Pasado

Eti nació en Francia bajo una familia cristiana formada por sus padres, una hermana mayor y su abuela, una familia con pequeñas grietas en ella pero dentro de lo que cabe cálida. Su padre llevaba una granja mixta mientras que su madre y hermana se encargaban de cuidar a su abuela y las tareas del hogar, él tendría unos 3 años cuando todo eso se vino abajo. Por suerte o por desgracia era demasiado pequeño cuando la guerra estalló, él no comprendía lo que estaba pasando, solo que el ambiente había cambiado drásticamente y todo el mundo a su alrededor de repente había parado de sonreír.

Sus recuerdos de lo que duró la guerra son vagos; recuerda abandonar su casa por un tiempo, sus padres buscando por un refugio alejado de la granja que tenían en la frontera, a veces ruidos fuertes provenientes de algún lado, su abuela murió en algún momento pero no sabe cuándo. Solo recuerda estar principalmente asustado y la necesidad de esconderse junto a sus padres, su hermana a veces leyéndole libros o jugando con él.

Cuando por fin dio fin a la guerra y volvieron a su hogar ya no había rastro de la granja, solo restos de lo que alguna vez había sido su casa repartidos por el piso. Por un tiempo se quedaron a vivir en la casa de una amiga de su madre en un pueblo cercano, durante ese tiempo Eti (10 años) comenzó a socializar más con otros niños de su edad y a jugar, era un niño bastante social y activo, del tipo que le encanta subirse a árboles a leer o correr detrás de las gallinas. Esa etapa de su vida fue bastante feliz, a escondidas le quitaba libro a su hermana para leer y su interés por las historias creció más y más, específicamente por las historias del tipo romántico que tanto le gustaban a su hermana mayor.

Siempre le habían gustado las cosas románticas, su madre estaba muy orgullosa de tener un hijo "sensible" que trataría bien a su futura nuera y él aunque no estaba muy convencido estaba muy emocionado por la idea de que le llegara a gustar alguien para colmarle de afecto. La pre-adolescencia le golpeó como un tren, pues ahí se dio cuenta de una realidad que hasta ahora no había notado... No le gustaban las mujeres. Lo intentó, pasó mucho tiempo conversando con otras chicas y eran muy agradables, pero a pesar de lo que otros dijeran eso jamás despertó interés romántico hacia ellas. Con un amigo cercano suyo sin embargo sí que llegó a sentir algo, quería estar todo el tiempo con él y regalarle cosas, quería pasear por las noches y acompañarle a su casa, quería muchas cosas... cosas que estaban mal vistas.

Todo salió mal, creyó que era correspondido y se confesó, fue brutalmente rechazado y al día siguiente ya casi todo el pueblo sabía de él, incluida su familia. Sus padres estaban furiosos, su hermana parecía desconcertada, el orgullo que sentía su madre hacia él cambió de la noche a la mañana y ahora no era más que una decepción. Se acabaron las novelas para él, su padre creyendo que esas tonterías del romance era lo que lo torcieron quemó los libros que tenía y desde ese mismo día fue forzado a ayudar en la granja desde la mañana hasta la noche, ya no tendría tiempo para pasar con amigos aunque para ser honestos, dudaba que le quedara alguno después de eso.

Eti no lo entendía. Tantas novelas que había leído, el amor era algo tan bonito ¿Por qué estaba mal que quisiera a un chico en vez de una chica? él no lo escogió, él trató de que le gustara una ¿Estaba enfermo como decía su madre? su mundo se derrumbó y como un adolescente perdido durante un tiempo pensó que a lo mejor lo que sus padres decían era correcto. Pero su corazón romántico no era algo que pudiera detenerse con facilidad y pronto esa llama que se había apagado volvió a arder con intensidad, buscando nuevas formas de manifestarse. Esta vez tomó una perspectiva distinta, Sus libros ya no estaban con él pero tal vez él podría hacer los suyos propios... con sus propias manos, escribir aquellas historias con las que había soñado por tanto tiempo y dar rienda suelta a una imaginación que no podía ser quemada o detenida por nadie.

Comenzó a escribir a escondidas las escasas veces que tenía tiempo libre, puliendo su letra hasta el punto en que era irreconocible de la que anteriormente tenía. No pasó mucho tiempo hasta que su familia decidiera mudarse bajo la idea de manejar una nueva granja en una zona más segura... su madre especialmente ya no aguantaba estar ahí, diciendo que por su culpa sus amigas ya no la trataban de la misma forma que antes y que siempre recibía miradas de los vecinos del pueblo, la mujer que les prestaba la casa quería echarles también. Así, a los 11 años se mudó un pueblito en Inglaterra donde empezar de cero, quemando antes de irse todas las cosas que había escrito a excepción de su primera historia.

Su vida era estricta pero se había acostumbrado a trabajar en la granja y y hasta lo disfrutaba, le encantaba cuidar de los animales. Sus padres le habían dado una segunda oportunidad y ahora podía salir más a jugar, conoció a un amigo bajo la supervisión de su padre y desde entonces todo mejoró, los años pasaron rápidamente hasta que cumplió 17 años teniendo ahora incluso dos hermanas menores. Sus padres decidieron enviarlo al internado, bajo el pretexto de que así entrara más en contacto con dios y se volviera un hombre de provecho, sin tantas tonterías en la cabeza. Lo que ellos no sabían es que su hijo no solo no creía en dios sino que sus ideas ahora eran más fuertes que nunca.

Presente

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