Comodidad


Authors
Matryoshka-Ruth
Published
2 years, 11 months ago
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Había momentos en los que permanecía sentado y quieto en su habitación, mirando a la nada y tan solo pensando, recordando, o al menos creyendo recordar. ¿En qué momento había llegado a este punto?... Si bien había ocasiones en las que realmente sentía que estaba exactamente en la misma situación que años atrás, sintiendo que apenas y podía respirar, a veces, tan solo a veces, había momentos como este en lo que todo aquello se sentía tan... distante, tan lejano, preguntándose si realmente esas cosas habían pasado o tal vez habían sido solo sueños suyos, unos malos y otros.. otros...

Suspiró, colocando su manos sobre su regazo. Las meditaciones le ayudaban mucho, pero aún así en ocasiones simplemente...

Inhaló y exhaló una vez más, intentando no desviar su línea de pensamientos nuevamente. Quería aprovechar este momento en el que sus pensamientos le dejaban en paz, pero por otro lado sabía que si pasaba demasiado tiempo sin ocuparse en algo todo comenzaría a volver gradualmente.

Continuó regulando su respiración pausadamente, tal y como su shizun le había enseñado, agradecido que surtiera efecto.

Estaba en ello cuando unos pequeños pasos veloces y entusiasmados se comenzaron a oír al otro lado de puerta. Parpadeó un par de veces, sintiendo que volvía a percatarse de lo que percibían sus sentidos.

Los pasos se detuvieron y escuchó un tímido *"¿Gege?"* del otro lado.

Aún se sentía un poco raro que ella le llamase así, a pesar del tiempo que había pasado todavía estaba acostumbrado a oír esa palabra de la boca de otras personas. Enterró momentáneamente aquel pensamiento. Tranquilamente se puso de pie y se dirigió hacia la puerta, abriéndola para encontrarse a la pequeña joven maestra Qiao, mirándole al rostro y esperando que venía a pedirle.

— ¡Gege! — Exclamó feliz, quizá por notar que no se veía cansado ni ocupado a primera vista. — Jiejie ya volvió, shizun dice que ha traído algunos regalos, ven conmigo a ver! — La emoción era palpable no solo en su voz, si no es todos sus gestos, estaba seguro que incluso si se negaba, insistiría o traería a Mingzhu-shijie hasta aquí.

"Está bien"

Bastó decir eso para ver su rostro iluminarse, no tardando en sujetar la manga de sus túnicas para llevarle hacía donde estaba Mingzhu-shijie. No tardaron más que unos instantes en llegar al jardín, haciendo una leve inclinación a modo de saludo al ver a su shijie, quien le sonrió y le hizo unas señas para que se acercaran a las mesas cerca de donde ella se encontraba.

— ¿Cómo están? He traído unas cosas para ustedes — Comentó con una suave sonrisa en su rostro, parecía animada por la idea de poder obsequiarles cosas cada vez que regresaba de una misión que durase más de un día. Pero quien sin duda era la persona más animada aquí era Meifen, cuyos ojos prácticamente brillaban ante la mención de los regalos. Ellos dos aún no salían mucho de la finca y aunque él no estaba interesado aún en pisar un pie fuera de la finca, en el caso de la menor era justamente al revés.

— ¡Bien! ¡A-Fen ha estado estudiando! ¿Jiejie nos llevará la próxima vez? — Hablaba aún de aquella forma infantil, dado que apenas y tenía once años recién. Aquella respuesta pareció alegrar aún más a la mayor, quien mantenía una expresión alegre mientras sacaba algunas cosas de un bolso de tela.

Él miraba con curiosidad, preguntándose si realmente habría algo para él. Hasta hace poco se sentía algo incómodo con este tipo de gestos, pero gradualmente comenzó quizá incluso a esperarlos con algo emoción, aún si a veces eran solo cosas muy pequeñas y nada costosas, negaría si dijera que no era agradable que le tomaran en consideración.

— Debo preguntarle a shizun, ustedes aún son un poco pequeños para salir solos y shizun y nosotros estamos algo ocupados — Ella parecía sentir algo de pena por la menor, quien prácticamente hizo un puchero en aquel momento. — Pero creo que mañana estoy libre, después de clases podemos dar una vuelta, te parece bien? — Añadió al final, sin querer desanimarla tan rápido.

Habían pasado varios días desde que Meifen había salido de paseo, y si bien la finca era grande, al ver como sus shijies y shixiongs entraban y salían a diario de esta era difícil para ella no quiere hacer lo mismo. Incluso alguna vez intentó convencerle de salir a dar una "pequeña vuelta". Lamentablemente para Meifen, él no era la persona más indicada para pedir ayuda a escabullirse.

La niña asintió emocionada, y con la atención de vuelta en las chucherías que había traído Mingzhu esta vez. Se imaginaba que había pasado cerca de una platería o algo similar, al ver que muchos eras pequeños accesorios de metal o adornos para llevar encima en general.

