Ciudad de Orth


Authors
Mesteres
Published
2 years, 9 months ago
Updated
2 years, 6 months ago
Stats
9 54103

Entry 3
Published 2 years, 9 months ago
10506

11 de octubre ~ 23 de octubre

Theme Lighter Light Dark Darker Reset
Text Serif Sans Serif Reset
Text Size Reset

﹂ 𝐏𝐫𝐞𝐠𝐮𝐧𝐭𝐚𝐬


Preguntas

deov8ur-03f47c0e-91ff-472c-86b3-1e99fc31
Hugh Carpenter

Por lo general, Hugh era una persona casera. No sólo era introvertido hasta cierto nivel, sino que tenía una rutina de amo de casa en la que siempre estaba limpiando, arreglando o cocinando algo en su hogar. Eso sí, desde que había perdido a su esposa y a su hija ya no tenía mucho que hacer. Ya no había una niña que dejase cosas tiradas por doquier. Ya no había una mujer que llegaba a casa cansada y hambrienta. Estaba sólo él.

Jamás pensó que echaría de menos el desastre que traían dos personas. El luto era algo curioso.

En todo caso, las tareas del día las había terminado pronto. Muy pronto. Y fue por esa razón que había salido para dirigirse al mirador de Orth. Había elegido ese lugar en específico porque le permitía ver ciertas zonas de la primera capa del abismo sin necesidad de bajar; y, sabiendo que pronto tendría que explorar ese lugar junto a otros desconocidos, lo mejor sería hacerse una ligera idea de cómo era.

Ahora que lo pensaba, no había ido a aquella reunión que la organizadora planeó para los de la Operación: Descenso Final.

El hombre se apoyó en el muro de piedra del mirador y miró abajo con ayuda de un pequeño telescopio, sus ojos inquietos revisando todo lo que los huecos entre las nubes le permitían entrever.

deoutms-cb7f6cd0-faa8-4c85-b090-e113c6e5
Su Hua

Aquel día había salido muy temprano de sus prácticas. Su mente iba de un lado a otro con una ansiedad que hacía mover sus dedos mientras caminaba, como si de un tic nervioso se tratara.

Pensar en el viaje siempre le generaba emoción, sin embargo mientras el día se acercaba, la sensación de miedo con la cual había luchado tanto se asomaba a atormentarla los últimos días antes de su descenso.

Su miedo no era por el abismo, si no en su capacidad para sobrevivir en este. La exigencia que había predispuesto en su persona era algo con lo cual luchaba desde que su madre se había ido, su forma de llevar un rencor que se había adherido a si, se volvía en contra de manera silenciosa, incapaz de hablarlo con alguien e intentándolo usar como un tipo de fortaleza.

Sin embargo hoy estaba agotada. Lo más sano seguramente sería charlarlo con alguien de confianza, en una conversación que podría volverse entre las ultimas que tendría con alguno de ellos.

Tercamente prefirió caminar por las calles del pueblo, hasta terminar en el mirador. Al llegar allí vio que lastimosamente había alguien más, como era costumbre suya intentó no molestar, ya que al dar una rápida mirada el hombre parecía estar ocupado en sus asuntos, y simplemente se puso de manera incomoda a unos pasos de este, para poder observar también el lugar que la devoraría muy pronto.

Su idea era simplemente observar y relajarse, sin embargo al tener alguien al lado solo podía pensar en eso, maldecía un poco, a pesar de que el pobre hombre no tenía culpa alguna(?

Si lo hubiera observado mejor tal vez hubiera notado el silbato en su cuello, pero al estar tan centrada en su propio revoltijo mental ni le prestó atención, menos aun al no haberlo visto en la reunión, de haber sido lo contrario tal vez...tal vez se hubiera acercado.

deov8ur-03f47c0e-91ff-472c-86b3-1e99fc31
Hugh Carpenter

Él, por su parte, no le había prestado mucha atención a la nueva presencia en el mirador; si bien era consciente de que una desconocida estaba allí, tampoco era algo a lo que hacerle caso. Estaban en una zona comunitaria. Lo normal era que personas fuesen y viniesen. Por ende, siguió a lo suyo.

No fue hasta unos segundos más tarde que Hugh notó que se había formado un ambiente extraño por alguna razón. Casi se podría decir que era incómodo. Fue entonces que miró de reojo a la persona que estaba a su lado y se percató de que era una chica muy joven.

Hugh tenía sus años y ya había aprendido que a las mujeres no les gustaba estar cerca de hombres de mayor edad. No le hacía mucha gracia sentirse como un criminal sin haber hecho nada, pero entendía los sentimientos de ellas.

Así pues, optó por dar unos pasos a un lado para darle espacio a la muchacha. Pero tuvo la mala suerte de no haber visto una piedra bastante grande, por lo que tuvo un ligero traspiés; recuperó el equilibrio muy rápidamente, pero el susto le hizo soltar su telescopio. El objeto cayó del mirador al abismo, decidido a volverse delver antes que él:

— Adiós... — Susurró, bajando los hombros en derrota.

deoutms-cb7f6cd0-faa8-4c85-b090-e113c6e5
Su Hua

Al tener los sentidos tan alerta por tener a esa persona a su lado pudo notar como se alejaba. Su mente rápidamente comenzó a sobrepensar esa reacción por parte del hombre, dando las mil y un posibilidades por las cuales se había alejado, incluso se preguntó si olía mal, aunque eso era imposible, se había duchado hace no mucho (?

