Pasado

Nacido de un demonio y una humana normal. Su padre, un íncubo, se perdió en la tierra tras haber sido invocado y herido. Perdido y sintiéndose morir, la madre de Dreama lo encontró e intentó cuidar de él. Logró, de alguna forma, salvarlo... Y enamorarse de él. Pero después de algunos meses, recuperado, sencillamente se fue, nunca sabiendo que tras de sí había dejado a una humana embarazada.

Dreama fue criada sólo por su madre, quien era una energética, divertida y llena de positividad mujer. Alguien de una belleza incomparable, tanto dentro como fuera, que intentó enseñar a Dreama a siempre conservar la esperanza e intentar su mejor esfuerzo por los demás. Dreama, aunque está actuando como una pequeña mierda rebelde ahora mismo, en realidad es buena niña. Siempre intentó ser una buena chica por su madre.

A pesar de esto, Dreama nunca tuvo amigos. Puede guardar sus características demoniacas, pero los otros niños... sencillamente sentían que algo estaba raro en ella, así que la dejaban de lado. Incluso se metían con ella cuando era más joven. Se pasó la mayor parte de sus años de instituto haciendo pellas y con unas notas horribles. Nunca... le dijo realmente a su madre las cosas que pasaban, pero la mujer sabía que las cosas eran difíciles para ella, así que siempre intentó hacer que su casa fuese un lugar seguro. Se querían mucho, mucho, y tenían un millón de bromas internas. Su madre era su mejor amiga.

Hace unos meses, sin embargo, su madre murió. Tenía una defensas bajas y un resfriado se le complicó. Dreama se echa la culpa de ello, pensando que por el hecho de que ella en parte se alimenta de los sentimientos de los humanos, y durante gran parte de su vida ha absorbido los de su madre, probablemente... sin querer, le fue royendo la salud y el alma.

Todo esto hizo que el mundo de Dreama chocara contra el suelo y se rompiera. En el entierro de su madre, algunos familiares de ellas dos, hermanos de su madre que nunca había conocido, abuelos con los que jamás había hablado, se presentaron y la lloraron. Discutieron con quién se iba a quedar la niña, pero Dreama en vez de esperar por un nuevo hogar con gente que nunca se había interesado por ella, se escapó, tanto de la casa que compartía con su madre como de la ciudad en la que ambas vivían. Cogió el dinero que tenían y varias de sus pertenencias, sacó un billete de tren barato (El más barato que pudo encontrar) y se fue a cualquier lugar para escapar.

   Actualidad

Sencillamente, es una vagabunda ahora mismo. Como un perro sin dueño ni hogar.

[!!] Extra

x Es un semidemonio extremadamente débil. No sacó gran cosa de su padre, y a decir verdad, sacar más no habría hecho una gran diferencia. Los súcubos/íncubos son tomados como la basura entre los demonios por en general no ser fuertes físicamente y además tener relaciones sexuales con los humanos, a los que los otros demonios toman como animales :_ 

Los íncubus son más fuertes que un humano, claro está, pero quitando el hecho de que resultan hipnotizantes y pueden arrancarte el alma no es que tengan mucho más. 

En la sociedad demoníaca la fuerza mide el estatus.

x Sabe que su padre era un demonio, y eso sólo hace que piense que todos son unos pringaos y no querer tener contacto con ellos.

x No tengo muy claro la historia a la que pertenece, pero ¿A que mola estéticamente, eh?

Dientes afilados y orejas ligeramente puntiagudas es algo que sin duda alguna destacaría de sobremanera, pero combinado con su estética punk la gente suele pensar que no son más que adornos exagerado para lograr un mejor efecto. Nadie se espera que esa niña de ojos hipnotizantes sea realmente un demonio (O que dichos ojos, con pupilas extrañas, sean de verdad). Las personas sensibles son capaces de notar que hay algo raro en ella, pero no sabrían decir el qué, sólo que da mal rollo.

Suele vestir con tops o camisetas rotas y desteñidas, además de pantalones cortos con medias de diferentes colores. Lleva al cuello un gran collar de tachuelas, y en el pelo una pulsera de pinchos a modo de coletero. 

Toda su apariencia grita 'exagerado', hasta el punto de que si te fijas, verás que se echa purpurina en el pelo.

Desde que vive en la calle suele llevar un abrigo rojo muy grande con muchos bolsillos por dentro donde guarda sus cosas. No es de su talla, pero no se despega de él.

Tiene, además, muy buen cuerpo. La gente suele encontrarla atractiva, y ella encuentra muy divertido meterse con los demás por eso, en especial de chicos jóvenes. No está interesada en las cosas que un demonio de su edad debería estar interesado, por lo que nunca ha hecho nada inapropiado, pero eso no quita que se lo pase bomba viendo a los pobres chavales desesperarse por su culpa.

Quitando esas capas de ropa rota, pinchos y un abrigo hortera, en realidad Dreama tiene un aspecto (irónicamente) angelical. Su rostro es muy hermoso, y cuando no está poniendo una de sus sonrisas puntiagudas parece ser la inocencia hecha persona.

De todas formas, su apariencia de normal se podría tomar como un disfraz. La cría está 24/7 guardando sus características demoníacas, que consisten en dos alas que le nacen de la mitad de la espalda, una cola que acaba en un pincho que recuerda a un corazón, dientes afilados y esclerótica negra. Para no llamar la atención, Dreama apaga todo lo que puede sus diferencias demoniacas. Como aún es joven y nunca tuvo una guía no sabe cómo guardarlo del todo, dejando los colmillos, las pupilas y las orejas al descubierto, pero ¡Eh! Está dando su mejor esfuerzo ¡Seguro que ninguno de vosotros podría hacerlo mejor!

 Los súcubos, en teoría, son capaces de cambiar su aspecto y tipo de cuerpo para llenar las fantasías de quien los haya llamado, pero si Dreama puede hacer eso no tiene ni idea de cómo lograrlo (Y ni sabe que existe)

Su sangre, también, es de un color sangría, una mezcla de púrpura y rojo. Se nota ligeramente en el color de su lengua o cuando se sonroja. Los súcubos tienen la sangre morada, pero una vez más, al ser una mezcla ella se ha quedado a mitad de camino.