Chen Mao [晨毛]

Chen Mao es alguien de pocas palabras, a menos que se le acerquen a hablar, suele terminar en problemas por pelearse debido a su temperamento. Es muy fácil hacerlo sentir molesto y mayoritariamente lleva una cara agria al mirar a la gente. Es difícil que confie en los demás y es muy precavido, cuando esta alrededor de gente nunca está del todo relajado y siempre espera lo peor de los otros. Cuando siente confianza en alguien se vuelve más hablador, pero también es más insolente (sin buscar pelea tho), aunque cuando se da cuenta de que bajo su guardia lo suficiente, siente el impulso de alejarse.

Chen Mao no recuerda mucho de su niñez temprana, puede recordar que sus padres eran muy pobres y también puede recordar que le enseñaron a pedir dinero en las calles para poder conseguir comida, nada más que eso y la forma en la que, cuando él tenía 4, decidieron dejarlo.

A la tierna edad de 4, sin nadie en el mundo que lo cuidara, era obvio que Chen Mao no podría sobrevivir por su cuenta y probablemente se hubiera muerto en las frías calles de su ciudad de no ser porque otro huérfano que pedía regularmente en las calles lo encontró y se lo llevo al refugio que tenían los niños huérfanos de la zona. Los huérfanos acordaban en juntar el dinero que hicieran durante el día, dárselo al mayor y que este comprara la comida que repartir, esta persona era alguien de 17 años que coordinaba a los niños, dándoles puntos donde pedir para que no se encontrasen y enseñándoles lo que sabia para que los niños pudieran hacer pequeños shows y ganar mas dinero. Aunque la vida con los huérfanos no era del todo placentera por culpa de todo tipo de rivalidades y encuentros desagradables, era mejor que morir en las calles y eran todo lo que Chen Mao conocía, los llego a considerar su familia.

Chen Mao, quien descubrieron que tenía ciertos dotes artísticos, comenzó a pintar pequeños retratos además de pedir y hacer pequeños malabares u acrobacias. A partir de los 6 en adelante, empezó a tocar música, mejorando sus habilidades gradualmente gracias a un viejo de apellido Chang, que le dejaba ir a su casa para aprender sobre instrumentos a cambio de pequeños favores de limpieza y demás.

El viejo Chang parecía interesado en el talento de Chen Mao, el había tocado en la ópera durante años y fue popular hasta que una enfermedad le impidió seguir tocando, su esposa había muerto y aunque tenía un hijo, este no tenía talento para ningún arte. El viejo Chang decidió que bien y podría adoptarlo para enseñarle más formalmente y tener a alguien que heredara sus conocimientos, pero Chen Mao no estaba del todo dispuesto a abandonar a los otros huérfanos y sintiéndose incomodo decidió hablar sobre eso con el jefe del grupo de huérfanos, quien, viendo una oportunidad, hablo con el viejo haciéndose pasar por el hermano mayor de Chen Mao y llegando a un acuerdo para venderlo por un par de monedas.

El día en el que fue vendido y llevado a la casa del viejo, Chen Mao suplico por horas a los otros niños para que no lo abandonaran, pero todos, incluyendo al chico que lo recogió en un principio, le dieron la espalda asumiendo que tendría una mejor vida, pensando que era muy pequeño para saber qué era lo mejor para él.

En un principio, todo parecía normal con su llegada, a pesar de que se le dieron responsabilidades como la limpieza del hogar y el hacer la comida para que “valiera el dinero que había gastado en él”, tener comidas regulares era beneficioso para su condición y más aún tener un buen lugar donde vivir, ¡Incluso le dieron su propio cuarto! Chen Mao, quien se había acostumbrado a dormir entre muchos otros niños, sintió el cambio refrescante.

