte podría encontrar la paz y el descanso. Una batalla perduró por varias horas, pero la salvaje Honnari aun estaba débil debido al parto y cayó finalmente, desplomándose en el suelo en una muerte por heridas o por cansancio... no se sabría decir cual de las dos. La bruja, cargó a la bebé con ella notando que unos pequeños cuernos, como si de una hannya namanari se tratara, asomaban en la cabeza de esta... Obviamente el padre debía ser un humano, pero la pequeña al haber sido dada a luz por alguien 100% demonizado, habiendo compartido los mismos alimentos y las mismas carnes, siendo fruto de los celos... ¿Podría salvarse y transformarse completamente en humana? La bruja debía intentarlo, ya que el que fuese una namanari significaba que resquicios humanos se conservaban en aqueala neonata.


Pasaron los años, Takara creció siendo una niña problemática desde el inicio. La bruja, ahora su madre y tutora legal, al comienzo no le daba mucha importancia... ya que al principio solo eran chiquilladas, berrinches porque otros niños tenían cosas que ella no, empujones a gente que se acercara a las cosas de valor para la pequeña... conductas que al principio eran fáciles de corregir en una niña pequeña, aunque con algo de esfuerzo al tener en cuenta que su naturaleza era malvada.


A medida que entraba en la pubertad, más dificil era controlarla. Se intentaba que Takara tuviese una vida normal: escuela, amigos, salidas... pero siempre todo terminaba en desastre con excesivo control sobre las personas que conocía, peleas violentas con estos o gente relacionada a esta, berrinches que llegaban a destrozos de la casa o fuera de esta, cambios de escuela por expulsiones o de forma forzada, mudanzas eternas...


Todo pareció cambiar por unos meses cuando, tras la última mudanza, Takara conoció a un chico con el que hizo muy buenas migas... todo por ese tiempo era perfecto y la bruja por fin pudo respirar tranquila un tiempo donde la joven hannya tenía una buena actitud tanto en casa como en la escuela, dejó de hacer bromas de pésimo gusto o de malhablar todo el rato... por un instante, sólo por un instante, la agotada madre pensó que había conseguido su propósito después de 15 años de duro trabajo.


Una llamada telefónica la alertó una mañana, debía ir a la escuela... por la deducción que sacó de la asustada y temblorosa voz del director, algo muy malo estaba pasando. Llegó lo más rápido que pudo, varios estudiantes y profesores estaban fuera del edificio... algunos confundidos y otros asustados, desorientados y algún que otro herido. 

Al entrar a la escuela ya vacía, la mujer notó que en los primeros pasillos y áreas no había nada fuera de lo común... pero a medida que iba subiendo las escaleras, notó que había algunas sillas y mesas tiradas por los pasillos, alguna puerta destrozada... suponía que era fácil encontrar a su hija, solo debía seguir el destrozo del pasillo y algunas aulas... entonces la vio, parecía estar arrinconando a alguien en una esquina al fondo del pasillo mientras sostenía una bate de softball en la mano; reconoció a ese alguien... era ese chico al que Takara tomaba por mejor amigo... la bruja no sabía si algo más. El muchacho estaba en el suelo, hecho una bola mientras temblaba y lloraba, sintiendo como peligraba su vida. Su madre la llamó, pensando que podría apaciguar los celos de esta... pero cuando Takara se giró, ya no era ella misma... su rostro se había deformado, su tez oscurecido y sus ojos enrojecido... había pasado de ser una Namanari a una Chūnari.


