Info


Created
5 years, 9 months ago
Creator
TayaKiki
Favorites
1

Profile


Name Amelia Katherine Jänis
Species Human
Age ??
Height 184cm
Gender Female
Pronouns She/her
Orientation Bisexual
Occupation Restaurant owner
Theme AKthariina!

Hobbies Cooking, tea parties, exercises, fight, run, collect teeth!

Intelligence
Creativity
Confidence
Humor
Empathy
Charisma
Enter, wave and start again!

Hija de un matrimonio a la antigua, vivió sus primeros años en una casa a las afueras de un pueblito, cercana a un bosque lleno de liebres donde veía no solo vida natural, sino espíritus también. En Finlandia, era.Aunque suena bonito, en realidad, fue detestada desde pequeña por sus padres, creyentes de viejas leyendas familiares; la llamaron lunática por su heterocromía y su afición a estos espíritus, siendo esta la razón de que fuese enviada a vivir con su abuelo para ahorrarse los dolores de cabeza de su crianza. Ella todavía era pequeña.

Amelia lo tomó como un abandono y nunca los perdonó, aunque siempre esperó que la pareja de burgueses mínimo le escribiese. Nunca pasó. Debido a esto, su abuelo se volvió su mundo y bajo su crianza, no solo abandonó el nombre de Amelia Katherine, adoptando el apodo de Ak, sino que también aprendió la magia de los cuentos, la cocina y las artes marciales. Descubrió que este abuelo era llamado también Lunático, y aunque el anciano de ojos dispares le explicó que no era algo malo, la etiqueta la siguió toda la vida, al igual que unos cuantos espíritus.

Y es que quizá si estaba loca, y era distinta de por si, y la falta de sus padres fue lo que gatilló su peculiar estado mental, más encima su "habilidad" para ver fantasmas; era una clara candidata a ser internada en un psiquiatra para no salir, ella misma lo sabía, y aun así no le daba importancia. Su vida estaba junto a su abuelo...

...O eso hasta que el caballero murió en ensueños, ya viejo. La niña no cumplía ni los 15, pero siguió viviendo unos días con él esperado a que el señor se levantase, cuidándolo y cocinándole, hasta que el aroma se hizo insoportable y tuvo que irse. Ak lo llenó de plantas aromáticas que usaban en sus preparaciones y perfumado, lo dejó atrás, yéndose a vivir sola en el mundo abierto. Si bien acabó viviendo un par de años junto a un improvisado grupo de artistas callejeros que viajaban, la niña igual terminó separándose de ellos cuando se dio cuenta que era buscada por sus padres biológicos.

Lo que pareció ser una maravilla se volvió un martirio. La llevaron contra su voluntad a una casa donde la obligaron a estudiar y medicarse para controlar su naturaleza desfachatada, no viéndola como una hija sino como una herramienta a continuar con sus negocios, fortuna y por tanto, poder. Le buscaron un prometido entre otros varios, la querían preparar para su matrimonio obligado; Ak no lo soportó. Ser llamada Amelia era terrible para ella y el saber que sería atada a un hombre que no amaba, sin poder ser cómo era en realidad, era aún peor, de modo que pidió permiso a su Tata antes de hacer algo que en cualquier país significaría años de cárcel, y si es que no era cádena perpetua.

Convenientemente, nadie nunca supo como lucía debido a las mismas acciones de sus padres en ocultarla y, contando el robo de unos cuantos bienes que le pertenecían a ella por derecho, el caso de asesinato fue cerrado cuando no pudo determinarse quién fue el ladrón a falta de registros.

Y claro, porque ella no estaba en el mundo en que todo había ocurrido.

En la actualidad, es la dueña de un restaurante en un pueblito siempre nevado ubicado a medio camino entre dos ciudades... de una realidad alterna a la conocida, donde hasta el tiempo corre distinto. Aunque la existencia de humanos no es nada extraño, hay más criaturas desconocidas que conocidas, de todos tamaños y colores, algo que le acomoda más cuando está acostumbrada a la realidad fantástica que leía en cuentos y novelas. Los estudios que recibió de sus padres fueron de contabilidad y administración, y siendo fanática de la cocina, está de más decir que le está yendo esplendorosamente bien, aun si todavía ve fantasmas y espíritus donde otros no ven nada.