Colocó algunos bonitos brazaletes en la muñeca izquierda de Meifen, quien los miraba emocionada, girándolos y moviéndolos para ver mejor su brillo. Además parecía haber traído algunos juguetes de madera que no eran comunes en esta zona, o al menos eso dijo ella, además de unos pequeños pendientes y unos cuantos adornos para el cabello. La niña parecía bastante emocionada, y después de jugar un momento con sus cosas, volvió a levantar la mirada hacia él y luego hacia su shijie.

— ¡Jiejie! ¿También has traído algo para gege? — Preguntó con genuino interés y curiosidad, recibiendo un tranquilo asentimiento como respuesta. 

— Por supuesto — Comentó con tranquilidad, como su hubiera estado esperando la pregunta. Se volvió hacia él, haciendo un gesto con su mano para que se acercara un poco más. — ¿Me permites? — Preguntó con una sonrisa.

En realidad no estaba seguro sobre que le estaba pidiendo hasta que ella señaló el banco, como indicando que se sentase allí frente a ella. Algo nervioso por la incertidumbre, asintió, caminando y sentándose en el lugar, ella colocándose tras él. Mientras tanto, Meifen que estaba al frente suyo y parecía ver que estaba sacando Mingzhu de la bolsa observaba con sus ojos grandes y curiosos, mostrando nuevamente un brillo de interés en estos. Parecía haber abierto la boca para exclamar algo, cuando la cerró de repente con una sonrisa de complicidad muy probablemente dirigida hacia su shijie que estaba detrás suyo.

Se sentía un poco inquieto, pero viendo la expresión alegre de su shimei, procuró tranquilizarse. De repente sintió que desataban la cinta de su cabello y no pudo evitar abrir los ojos con sorpresa.

Oh.

Debió haberlo visto venir, ¿por qué había estado tan inquieto? Soltó el aire que no se había dado cuenta estaba conteniendo, detalle que al parecer Mingzhu si había notado dado que soltó una pequeña risita al ver como se relajaba un poco.

— No te preocupes, ahora te prestaré un espejo — Decía animada, mientras sentía como cepillaba su cabello para luego comenzar a acomodarlo de una forma algo distinta, quizá algo menos simétrica...?  Algo de metal pareció rozar su cabeza, lo que le llevó a deducir que estaba colocando algún adorno o cornilla de metal. Nunca había usado uno de eso, ¿se sentiría pesado?

Desde que tenía memoria solo había usado cintas para atar su cabello, ciertamente ya no tenía la cinta que le había regalado su madre pero por el puro hábito siempre buscaba alguna parecida cada vez que la anteior se gastaba demasiado. Mientras se perdía en sus pensamientos, Mingzhu parecía haber terminado su trabajo y él apenas y se había dado cuenta.

— Aaaa! ¡Es tan bonito! — Exclamó Meifen al ver que ya no tenía razones para quedarse callada, mientras se ponía al lado de Mingzhu para contemplar mejor el dichoso adorno. Ciertamente era más pesado que la cinta, pero no tanto como había pensado. No era molesto, pero estaba un poco ansioso al no tener la menor idea de como se veía.

La mayor le ofreció el espejo prometido, al parecer bastante confiada de haber hecho bien su trabajo de escoger y colocar el adorno en su cabello.

— Te ves muy bien. Esta shijie tiene un shidi muy lindo — Dijo casual y alegremente, haciéndole sentir claramente avergonzado. — ¿Te gusta? — Preguntó mientras le ayudaba a conseguir el ángulo adecuado para que lograra verse correctamente.

La verdad es que aunque se sentía bastante extraño... se veía bien. Asintió con timidez, no muy acostumbrado a que ambas estén tan enfocadas en él fuera de algo como las lecciones.

— ¡Gege se ve muy bien! — Comentó feliz, aún dando vueltas a su alrededor para mirarle bien. — ¿Gege usará esto mañana para salir a pasear? — Preguntó con esperanzas.

Suspiró nerviosamente, recordando que realmente no era la primera vez que Mingzhu le traía algún regalo de este tipo pero nunca se animaba a usar alguno, sintiéndose muy inseguro al respecto al sentirlos algo llamativos. Esta vez había traído algo un poco más simple y parecía querer asegurarse de que lo usara, por lo que había montado este pequeño escenario sorpresa.

Al final asintió, sintiendo sus mejillas enrojecer levemente por el exceso de atención sobre su persona, algo a lo que probablemente nunca terminaría de acostumbrarse. Aunque por una vez, a pesar de la leve vergüenza e incomodidad, no se sentía mal. Se sentía cómodo con estas personas, y agradecido de ser siempre tenido en cuenta aun si era para cosas que parecían tan pequeñas. Sentía que al fin después de tanto tiempo, las cosas realmente iban para mejor.

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