Atlas

Aquellas especies conocidas como “dragones” se han ganado su fama por ser criaturas despiadadas y avariciosas, es normal que estas especies tengan una forma bastante estricta de criar a sus jóvenes, Atlas no fue la excepción; a pesar de tener un padre y madre amorosos estos bien sabían inculcar al joven dragón la moral con la cual se vería obligado a crecer.

Desde su nacimiento, en una forma animal, este ya mostraba indicios de ser algo mas diferente a sus padres, primeramente en una forma física, pues siendo hijo de una dragón de lava y un dragón de hielo y tormenta, a pesar de que lo usual es que la cría nazca con uno de los dotes de padres o ancestros, este se vio dotado naciendo con ambos como un dragón de roca volcánica y hielo, cosa que fue de gran sorpresa para sus padres más también motivo de alegría. Aun así en su crecimiento, el chico mostraba un interés en el uso de sus dotes los cuales sus padres no le habían inculcado, bastante curioso por sus alrededores y demás criaturas este rara vez mostraba interés en la destrucción que sus padres causaban, cosa natural en aquellos de su especie.

Su interés por las demás criaturas le llevaba al punto de interactuar de forma amigable con la mayoría de lo que se le cruzara, mas el rechazo de sus padres por tal comportamiento le llevo a mantenerlo oculto la mayoría del tiempo, comenzando a comportarse algo mas a la expectativa de sus padres conforme se hacia mayor, mas su interacción incluso con los humanos era algo bastante inusual en tal especie; beneficiándose del hecho de que contaba con una forma humanoide, podía pasar de ser percibido casi la mayoría del tiempo, mas esto no significaba que de ser delatado ello no le trajera problemas. A pesar de ser tan calmo, debida a la crianza de sus padres bien podía responder con violencia ante aquellos que intentasen atacarle, pero es algo que intentaba evitar hasta que no tuviese otra opción, siendo que de actuar de forma agresiva no solo podría acabar con la vida de los seres que le llamaban la atención, sino también de destrozar tierras rodeadas de paisajes o cosas que solían también ser bastante curiosas para alguien como el quien solía desplazarse de lugar en lugar cuando el acoso de los humanos hacia su especie por expulsarles de las tierras donde fuesen descubiertos se viese insoportable.

A pesar de ser criaturas poderosas e incluso idolatradas por algunos, estas continúan siendo mortales, su capacidad de vivir por miles de años no les hace invulnerables a heridas, ni a la vejez, ni a las enfermedades, razón por la cual fue imposible evitar la muerte de su padre después de que fuesen atacados por un gran numero de humanos los cuales les tomaron por sorpresa, recibiendo este varias heridas en órganos vitales intentando que su pareja e hijo se alejaran de la zona.

La unión entre sus padres era realmente fuerte y aun al momento del nacimiento de Atlas, estos seguramente ya llevaban juntos algunos siglos, por lo cual la madre de esta poco a poco comenzó a caer en depresión; por su parte, Atlas hacia lo más que podía para animarle la mayoría del tiempo, pero es claro que su solo cariño no era lo suficiente. Después de algunos siglos su madre termino por caer enamorada de alguien más, que, a la vista de Atlas, había jugado con la soledad y sentimientos de su madre para conseguirle, aquel dragón no terminaba de caerle bien, mas la felicidad de su madre era mucho mas importante, por lo cual ya que aquel consiguió animarle lo suficiente, solo lo tolero y apoyo de cierta forma; siendo que esta comenzó a pasar mas tiempo con el sujeto, Atlas encontró la oportunidad de actuar como el mismo deseaba, alejándose de aquella forma de vida destructiva que los demás dragones tenían para el mismo dedicarse a explorar rincones de la tierra, retornando a visitar a su madre cada cierto tiempo para llevarle regalos y saber sobre cómo se encontraba.

En algún punto, la madre de Atlas, dio a este el anillo que llego a compartir con quien fue su pareja y padre de este, para que lo llevase como un recuerdo, no por que esta deseara dejar atrás los recuerdos de aquel a quien alguna vez amo, sino por el hecho de que aun solia sentirse deprimida de no tener mas a aquel a su lado a pesar de ahora tener a una nueva pareja, y para progresar deseaba alejarse de aquel recuerdo doloroso y fijarse en un nuevo futuro, mas dio el anillo a Atlas pues aun quería recordar aquel amor cuando su hijo le viese cada vez que le visitara, pues aunque no estaba acostumbrada del todo a la manera tan diferente de pensar de su hijo, no cambiaba el hecho de que le amaba y siempre añoraba el verle de nuevo.

No fue de extrañar que después de unos cuantos siglos, en uno de sus encuentros con su madre, Atlas se enterase que tendría un hermano… del cual al enterarse intento no tomarse demasiado tiempo lejos de ella como ya se había hecho usual, siendo no meses sino incluso años, esta vez para presenciar el aspecto de la criatura poco después de que llegase al mundo. Bien lo consiguió, y pudo ver a aquel recién nacido al igual que feliz a su madre junto a alguien más, pero tuvo un gran problema, ya que después de esa visita, tras una década alejado de ellos, le fue imposible volverles a encontrar, ni a su madre, ni a aquel sujeto… y tampoco a su joven hermano; por años decidió apegarse a la idea de que solo se habían separado sus caminos de forma bastante extrema, esperando que en el paso del tiempo pudiese topárselos de nuevo, por lo que en el tiempo que pasaba este solo se dedico a vivir de su forma libre, creando nuevas tierras que podrían tener vida con la ayuda de otros a su paso gracias a su capacidad de crear roca volcánica y enfriarla con su hielo, utilizando su capacidad de tratar con otros como un medio para que dragones de diversos dotes hicieran aquellos inertes suelos, algo que pudiese albergar vida, ofreciendo bienes a aquellas criaturas que interesados en estos no suelen tener mucho problema en cooperar.

Tras varios siglos logro dar con el paradero de su hermano menor, mas al verse con este y querer saber con el paradero de su madre… la respuesta que recibió de este no fue algo muy agradable, aun así, logro llevarse bien con este, pues en actualidad es el único miembro de su familia que continua con vida.

Cuenta con una lechuza de nombre Armonía como compañera, suele estar con esta la mayoría del tiempo así que es muy raro cuando se encuentran separados. Encontró a la lechuza herida en un incendio que ocurrió cuando en una de sus exploraciones algo se salió de control por las cercanías, debido a que esta cayo tan cerca suyo, sintió cierta compasión por la pobre y la llevo lejos del sitio para tratar sus heridas, cuando la lechuza estuvo sana nuevamente, intento que se marchara incontables veces pero esta volvía una y otra vez, por lo tanto la mantuvo consigo; el ave lleva junto a él alrededor de 15 años, y ha resultado de gran ayuda en aquello que este suele hacer como pasatiempo, debido pues a que gracias al ave no le es necesario tomar por el mismo una forma voladora y poco delicada ya que pues hablamos de un wyverno de gran magnitud, si se trata entonces de explorar algo desde los aires confía en el animal alado para temas como tales.

Explorador y cartógrafo por entretenimiento propio, no posee grandes riquezas mayores a las que pueda cargar consigo, no vive en un lugar fijo establecido debido a que es un caminante que solo ronda por el mundo, otra de sus atracciones es dedicarse a estudiar a aquellos dragones que no obtuvieron una forma humana, o llamados también dragones hoscos, dragones que ni siquiera son capaces de articular una palabra humana, pues incluso de criaturas como aquellas considera siempre es posible aprender cosas nuevas..