Sol, Mar Y Sirenas


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NotAHero
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2 years, 8 months ago
Updated
2 years, 8 months ago
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Chapter 1
Published 2 years, 8 months ago
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El episodio de playa solo que sin fanserivce, y spanish dub

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Capitulo 1


 Una ocasión cualquiera, la playa traía con ella aire salado y el zumbido de los buques de mar que navegaban soñolientamente el horizonte. Gaviotas y criaturas que habitaban el acantilado graznaban mientras transcurrían mediante la bruma del verano. 

La costa formaba una luna creciente, abrigando a la playa de los fuertes vientos, en turno dejando a su vez un paisaje de arenas doradas que se extendía por millas, quieta. Ni un alma mas que tres pícaros poblaban la playa y la fauna que la habitaba. 

Los litorales se encontraban todavía suaves y calientes al tocarlos.

El mar con toda su belleza e ira se estrellaba contra el acantilado, pero las ondas se arrastraban suavemente ante la costa, creando una relajante melodía espumosa cuando se retiraban al mar. 

Ocupado y sin molestias aparentas al ardor causado por las crueles ondas de sol golpeándolo, Osmond hundió la punta de su zapato en la arena, volteando una roca para observar que pequeñas criaturas escondidas se escurrían por debajo de ella. Aun con un gorro para el sol y todo el té helado del mundo, podía sentir el ardido del calor rebotar de la arena y golpear su cara, dejando que gotas de sudor le cayeran por la barbilla. image0.png

Se sentó con un suspiro y miro a su alrededor, o lo poco de el que podía ver a través del tinte de sus gafas. El morral que siempre cargaba le empezaba a pesar mucho, ya que estaba repleta de pequeños gnomos de piedra, y mas recientemente, cada caparazón, escombro brillante o animal muerto que podía meter en cualquier espacio de ese morral.

Más lejos de la costa en el malecón de ladrillos, Wendell se sentó cómodamente con una cantina y una radio de mano a su lado. La radio cantaba con el parloteo de un presentador de radio que anunciaba todo tipo de noticias, su voz granulada y distorsionada armonizaba con el lento retumbar de las olas rompiendo en los acantilados. La calidad de la señal no era excepcional, pero el médico encontró consuelo en el tono monótono mientras descansaba con los ojos cerrados.

Aun mas lejos de los demás, ocupándose con un detector mecánico que sonaba tictacs, zumbidos y ocasionalmente chillaba con un pitido irritante, Takashi perezosamente balanceaba sus brazos mientras caminaba descalzo sobre la arena.

En el detector, un pequeño radar brilló en una pantalla, produciendo un ritmo parejo y relativamente inactivo, indicándole a Takashi que no había nada enterrado en su área inmediata.

Después de su aventura a través de la guarida del gorgón, sentía el anhelo de ponerle un paro a este sensación de aburrimiento. Mientras los otros se encontraban disfrutando de la tranquilidad que les brindaba la orilla del mar, el no tenia interés alguno por el paisaje. 

Para el, se sentía como una gran decepción al comparar con sus usuales misiones riesgosas, hacia que sus dedos se movieran inquietamente para encontrar algo que hacer o a alguien quien provocar.  Quería acción, no otra excusa para que Osmond llenara sus paquetes de raciones, que ya se estaban agotando, con chatarra que se encontraba, y que Wendell se viera tan contento sentado y sin hacer nada.

¿Pero que hay que hacer? Takashi pensaba a si mismo, tan absorto en su propio aburrimiento que había olvidado por completo el fastidioso zumbido viniendo que emitía el detector en sus manos que le alertaba que algo se escondía dentro la arena a sus pies. La pantalla no emitía exactamente que tan profundo estaba, pero no podría estar mas de unos metros abajo.

La idea de encontrar algún tesoro, algo explosivo o hasta quizás una pequeña moneda le seria satisfactorio a este punto. Estaba muy aburrido como para que le importara. 

Takashi comenzó a cavar como un perro feroz tras un hueso, sin tener en cuenta cómo se veía mientras jugaba en la arena, pateándola mientras buscaba su tesoro enterrado. 
Al observar este espectáculo, Wendell no pudo evitar dejar escapar una risa acompañada de una pequeña sonrisa cruzando su rostro.
Osmond escuchó la risa del doctor y apuntó su atención a Wendell primero, luego a Takashi tan pronto como vio lo que estaba mirando.

Ambos miraban desconcertados la gran nube de arena que estaba formando su compañero. Aun que el hoyo ya alcanzaba sus hombros el continuaba cavando aun mas profundamente, pero no podían ver muy bien lo que ocurría ya que estaban bastante lejos. 

"¿Pero que crees que uno que podría esperar encontrar en un playa desértica tal como esta, Sr Wendell?" Osmond le pregunto, dejando caer su morral, ya que era tan pesado que le empezaba a cavar el hombro.

Wendell apago la radio con un suspiro mientras la voz del presentador chispeaba y se callaba. 

