Pt. 1: Las gallinas que entran por las que salen


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Ribiq
Published
1 year, 4 months ago
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Explicit Violence
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Pensaba en mi prontuario. Es un papel muy largo, hoy mismo me di cuenta de eso. Una imbecilidad, debería haberme enterado de eso hace mucho ya.

Caminando por estos senderos; los que nos fueron "otorgados" hace tanto tiempo, llenos de seres que solo parecían estatuas lúgubres, que conservan un olor a verano todavía, un clima horroroso; sonrío, saludo, civilizada y cortés como una líder ejemplar. De forma automática pienso en Ro, con sus gestos aprendidos y esa manía que tiene de no alarmar a nadie. La líder más digna de todas.

Veo los cuerpos reposando en este espacio. Ya no son los demonios que el cielo sepultó, los que a nadie les interesaban ver porque son basura, lo que sobraba. Los reemplazan estos seres tan celestiales, tan buenos, tan tibios. Cuerpos que fueron tan adorados y ahora no son más que sacos llenos de moretones, rasguños, golpes, tiros. Irónicamente, llenos de prácticas que ellos mismos se jactaban con orgullo de realizar. Se rompían la garganta gritando, ahora los aullos huyen verticalmente. Me llena el olor a sangre seca, la que no se limpiaba por costumbre.

Pero la muerte que andaba suelta ya no está, fue reemplazada por otra preocupación. Hoy ya no existe la mentira, quedó un inmenso espacio abierto. Tengo un eco que me repite todo el tiempo mis acciones, pero a ver, ¿qué más podía hacer yo? Era algo que me ardía, me dolía, me lastimaba, sobre todo que me encerraba. Toqué el cielo gracias al apocalipsis, pero ahora estoy cada vez más acorralada. Logré mi cometido.

Escucho con orgullo el ruido que hacen mis medallas al caminar, hasta que me cruzo con ese... ese al que andaba buscando. Se lo ve renovado, me lo esperaba. Cuando me vio se quedó como paralizado, que alegre me pone que me reconozca así, sobre todo que sepa quién fue la que lo hizo un ser libre. Porque si, aunque tuve ayuda la que construyó este imperio fui yo, sólo yo. Eso es algo que mis hermanos no entienden, por eso reaccionaron así.

-Lo que pasó fue una explosión de júbilo para todos nosotros, ¿no te parece?- exagero la sofisticacion en mis palabras, Epitafia y Latifa estarían contentas de escucharme hablar así. -... Albergamos una gran deuda, muchas gracias- sus palabras me inflan el pecho.

-Es una suerte, porque vine a negociar contigo... sí, no me mires así- sé lo que estoy haciendo, tengo la seguridad de que será mejor que la última vez. Siento mucha emoción de repente.

Veo como él me hace una señal clara para que siga hablando. -Se trata sobre aquella alma... la que te di a cambio de tu complicidad.

Se le abren los ojos como si hubiese dicho una barbaridad y suelta: -¿Cuál es la importancia de ella ahora? ¡Ya lograste todo! Deja de escarbar en esa basura ahora.

-Necesito que lo hablemos adentro, es incluso más confidencial que la última vez.- puedo notar que está más consciente y lúcido ahora. Por eso se toma su tiempo para pensar antes de abrirme la puerta. Que alegría me da ese gesto, estoy segura de que otra vez voy a lograr mi cometido. Después de la derrota viene una victoria, por fin me sirve ser optimista.

. . .