La cachorra y el lobo


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4 years, 1 month ago
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Un día un lobo gris vagaba por los bordes del bosque, a diferencia del lobo común, este lobo no tenía una manada, hace tiempo la había dejado atrás, estaba marcado por cicatrices y heridas, pues luchó con los suyos por el bien de seres más vulnerables, sin embargo el lobo las mostraba con orgullo, pues le recordaba que no podía confiar de otros para que le cuidaran, pero si debía ser fuerte para cuidar de otros.

El lobo solía evitar a otros, pues sabía que su aspecto y actitud podía aterrar a otros, por ello prefería estar solo, para impedir que otras personas salieran lastimadas por su naturaleza, pues a veces su pasado le dolía y en su dolor temía lastimar a otros. Pero siempre vigilaba, pues de ser necesario guardaba su dolor y lo usaba como el combustible de su valor, para cuidar a quien lo necesitara.

Con el tiempo ayudó a muchos, un lobo blanco que se encontraba en un mal momento, un gato callejero que buscaba calor y el lobo compartió su pelaje con él y muchos animales más, pero aunque estos lo ven como un amigo él se ve a sí mismo como un peligro latente, como alguien malo para otros y para sí mismo.

Un día, el lobo caminaba solo, vagando como siempre, tratando de olvidar su pasado por un momento, alerta siempre, pero en ese momento el lobo, distraído por sus pensamientos tropezó con una cachorra que enérgica buscaba alguna forma de que los demás vieran su hermoso collar, pues ella misma había decorado su placa, pero nadie parecía ayudarla. Entonces el lobo la subió sobre él y la llevó frente a otros animales, tan alta y vistosa, nadie perdería de vista su collar, al final del día, todos le habían visto y dado consejos sobre su collar, la cachorra estaba feliz y el lobo la bajó y se despidió esperando no volver a verla, pero la cachorra seguía ahí, tratándolo bien. No importa qué, algo de ella hizo que el lobo se fijara en aquella curiosa cachorra.

El lobo decidió entonces pasar más tiempo con ella, cuidándola pues temía que a una pequeña como ella le pasara algo en el bosque, temía que ella tuviera sus mismas cicatrices, pero con el tiempo, la cachorra demostró ser fuerte también, más aun que el lobo, incluso procuró cuidarlo, era curioso ver aquel disparejo par, el lobo que prefería estar oculto entre sombras y la cachorra que le gustaba ver los colores del mundo y derramaba alegría a su paso.

La cachorra pronto cuidó al lobo para hacerle sanar sus heridas, con el tiempo le hizo salir de las sombras un poco y ver el color, trató de enseñarle a ser más gentil y tranquilo, pero el lobo aun guardaba sus emociones. Sin embargo la cachorra no lo abandonó por eso, cuando lo veía muy pensativo o atormentado, le mordía su cola o sus patas, para que volviera en sí, conforme ella seguía haciendo eso el lobo se fue acostumbrando y la empezó a tratar con más cariño. La cachorra incluso impactó en el sueño del lobo, pues mientras dormía, el lobo solía tener sueños con su pasado turbio, pero ahora su pequeña compañera aparecía en sus sueños, cuando el lobo quería caminar de nuevo por aquellos obscuros recuerdos, ella mordía sus patas y lo jalaba de la cola, todo para evitarlo, finalmente el lobo se recostaba a su lado y el obscuro recuerdo se llenaba de color muy pronto.

El tiempo pasó y con él, el lobo empezó a sonreír más, a ver más color y admirar sus cicatrices como marcas de su valor y no de sus errores, se cuenta que aún el lobo y la cachorra caminan juntos, cuidando el uno del otro, el lobo le enseña lo que sabe y la cachorra le cuida cuando él no puede.

Dedicado a un pequeño ser, que ha hecho mi corazón un lugar más cálido V~