Profile
Cruel | Proactivo | Dependiente | Dramático | Cínico | Paternal
Demonio incubo pura raza. Al no tener la habilidad onírica para entrar en sueños y modificarlos para su beneficio para alimentarse, desarrolló la habilidad de cambiar de aspecto a como él deseé y necesite, pudiendo cumplir fantasías de sus presas y cumpliendo en vida los sueños que estos tengan, además de salirse con la suya más de una vez.
Como tal, Devon no tiene familia de sangre directa, aunque sí un origen tortuoso (lleno de tortura y castigos, hay que decir): fue agente dentro de una organización de criaturas mayormente no humanas, desconocida al ojo público y temida por las autoridades de todo el mundo, donde desempeñó como mano derecha de la cabeza y quien fue además su padre adoptivo, por llamarle de algún modo. Aprovechando sus habilidades de cambia forma, cumplió sin fin de metas, hasta que un día la organización experimentó un quiebre... y Devon huyó.
Se libró de su tortura, adoptó una identidad común y normal, usó estudios pasados para buscar trabajo y participó de actividades con una banda que formó y a la cual no les informó de su condición de demonio con alta necesidad de actividad sexual ni su habilidad de shapeshifter (puesto que era mejor así, dijo, que si después se metía en un lío le sería más fácil salir de este si nadie de sus cercanos conoce su naturaleza real). No obstante, y luego de ciertos sucesos, se vio en la necesidad de volver a sus orígenes y todo por proteger una droga a la que se había quedado prendado: un hombre joven de curiosa existencia que alborotaba sus necesidades y lo tenía envuelto en su dedo dentro de una tóxica relación.
Y maldita fuese su vida el día en que cayó por el precipicio, a decir verdad, ¡que desarrolló un síndrome de abstinencia sin precedentes!
Por lo demás y cuando no sufre de su sintomatología, Devon es un hombre jovial y encantador. El acto de hombre ligero de andar y simpático le sale bien, es lo que vende y le ayuda por lo general, aunque es difícil asegurar si es realmente así o es toda una de sus tantas fachadas. Quizá con un poco de suerte, es en realidad de naturaleza sencilla y risueña... ¿o no? Es un demonio al final de cuentas, ¿se puede llegar a confíar en él?
[Queda abierto a desarrollo]
El olor a dulce que traía captó su atención, y hoy se encuentra prendado al perfume que expele su compañero, con la necesidad de hallarse cerca para poder saborearlo y tentarlo con placeres sucios escondidos tras dulces palabras. Sabe que su relación, aún así, no es sana, más no tiene intención de alejarse del todo. Todavía. El dulzor es más fuerte, y su necesidad, todavía más; mira que dio su libertad por él.
Le dio todo a Meg: su amistad, su lealtad y su amor, y aun así, fue dejado atrás, rechazado y olvidado. A día de hoy no sabe qué le da más rabia, sí haber sido dejado de lado a cambio de la vida familiar que Meg prefirió, o saber que la mujer está más feliz allá donde está que con él, que tanto la quiso. Todavía la busca, aunque ya no por amor; sería más para ir e intentar asesinarla por su traición y su trabajo mal hecho.
Maldito sea él, que al desaparecer, los dejó a todos a la deriva. Aunque pudo escapar de sus garras una vez, siempre supo que en el momento en que Patrick volviese, sería complicado no volver a caer otra vez: ese hombre fue quien lo tomó cuando más necesitaba protección y lo educó, fue su "padre", fue su tutor, y por lo mismo, teme no poder darle la espalda. Perdió su libertad cuando el hombre volvió a aparecer, aunque hizo con él un trato de cuidar a Artemis a cambio de sus servicios.
La que le recomendó tomar su primera forma apenas cayó. Le enseñó alimentarse de los humanos a través de los placeres carnales, además de mostrarle como eran los hombres... pero nunca mas la vio, aún con todo el impacto de la mujer en lo que Devon es hoy.