Rose

• Su cabello es en realidad pelirrojo, pero usa hechizos para hacerlo ver oscuro, algo azulado.
• Ama y señora de los remedios caseros. Tiene un té para todo, también, inclusive el mal de corazón y las almas acomplejadas.
• Se hace sus propios perfumes, jabones, shampoo y cremas, y demases.
• Se dice que su risa es bastante armoniosa y bonita.
• Colecciona plumas de varios tipos, guardadas con fecha y lugar de adquisición, en un libro.
• Siempre trae una piedra preciosa o mineral consigo, sea de adorno, en un bolso o bolsillo.
• Tiene afinidad con animales y niños, siendo fácil tratarlos.
• Sabe tocar la guitarra y cantar, siendo costumbre de su familia el aprender a tocar instrumentos.

Una joven mujer de adormilada mirada, que camina por la vida como si flotara y siempre mirando hacia el frente, esperando el brillante futuro por el que trabaja día a día. A simple vista, se ve segura de sí, elegante y delicada, con suaves movimientos e igual de suave su voz al expresarse, afable de imagen y de trato, al punto de parecer más un reflejo más que una persona real, como si estuviese salida de un cuento de hadas donde ella es una fina princesa que espera a su príncipe que la despierte de su ensueño en vida... mas guarda con ella un genio interesante, conocimientos de varias ramas por lo que nunca le faltará un tema de plática y atrayente carácter, sumándole que, por muy irreal que parezca, es una mujer que siempre estará dispuesta a hablar contigo, seas quién seas; un rey o un vagabundo, un niño o un adulto, pues ella a nadie le negará la palabra ni mucho menos la ayuda de ser pedida y necesitada.

Además, no se puede olvidar lo versátil que es de pensamiento, lo abierta de mente que es y el hecho de que, a sus ojos, todos merezcan la misma oportunidad, aun si no eres el mejor de mejores. Es muy confiada y un poco distraída con el plano físico, pues su enfoque es más social-emotivo, pudiendo notar falencias y malestares en la gente a simple vista. Y aun si el mundo se cae a sus pies, ella no se dará cuenta por tener su cabeza en sus pensamientos y metas, además de quién esté cerca suyo. Curioso es que, a pesar de ésto, sea una mujer firme de creencias y en decisiones, las cuales piensa y al ser tomadas, respeta. Justa como ella sola, tiene una brújula moral algo extraña pero buena y una mano para dirigir masas totalmente inesperada en su persona.

Nacida en París, Francia, hija de un brujo y bibliotecario y una ama de casa llamada Rebecca. Un año aprox. después de nacer, su madre engañó a su padre con un hombre salido de la nada y de la unión resultan varias cosas: el divorcio del matrimonio, el tener que emigrar a otro país y la concepción de un pequeño bastardo llamado Marion. Su hermano nació en Canadá. Su padre Wolfgang se daba el tiempo de ir a visitarla al menos una vez al mes a pesar de vivir en otro país, llevando regalos a los dos niños. Rose recuerda eso muy bien.

Lo cierto es que una de las primeras memorias que ella tiene es estar en la Casa grande de ventanales de cristal, sentada con su hermanito en una ventana, arreglada ya y esperando a que su padre fuera a buscarla para salir y pasear en la ciudad, típico régimen de visitas impuesto para que ella no perdiese el contacto con la figura paterna. Siempre mimaba a su hermano diciéndole que le traería algo. Rose quiso llevar al pequeño con ella muchas veces, para que conociera a su papá, pero Rebecca, madre tirana, decía que no: le daba rabia tener un error viviendo con ellas, y saber que tan buen hombre pudo haber sido el padre de aquél niño que no tenía la culpa de nada, pero a quién ella inculpaba por arruinar su vida. Rose desde pequeña supo que no era así, que su madre tuvo la culpa, pero nunca dijo nada.

Rebecca nunca dio el permiso. Y un día, el padre de Rose, venerado hombre por su hija, le dejó una carta diciéndole que no podrían volver a verse dentro de muchos años. Sin embargo, a Rebecca no le importó, porque su ex marido siempre pagó a tiempo la manutención de su hija, y nunca supo que a pesar de esa carta, ni Rose ni Marion perdieron el contacto con el hombre jamás, escribiéndose cartas cada cierto tiempo, donde el padre de la niña les mandaba regalos extras que aún hoy ellos mantienen en la Casa grande de ventanales de Cristal. La madre tampoco se enteró jamás que su niña, detrás de sus espaldas, comenzaba a aprender magia.

Rose creció, su hermanito también, y ya cuando entraron a la escuela empezaron los problemas. Rebecca empezó a trabajar a tiempo completo y fue Rose quién crió a su hermanito, haciendo de hermana y casi de madre aún de chiquita siendo tan solo un año y un poco más mayor que el niño de ojos de cristal. Lo difícil era que ella, aparte de eso, debía cumplir con sus deberes estudiantiles, que la madre le exigía sin decirlo - y continuar sus estudios independientes sobre magia y hechicería; su infancia quedó marcada por un cansancio que aún trae hoy en sus ojos adormilados. En la escuela tuvo problemas debido a sus buenas calificaciones y tranquila actitud, terminando en que sus compañeros la buscaran para molestarla siempre que pudiesen. Ella inalterable siguió adelante, aguantando por mucho tiempo las actitudes malintencionadas de los niños -y más tarde adolescentes- que la buscaban como blanco de bromas pesadas. Nunca faltó el momento en que fue Marion quién trató de detenerlos, pues Rebecca brillaba por su ausencia y no es como si la misma Rose diese un aviso para que se detuvieran. Creció entonces con la posibilidad de que siempre alguien podría meterse con ella y cansada de tratar de arreglarlo, lo aceptó como un hecho y siguió hacia delante, resultando en que sus iguales se enojaran por su indiferencia - y amabilidad. Rose nunca los trató mal de vuelta. Eran niños, y ella tenía cosas más importantes por las que preocuparse, como su hermano, que se empezaba a rebelar y caminar por malos senderos, o el que su mamá se enfermara y póstumo a eso, muriese por su enfermedad.

En la Universidad las cosas cambiaron. Aunque Rose siguió su vida, con calificaciones excelentes, algunos excompañeros de escuela y ahora de universidad seguían molestándola, pero otros empezaron a creer que enserio era alguna especie de princesa o persona importante por el aire que desprendía... Todavía hoy. El cambio más significativo fue que enamoró de un londinense que llegó de intercambio y que solo por ella terminó quedándose en Canadá.

Después de la llegada de Leonardo a su vida, múltiples cosas pasaron, pero todo fue para mejor. Se graduó con honores, se casó con el amor de su vida, tuvieron una hija y su familia se extendió cuando su padre volvió por fin después de muchos años. Su hermano corrigió sus andadas y múltiples errores cometidos, y aunque descubrieron orígenes densos de la rama familiar en la que estaban, Rose pronto se dio cuenta que una infancia solitaria en una casa demasiado grande se veía opacada pronto por una vida acompañada de una gran familia que ocupaba de buena manera su casa, y su corazón. Su vida florecía por fin en pura felicidad después de años, y Rose está decidida a que se mantenga así.

En la actualidad, es la alcalde de la ciudad en la que recide, haciendo uso de sus múltiples estudios para hacer de ésta un mejor lugar para su familia y sus residentes.