Riko

Dulce ❄ Paciente ❄ Amable ❄ Introvertida ❄ Curiosa ❄ Nostálgica
Riko es una persona muy tranquila y cordial, le agrada ayudar a los demás cuando está en sus habilidades. Tantos años de vida le han enseñado a tener mucha paciencia, e irónicamente su curiosidad sigue siendo tan amplia como en el primer día de existencia.
Si bien no presenta problemas para socializar con los demás, tiene preferencia por las reuniones pequeñas y en lugares acogedores, una simple charla en el living de una casa le parece mucho más atractivo que una ruidosa fiesta, por ejemplo.
Quizá no es algo que admita de manera muy abierta, pero Riko es un ser muy nostálgico, suele añorar muchas cosas de su vida pasada y busca reconectarse a ello como puede. Sin embargo, en ocasiones esa misma nostalgia la lleva a una enorme tristeza.


Hace poco menos de medio siglo, Riko era una jovencita humana común y corriente. Nacida en una pequeña familia de mercantes viajeros, no pasó mayores penurias y fue capaz de conocer muchos pueblos y ciudades. Durante uno de los viajes de su familia, conoció a un joven de su edad, hijo de madre japonesa y padre extranjero, de quien se enamoró profundamente. Manteniendo contacto mediante esporádicas cartas, su corazón se rompió ante la noticia de que el joven se iría del país junto a sus padres.
Incluso luego de la prohibición de salir del país, Riko se esforzaba para juntar dinero y poder reencontrarse con quien ella consideraba el amor de su vida. Así fue como en un crudo invierno, pese a las advertencias de sus padres, insistió en realizar un viaje a otro pueblo para lograr ventas extra, mas terminó por perderse durante una tormenta de nieve en un bosque que había sido promesa de atajo.
Desorientada, la noche la alcanzó antes de lograr encontrar refugio, y para la mañana siguiente lo único que quedaba a la vista era la mercadería con una gruesa capa de nieve encima. Riko despertó helada y sin frío a la vez, y le llevó meses comprender que estaba muerta y limitada al bosque donde había perecido. Pasaron años hasta que alguien encontró sus tristes huesos con harapos de lo que una vez fue su bonita ropa, y Riko despertó por segunda vez en su "no-vida", en esta ocasión libre de las invisibles cadenas del bosque que había aprendido a querer.
A diferencia de la gran mayoría de otros seres sobrenaturales, ella no odiaba a los humanos, aunque suponía que se debía a su origen. Viajó por todo Japón, jamás atreviéndose a salir de allí en busca de a quien una vez había amado lo suficiente para tirar su vida por la borda. Ha pasado los últimos trescientos años de su existencia viajando y recolectando objetos de su interés, habitando una pequeña cabaña olvidada en el corazón de un bosque cerca de las montañas, cuyo invierno volvería a matarla si tuviera pulso.