"¿Quién sabe? Fue abandonada hace años, antes de que la guerra iniciara. Jamas había venido aquí antes pero siempre he escuchado rumores del lugar."


"¿Rumores?"

Wendell alzó una mano y empezó a contar una lista con sus dedos, "Municiones ilegales, pruebas, magia negra, maldiciones, tratos secretos entre Arganos y oficiales Sorrecos... y esos no son todos. Quizás porque nadie recuerda este lugar porque o están muertos o demasiado ocupados con la guerra y la ciudad mas cercana esta a cien millas lejos."

Osmond asintió, tarareando. "¿Entonces escogiste este lugar porque sabias que estaría callado, hum?"

Wendell chasqueo un dedo y bajo sus lentes de sol, inclinándose hacia atrás, "Si, y... ha  pasado mucho tiempo desde que estoy en un playa que no esta manchada por balas... Así que, si,  la quietud fue el principal factor por la que la elegí." 

"¡Oh que lindo! Debo decir, el charcas entre las rocas y cuevas a través de este tramo de la costa estand tan llenos de vida, intocados... y... ¡mágicos!"

De nuevo, Wendell sonrió, esta vez de manera mas sincera en respuesta a Osmond.

Mientras tanto, sin poder escuchar la amistosa conversación que tenían estos dos, Takashi empezaba a sudar mientras continuaba cavando. Ya ni le importaba que tan sucia estaba su bata de laboratorio, que estaban sobre una colorida y grande camiseta floral que lo hacia resaltar ante el paisaje grisáceo. Wendell hacia un esfuerzo en no dejarlo distraerlo de la vista.

Estaba tan cerca, el lo sabia. Ya había logrado desenterrar una larga forma cilíndrica de la fría arena y estaba usando todas sus fuerzas para lograr sacarla.

Era un gran objeto si las predicciones de su detector estaban correctas, pero su verdadera figura era un misterio. Se tambaleaba en sus manos. Podría sacarla con un solo tirón mas. 

"¡Eh! ¡Gafas!" le grito a su asistente, interrumpiendo el agradable silencio.

Sin desperdiciar tiempo alguno, Osmond salto repentinamente del lado de Wendell y ya se encontraba a la mitad del camino a su superior antes de que Wendell pudiera darse cuenta de lo que había ocurrido. 

Si sus experiencias previas hacían un punto de referencia alguno, ya tenia decidido en mente no acercarse a aquellos dos mientras desenterraban el grande objeto.

Gradualmente, descubrieron mas y mas metal, y mientras Wendell observaba no podía resistir y admirar la maravilla infantil que venia con el descubrimiento, algo que parecía que el casi nunca antes había sentido. 

Sin embargo, cuando de repente vio que los dos se acercaban a el en toda velocidad cargando con lo que al fin habían desenterrado, su entretenimiento de la situación se fue convirtiendo a un ligero pánico. 

Parecía ser un cartel. Uno de esos grandes y amarillos, que no ocupaban mensaje para poder advertirte de peligros cercanos. Su imagen hace mucho tiempo habiendo sido tachada y desgastada. 

Takashi la sostuvo orgullosamente con una mano, con una sonrisa que se extendía a través de su cara. " ¡Chécate, Legolas! No esta tan mal como para el primer botín en esta patética playa. Léemelo, ¿quieres?" 

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Wendell parpadeo a través sus lentes, fruñendo las cejas mientras miraba los extraños rostros de Boman y Kawasara. Estaban tan emocionados de escuchar la traducción del médico, casi era tierno. 

La escritura negra en el plato metálico amarillo estaba desgastada y descolorida, pero aún llamativa en su presentación. Escrito en élfico argáno, un lenguaje en el que aun Wendell dominándolo naturalmente, nunca lo utilizaba. Las direcciones eran claras al advertir que no debería haber deportes acuáticos o gente nadando en estas aguas. Las otras direcciones habían sido desde entonces desgastadas por la arena y vientos. 

Las imágenes en si también eran grandes pero habían sido raspadas vigorosamente por algún objeto afilado. Parecía haber sido deliberadamente destrozado, algo típico, pero no provocaba consuelo.

"No entres al agua. No dice porque, pero esos rasguños son... interesantes." Bizqueo los ojos y levanto sus lentes para echarle un vistazo mas cercano. "Estas parecen- eh-¿Kawasara si quiera estas escuchando?"

Wendell resopló, y Osmond solo pudo batallar con el pesado letrero mientras Takashi dirigía su atención al océano, mirando fijamente un rocoso afloramiento que atravesaba la arena y el mar. Takashi estaba inusualmente in responsivo a las suplicas de ayuda de Osmond por el letrero y los comentarios de Wendell. 

En cambio, tropezó hacia al afloramiento, soñolientamente.

Otra vez, no actuando como si mismo, hablo de voz baja, casi como si acaba de despertar de un sueño. "Vaya, esa es una linda canción..."

Osmond y Wendell intercambiaron una mirada el uno al otro y después a Takashi con la misma pregunta en mente, preguntando en union,

"¿Canción?"