Guonyu (Español)

adricarra

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2 months, 11 days ago
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adricarra
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Profile


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Guonyu

Un shivari druida de avanzada edad que antaño trabajó como mercenario.

Personalidad

Un anciano shivari de 67 años. Es un druida muy inteligente y sabio que ha dedicado gran parte de su vida a la búsqueda del conocimiento. Se toma muy en serio sus investigaciones y le molesta cuando alguien lo interrumpe en mitad de una tarea. Como maestro es estricto, impaciente y crítico, señalando cada pequeño error que se cometa.

No se muestra demasiado amigable con la gente, frecuentemente percibido como una persona gruñona y huraña. Disfruta más de la soledad que de la compañía de la gente, razón por la que actualmente vive como un ermitaño en lo profundo de un bosque.

A pesar de su actitud borde, sus viejas amistades consiguen suavizar ligeramente su carácter y es susceptible a que lo persuadan para ayudarles en situaciones específicas, pese a aceptarlo a regañadientes. Aunque nunca lo admitirá abiertamente, en el fondo se preocupa por ellos.

Historia

Guonyu es originario de un poblado shivari de druidas, con su aldea localizada en el corazón de un bosque en Firia. Desde pequeño le enseñaron a respetar la naturaleza y le instruyeron las bases de la magia druídica, con las que mostró un claro talento. Siempre fue un niño curioso con ansia por el aprendizaje que pasaba las tardes enteras rodeado de libros. Disfrutaba más en compañía de los adultos que de otros niños, por lo que nunca tuvo muchos amigos dentro de su aldea.

Cuando el shivari llegó a la edad adulta, decidió emprender un viaje para conocer el mundo y ampliar sus conocimientos. Para un joven que había pasado toda la vida en su aldea, cada pequeña cosa del mundo exterior resultaba fascinante. Visitó algunas de las mayores ciudades del mundo, pasando gran parte de su tiempo entre los libros de las bibliotecas. Pese a no ser muy social, pudo conocer a otros eruditos como él y aprender de ellos.

Su viaje le acabó llevando hasta la zona oeste del continente de Aesuria. Había escuchado en la última ciudad donde se alojó sobre unas ruinas antiguas que se encontraban en lo profundo de un bosque de la región. Sin embargo, se trataba presuntamente de una zona bastante peligrosa, y aunque Guonyu sabía defenderse con sus artes druídicas y dominio de la forma salvaje, dirigirse allí totalmente solo no parecía ser la forma de actuar más recomendable. Tras sopesar sus opciones, decidió acudir a un gremio de mercenarios cercano para contratar una escolta que lo acompañara.

Para sorpresa del shivari, el propio jefe del gremio, un elfo llamado Nordock, también parecía llevar tiempo interesado en las ruinas que se proponía visitar. Aunque no sabía mucho sobre el funcionamiento de los gremios de mercenarios, no parecía muy común que el propio líder quisiera unirse a una expedición cualquiera. Pero mientras pudiera llegar a salvo y estudiar las ruinas sin contratiempos, no le importaba quién lo acompañara. Además del elfo, un joven humano llamado Markus y varios hombres más se reunieron para partir hacia la arboleda.

El viaje hacia la ruinas transcurrió sin mayores contratiempos. Tuvieron que luchar contra bestias en varias ocasiones, pero el grupo que habían formado se las pudo arreglar con buenos resultados. Los mercenarios aprovecharon para descansar mientras investigaba los restos del edificio, siendo Nordock el único que lo acompañaba activamente. A pesar de parecer un hombre relajado, se le veía genuinamente interesado en los apuntes de Guonyu. Mientras no lo molestara, podía hacer lo que quisiera.

El grupo decidió acampar aquella noche en las ruinas, y volvieron más tranquilamente al gremio al día siguiente. Satisfecho, el shivari pagó por los servicios proporcionados y se dispuso a continuar su viaje. No obstante, cuando se dio la vuelta, se topó con un elfo familiar. Nordock se acercó al joven y le preguntó si no estaría por un casual buscando trabajo. Comentó que un erudito bien formado y con unas dotes druídicas como las que había mostrado le sería de mucha utilidad al gremio. Guonyu ya se disponía a rechazar la oferta, cuando el hombre le mencionó que conocía la localización de más ruinas y lugares de interés como el que habían visitado el día anterior, y que estaría encantado de proporcionarle hombres y equipo para investigarlos. El shivari se quedó callado por un momento, observando al hombre enfrente suyo. No le interesaba lo más mínimo el trabajo de mercenario, pero la oferta le resultaba ciertamente interesante. También debía reconocer que no disponía de tantos fondos como le gustaría, menos aún después de su última transacción, por lo que el dinero extra era agradecido. Con un pequeño suspiro, aceptó la oferta de su ahora nuevo jefe.

