Revista Tú (Personaje)


Authors
Moonrat
Published
5 months, 26 days ago
Updated
5 months, 26 days ago
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Published 5 months, 26 days ago
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Recopilación de escritos hechos para la dinamica de Revista Tú (Personaje) en donde James demuestra que definitivamente es un ser humano funcional.

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Extrañar.


Uno viera a James. James, pobre, pobre James. El pobre hombre que no quiere estar en Pesadilla, que todavía tenía tiempo de sobra ahí arriba, aquel que dice no es justo que Él esté ahí, que jura que todo esto es un error, una farsa, un malentendido, una mala broma y que pronto va a despertar en su cama, en su querida casa y volverá a su querido trabajo. Como si nada de esto fuese real, como si solo hubiera sido una pesadilla.

O que quizá solo debía esperar, alguien lo iba a buscar, alguien definitivamente lo estaba buscando. Alguien se había dado cuenta de que no estaba. Era importante, al menos para alguien. Ese alguien lo encontraría y sacaría de ahí, no se lo podrían haber llegado tan lejos.

Eso es lo que juraba a todos. A quien se atreviera a cruzarse y preguntarle. A quien accediera a escucharlo. Porque no estaba desesperado, solo tenía mucho que decir ¿No? Con una persona así la mayoría pensaría que si alguien tenía algo que extrañar, algo que lo hiciera llorar por las noches y algo que lo tenía destrozado ahora que estaba en Pesadilla sin poder volver: iba a ser James. El que no había podido ir más allá, el que se negaba a aceptar que se había muerto.Una historia trágica de alguien que murió demasiado joven y una demostración de lo injusta e ingrata que podía ser la vida a veces.

Aunque,en realidad y muy en lo profundo: James no estaba seguro de extrañar algo. No tenía sentimientos muy fuertes con nada. Nunca había sido así, no que él recuerde al menos.

Sin amigos, su trabajo lo mantenía a flote pero no le gustaba amanecer tan temprano, no hablaba con sus padres desde hace meses, no era cercano con el resto de su familia y mucho menos con sus vecinos, su apartamento era pequeño y vagamente lo podría llamar un hogar. No había nada destacable, todo era normal, mundano: mediocre. Podría decir que quizá extrañaba esa seguridad…pero ¿Lo hacía?

No realmente. O quizás solo un poco.

La rutina le hacía sentir seguro. Sabía que debía esperar, después de todo. Con una rutina demarcada y planes B, C y D no te sacan la alfombra por debajo. Era mejor prevenir que lamentar. Y vaya que se estaba lamentando. Debió de haber planeado bien qué hacer en el caso de que un conductor ebrio no lo viese ¿Cómo pudo ser tan tonto? Debió verlo venir, quizá si era su culpa estar aquí. Quizá se fue a este infierno por tonto, por ingenuo.

Eran demasiados sentimientos, muchos que no entendía y prefería ignorar solo para mantenerse cuerdo. No iba a perder la cabeza en ese lugar, no podía: no se lo iba a permitir ¿Qué pensaría la persona que lo fuera a encontrar así? Terminaría en el loquero. No entendía este lugar, no entendía a su gente y no entendía como aquellas personas que llegaron junto a Él parecían tan tranquilas, tan tolerantes a la situación.

Era un lugar ajeno. Extraño. Alien. Lleno de cosas que no podía explicar y le quemaban el cerebro por eso mismo. Repleto de criaturas y cosas que creía que no existían, cosas de las que no había escuchado desde que era un niño rezando en la mesa con sus padres. Era horrible eso de necesitar una explicación para todo, no podía dormir si no la tenía. Este sitio iba mucho más allá de su lógica y por eso le daba tanto miedo. Se sentía asustado, sentía que le iban a hacer daño, se sentía minúsculo ante esos horrores. Quería llorar, quería huir, gritar. Estar solo. Que nadie lo viese.

Era curioso. James solo empezó a extrañar estar vivo cuando murió. No le gustaba partir de cero. Ya lo había tenido que hacer varias veces y todas habían sido horribles y no quería hacerlo de nuevo. No se creía capaz de poder soportar empezar de nuevo: sobre todo en un lugar como ese. Ya había sido horrible en lo mundano, no quería imaginarselo ahí ¿Iba a terminar como las personas de ahí?¿Irreconocible?¿Desfigurado? Lo temía. Lo que tenía ahora era lo único que conocía.

Así es como empezó a añorar el estridente ruido de su despertador. Llamenlo loco, pero lo quería escuchar ahora. Quería una afirmación de que todo esto era una mentira, que era el peor sueño que estaba teniendo.

Quería despertar.

Necesitaba despertarse.