Mango

TayaKiki

Info


Created
5 years, 1 month ago
Creator
TayaKiki
Favorites
0

Profile


Name
Mango, Maia
Age
????✝
Gender
femenine
Race
alien
Role
cientific, right hand
Theme
Status
half alive, without a body
Cause of death
trapped on a machine

Gentle eyes, guard us

Nació con un futuro triste y desde el inicio lo supo. En su raza, los que eran como ella nacían primero como varones y debían luchar por su sobrevivencia hasta llegar a la feminidad deseada, por lo que nunca pudo rendirse en un intento de ser feliz ni aún recién nacida, salida de la tierra, despojada de sus orígenes y llevado a la guerra a pelear sin muchos rodeos.

Y peleó. En contra de su tierno y suave corazón, Mango peleó por su vida y su futuro, llevándose muchos malos tragos que aguantó para no arriesgar ni su vida, ni lo logrado. Siempre cabizbajo, salvando compañeros, llegó a ser el más brutal en el campo de batalla a pesar de sus ojos llenos de lágrimas y su rostro de dolor. Era demasiado empático, pero una grata sorpresa al ver que en contra de sí mismo era tan efectivo y veloz como soldado.

Los cambios llegaron cuando hubo alcanzado el lugar de general, llevada al campo de batalla a servir a los soldados caídos y rendir curaciones a quienes lo necesitaban. Y es que la matanza no acabó, pero no fue hasta que se negó a asesinar a unas crías nativas del planeta que invadían que la llevaron lejos del campo de batalla al ver que se había ablandado.

Así, Mango llegó al planeta de la gran Stella a trabajar en la asistencia de nuevos soldados que se iban creando. La administradora del planeta, la misma Stella, fue quien notó su presencia a diferencia de todos quienes la ignoraban y, al ver el talento desperdiciado, impulsó a la joven a subir de posición dentro de la jerarquía interna de Wehiss. Y vaya que lo hizo, pues en su suavidad y en su invisibilidad (Mango no se hacía notar jamás), la novata llegó, curiosamente, a ser la mano derecha de Stella y bajo su tutoría, se le pidió crear su propio grupo de soldados. El trabajo consistía, sin embargo, en idearles una habilidad que les ayudase en su trabajo asignado, y recordando el sufrimiento vivido en la guerra y las lágrimas derramadas, la mujer no sabía qué habilidades darle a sus soldados o como ella los veía, sus hijos.

Stella fue quién le dio la idea de darles el poder de Manipular el tiempo. Quizá no eran amigas, pero su relación asimilaba a la de dos hermanas, siendo Mango la menor. Stella confiaba plenamente en ella, y si bien tuvo dudas en contarle el secreto, supo que había hecho bien cuando a la muchacha se le agrandaron los ojos llenos de alegría al no tener que darles una habilidad agresiva a sus niños, ni mandarlos directamente a la guerra siendo así.

Cuando los soldados nacieron, Mango pidió a Stella que los tomara bajo sus alas y los patentara como suyos, para que tuviesen renombre. Nadie nunca objetó esto, y los soldados crecieron creyendo que Stella era la creadora que les había dado vida. Mango, sin sufrir ante el olvido, siempre sonrió de ver a los soldados salir ilesos de entrenamientos y luego de batallas, siguiéndoles el rastro siempre para saber como estaban. De modo que, cuando la caída mas grande registrada del Imperio sucedió, su corazón se rompió en pedazos al perder contacto y pidió a Stella que fuese a buscar a sus hijos, ella quedándose en su centro de operaciones para observar que todo surgiera su curso.

Su corazón volvió a romperse al enterarse que pocos quedaron de sus hijos, pero se afirmó a que uno de ellos que SÍ la conocía, que la quería y respetaba, todavía estaba vivo y le enviaba mensajes cada tanto. Ese fue su enganche por mucho tiempo, entre llantos y quiebres que la orillaban a un solo final...

El día en que crearon la máquina que crearía los Silikagen (aun sin nombre en ese tiempo) se ofreció como conejillo de indias antes que nadie. La máquina había sido construida por ella misma y Stella había programado el software, de modo que confiaba en que todo saldría bien. Y si ella lograba cambiar a un cuerpo nuevo, significaría que todos tendrían oportunidad de cortar lazos con el Imperio que los obligaba a sufrir.

Y si no lo lograba, significaría que Stella quedaría viva para mejorar la máquina y lograrlo.

Mango siempre se había preocupado por el resto. Cuando la máquina falló a causa de un error en la energía del centro de operaciones, no pudo sentir ni remordimientos ni horror ante su inminente muerte, sino que cerró sus ojos y se abandonó al descanso eterno.

Su amor quedó impregnado en la maquinaría, de cualquier modo, aunque la Mango que pocos recordaban jamás volvería a ser.

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