Guonyu comenzó así su nueva vida como mercenario. Debía reconocer que no era tan horrible como esperaba inicialmente, pero resultaba molesto el que frecuentemente discutiera con algunos de sus compañeros, en especial con el joven Markus. Sus formas de pensar entraban en conflicto con facilidad, y el que ambos tuvieran un fuerte carácter no ayudaba en absoluto. A menudo sus otros compañeros de grupo, Narael y Stellan, se veían obligados a mediar para calmarlos. Sin embargo, con el paso del tiempo sus lazos se fueron reforzando, y aquellos desconocidos se acabarían convirtiendo en camaradas en los que podría confiar su propia vida. Aquel grupo acabaría forjándose un nombre que se extendería a lo largo de la región, ganando una gran fama.

Pero nada dura para siempre, y los años no pasan en balde. Tras unos veinte años sirviendo en el gremio, Markus decidió retirarse de la vida de mercenario. Aquello dejó al shivari pensativo, y acabó siguiendo sus pasos no mucho tiempo después. Debía reconocer que había sido entretenido compartir ese tiempo con sus compañeros, pero también tenía otros objetivos en la vida que el ajetreado trabajo en el gremio no le permitía explorar. Tras viajar por su cuenta durante unos pocos años más, acabó instalándose en lo profundo de un bosque de Aesuria. En su pequeña casa árbol, podría retomar sus investigaciones sin que nadie lo molestara.

Años más tarde, Guonyu se vio sorprendido por una visita de su viejo amigo Markus. Nunca habían perdido el contacto, incluso cada cierto tiempo se reunían, pero era inusual que alguien se dirigiera directamente a su casa. Al parecer, Markus quería pedirle al shivari que le enseñara a su hija adoptiva, Naoko, a utilizar la magia druídica. Guonyu se negó directamente, nunca había actuado como docente y no tenía ninguna intención de hacer de niñera. El viejo humano le insistió, diciendo que la joven tenía una gran conexión con la naturaleza y que no habría otro que pudiera enseñarle tan bien como él. Eventualmente, las palabras de su antiguo compañero acabaron por convencer al druida, que simplemente accedió de manera reticente.

La joven Naoko era una shivari, igual que él. La energía de la chica le resultaba agotadora al anciano Guonyu, no obstante no perdería la paciencia con tanta facilidad. La gata parecía genuinamente interesada en aprender más sobre la naturaleza, con suerte no le daría muchos problemas… o eso pensaba. Naoko no era la persona más brillante que había conocido, y enseñarle a usar magia resultó ser una prueba más complicada de lo que se imaginó. En varias ocasiones llegó a considerar fuertemente el expulsarla de vuelta a su hogar, pero no podía negar que la mujer le ponía esfuerzo. Decidió aguantar un poco más y darle otra oportunidad, con la que el anciano shivari se vería finalmente recompensado. Tras varios años de entrenamiento, Naoko por fin podía considerarse una druida en condiciones. Por supuesto, aún tenía un largo camino por delante si quería llegar a dominar el arte de la magia druídica, pero el continuar su entrenamiento dependía únicamente de ella desde aquel momento.

Una vez se despidió de la joven, Guonyu pudo por fin concentrarse de nuevo en sus investigaciones. Tras haber acogido durante varios años a una persona tan ruidosa, resultaba casi extraño lo silencioso que se encontraba su hogar. Después del gran favor que le había hecho, Markus tenía una gran deuda con él que se aseguraría de cobrar algún día.

Apariencia

  • Color de pelo Rubio oscuro
  • Color de ojos Verde
  • Color de piel Clara
  • Altura 171 cm

Guonyu es un shivari de avanzada edad de piel clara, ojos verdes y cabello largo y ondulado de color rubio oscuro. También lleva una barba larga recogida con una trenza. Es de estatura media para su raza y tiene una complexión delgada.

Viste con túnicas de los colores del bosque, adornados con elementos como hojas. Porta un bastón de madera para realizar sus hechizos y rituales.

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