Entonces empezó una dura batalla entre madre e hija; mientras que una estaba cegada por los celos, a la otra se le hacía muy difícil atacar a alguien que había criado por 15 años. Después de haber aguantado varios golpes físicos como ataques por la joven Oni, casi asilvestrada, logró calmar el temperamento de esta con su magia y sus mantras budistas. La joven al volver en sí a su forma Namanari, permaneció asustada por varios minutos... nunca antes había enloquecido tanto, conocía las características de su raza, su madre le había contado... pero desde ese momento jamás supo hasta que punto era real, o nunca había alcanzado sus límites hasta ese momento. Dejó que el chico se marchara, enloqueció al saber que a su "amigo" le gustaba otra chica de la que Takara siempre hablaba mal... parecía que ese chico comprendió lo tóxica que era la youkai y quiso cortar todo lazo con ella; obviamente la chica enloqueció a causa de eso porque, sólo le tenía a él... pero eso ya no importaba.


Cuando todo parecía estar estable, las autoridades se abrieron paso dentro del recinto donde encontraron a una mujer gravemente herida, con varias contusiones y fracturas y a una joven que parecía ser la culpable de, al menos, esa agresión en concreto al ver que aun poseía el arma del crimen en sus manos.


Siempre hasta ese momento, Takara fue salvada, su madre siempre le concedía una oportunidad tras otra... pero, esta ya no podía más... corregir a su hija era un trabajo que le venía grande a pesar de que conocía las consecuencias. Fue entonces que en su estancia en el hospital, decidió mandar a la Hannya al reformatorio Mount Aubrey. Quizá, ellos tengan más suerte de la que tuvo ella.


 .•[Personalidad]•.

Realmente, Takara no se diferencia mucho a otras jóvenes de 15 años: es social, le gusta divertirse, jugar, hacer amigos...

Pero debido a su naturaleza oscura, siempre hay que pensar lo peor de ella: es social pero hipócrita y malhablada, le gusta divertirse pero a costa de otros, jugar sucio y, ya si quieres ser su amigo, tienes que atenerte a las consecuencias porque como buena hannya, es celópata a más no poder. Será posesiva contigo, hablará mal de la gente que valores y que ella no conozca o vea que tienes confianza; quizá intente alejarte de todo y de todos hasta que haga más amigos o alguien con el que te pueda reemplazar. Es consciente de que es bastante bajita y que por eso realmente no intimide, pero intentará hacerse notar, y si tiene que hacer berrinches para que le hagan caso, los hará. No es la persona más madura que vas a conocer.



[Gustos y Disgustos]
+ Sangre, si es humana mejor ya que es el mejor alimento para su especie, aunque come de todo.
+ Días nublados, le dan sueño y por alguna razón le parecen acogedores.
+ Llevar kimono, sobretodo con estampados tradicionales, aunque no usa porque no se lo sabe poner.
+ Fideos picantes, además se los come a saco rollo mukbang.
+ Naturaleza, sobretodo los bosques.

- Mucho silencio, le pone nerviosa.
- Gente ajena que se acerca a su círculo social porque celos. (?)
- NATTO, LE DA MUCHO ASCO.
- El menosprecio descarado de la gente alta, puede soportar una pequeña broma... pero no un ensañamiento (Friendly reminder: vuestra entrepierna está a su altura)
- El calor asqueroso y el sol abrasador, tiene piel clarita.


[Extras] 


- El chico del que era amiwis le enseñó a tocar la guitarra eléctrica y la verdad es que le gustaba bastante. No lo admitiría o no se querría dar cuenta, pero le relajaba y parecía ser una buena terapia para distraerse.


- Hacía vida normal con humanos normales, su madre usaba un hechizo para ocultar sus cuernos, colmillos y demás marcas demoniacas.


- Su madre le dio unas vendas donde hay escrito un mantra budista, esta le dijo a Takara que si alguna vez sentía que iba a perder el control, las portase hasta que se sintiera mejor, pues era un sello que podía limitar sus poderes y que estos no se incrementaran para transformarse de nuevo en Chūnari.


- Cringe Tik Tok User.


- Duda que pueda reabilitarse de alguna forma, demonio nació y demonio se va a quedar... es su naturaleza hacer cosas malas. Pero por probar no pasa nada, se la debe a su vieja.