Sin embargo, el viejo Chang se volvía cada vez más y más exigente, recurriendo a escarmientos físicos en sus lecciones y su hijo, un hombre adulto inútil e idiota que no tenia el talento que su padre ansiaba, no hacía más que maltratarlo en secreto, escondiendo sus abusos tras los castigos de su padre. Las cosas escalaron a un punto en el que durante las noches ese hombre se escabullía a su cuarto a golpearlo o tocarlo de forma indebida, Chen Mao era incapaz de dormir bien y eso afecto su desempeño, lo que le hizo recibir aún más castigos.

Un día en el que el hijo del viejo Chang volvió a su cuarto a atormentarlo decidió que ya había aguantado demasiado, herido y asustado, peleo de vuelta y lo mato accidentalmente al hacer que se golpeara en la cabeza. A pesar de lo asustado que estaba sabía que no podía quedarse de brazos cruzados, robo todo lo que pensó que se le haría útil y que no le hiciera sobresaltar, luego mato al viejo Chang en un incendio. Para cuando todo eso había pasado, ya tenía 9 años. Tiro el apellido que el viejo Chang le había dado y lo cambio por Chen, ya no estaría asociado con esa familia jamás.

El año siguiente fue aún más difícil para él, no tenia a nadie a quien recurrir y tampoco estaba dispuesto a pedir ayuda y terminar en otro infierno, se fue a la ciudad más cercana ya que no quería ser vinculado con la muerte de la familia Chang si lo veían yendo por ahí con sus cosas. Comenzó su rutina de vender retratos, tocar música, estafar gente y demás, yendo de una ciudad a otra intentando mantener sus gastos lo mas bajo posible, siempre yendo a los bosques para cazar animales pequeños si no tenía mucha hambre y dormir en fogatas, su dinero lo gastaba principalmente en materiales para seguir haciendo dinero, ropas nuevas para no morir de frio y el resto era ahorrado con la esperanza de comprar un instrumento decente, practicar más y quizas conseguir un trabajo en una ópera, lo que sea con tal de tener estabilidad.

Sin embargo, una desafortunada noche le robaron sus ahorros y lo golpearon hasta el cansancio. Sin ser capaz de levantarse, solo podía resignarse a morir en un callejón desolado de la ciudad por no haber sido lo suficientemente precavido, mientras perdía la conciencia, solo podía soñar con hacer las cosas mejor en su próxima vida, pero sorpresivamente, despertó un tiempo después, siendo atendido por las gentiles manos de Zhu Hao.

A pesar de que por lo que paso en la casa del viejo Chang repelía el contacto, al pasar el tiempo se dio cuenta de que Zhu Hao no le tocaba de forma indebida, le traía comida y agua sin pedir nada a cambio y, además, era alguien fuerte quien se hacía dinero gracias a sus habilidades como cultivador por lo que decidió aprovechar y quedarse a su lado en lo que se le permitiera, cauteloso como siempre.

Sin que pudiera evitarlo había sido adoptado como hermano. Zhu Hao le enseño todo lo que sabía sobre cultivación para que se pudiera cuidar por su cuenta y Chen Mao manejaba el dinero que reunían de forma prudente.

Antes de que se diera cuenta habían pasado, de hecho, 5 años en los que vivió de forma regular y tranquila. Conoció muchos lugares nuevos, aprendió a leer y escribir, Zhu Hao le permitió comprar libros nuevos y materiales para practicar bajo su tutela. Se habían hecho cercanos, tan cercanos que comenzó a tener miedo. Jamás había confiado o dependido de alguien de la forma en la que lo hacía con él y una vez se dio cuenta se sintió irritado, la gente siempre te apuñala por la espalda y si Zhu Hao no lo hacía, lo haría él.

Cuando Chen Mao tenía 15 quiso irse por su cuenta, Zhu Hao rechazo la idea y tuvieron una fuerte pelea tras la cual se separaron, entonces, Chen Mao comenzó su vida como cultivador errante, comprando libros sobre cultivación y practicando sus habilidades por su cuenta. Alcanzando un buen nivel decidió unirse a una secta, buscando estabilidad y poder, apunto a la secta de la que mas había escuchado hablar en sus viajes, en la especialidad que pensó, podría al menos sobresalir.