Mientras su cabeza la atormentaba de manera innecesaria la otra persona tuvo un ligero accidente, el sonido hizo que girara la cabeza, viendo así como el telescopio caía a la profundidad del abismo. Era la segunda vez esta semana que veía un hombre adulto dejar caer algo de manera torpe, al menos aquella persona no había caído, de por si era bastante peligrosa esa posibilidad teniendo en cuenta donde se encontraban.

— ¿Se encuentra bien? — preguntaría por educación, muy a pesar de que se veía perfectamente.

deov8ur-03f47c0e-91ff-472c-86b3-1e99fc31
Hugh Carpenter

No servía de nada llorar sobre leche derramada, así que tan pronto como perdió su telescopio de vista Hugh dejó de darle importancia al asunto. Aunque, justo mientras pensaba aquello, una repentina voz le sacó del trance; fue tan inesperado para él que el hombre no fue capaz de pensar dos veces su respuesta:

— No, me encuentro en el mirador.

... Era un poco ridículo que reaccionase ante un susto con un chiste malo, pero así eran las cosas. Se recompuso rápidamente:

— Estoy bien. No había visto la piedra. — Dijo, señalando con la mirada al culpable de su tropiezo. — Gracias.

deoutms-cb7f6cd0-faa8-4c85-b090-e113c6e5
Su Hua

—...— El chiste fue tan malo que incluso sintió un leve dolor en el pecho. A su vez pensó en su padre y, a pesar de que el hombre solo había dicho 6 palabras, sentía que se llevarian bien... podía decir que era mera intuición y el humor en el culo que compartían ambos.

Intentó sonreí un poco por educación, pero seguramente lo máximo que pudo obtener fue una mueca extraña.

— Oh, al menos retomó el equilibrio con facilidad, pudo haber sido muy peligroso — observó la visión que le daba el mirador y los muchos muchos metros que había hacia abajo.

— De...nada — solo había preguntado, tampoco había hecho la gran cosa, de haber dado un paso en falso lo único que hubiera podido hacer es ver su triste destino.

Al poder verlo mejor logró notar que tenía un silbato rojo, algo bastante peculiar para la edad que parecía tener.

— ¿Desde cuando eres delver? — ya que habían empezado a hablar aprovecharía para ser algo chismosa y sacarse la duda. Parecía alguien agradable al menos.

deov8ur-03f47c0e-91ff-472c-86b3-1e99fc31
Hugh Carpenter

Quiso decir que sería bastante ridículo no haber retomado el equilibrio cuando sólo era una piedra y aparte el muro tenía buena altura, mas optó por ahorrárselo. Tan sólo asintió. Pensó que el tema se zanjaría ahí, pero, para su sorpresa, la chica hizo conversación. Hugh lo tomó como permiso para charlar más:

— Poco más de un año. — Dijo, mirando su propio silbato. — Aunque bajaré al fondo en unos días.

Después, notó que la contraria también tenía un objeto similar colgando del cuello. Quiso preguntarle indirectamente sus razones para elegir tal ocupación:

— ¿Te gusta el abismo?

deoutms-cb7f6cd0-faa8-4c85-b090-e113c6e5
Su Hua

No se esperaba que el hombre también fuera a bajar con los demás al abismo, pero bueno, imaginaba que no todo el mundo había podido ir a la reunión.

— Yo también bajaré en unos días, entonces seremos compañeros muy pronto... Mi nombre es Su Hua ¿Cual es el suyo? — Se notaba el cambio al saber que bajarían juntos, quería seguir el consejo de su tía de ir conociendo a sus compañeros, aunque no hizo muy bien ese trabajo en la reunión, al menos podía tener esta oportunidad.

— hmm — se quedó pensando esa pregunta, era más compleja de lo que parecía — le tengo respeto, y como algunos... Me causa la curiosidad suficiente como para arriesgar mi vida — Sentía que decir que le gustaba era demasiado, era un lugar tan hermoso, pero tan cruel a la vez, le daba una sensación extraña siempre que pensaba en esos miles de kilómetros hacia abajo.

deov8ur-03f47c0e-91ff-472c-86b3-1e99fc31
Hugh Carpenter

Tardó unos segundos en procesar lo que le acababa de decir la muchacha, pues no había ligado el "bajar en unos días" con ser parte de la operación Descenso Final. Cuando al fin hizo sinapsis, abrió ligeramente los ojos a la par que giró su cuerpo para encararla mejor, abriéndose más a la conversación:

— Qué casualidad. — Dijo. — Yo soy Hugh Carpenter. Un placer.

La sorpresa pronto pasó a amargura. Tal y como Atreia le había dicho, habían niños en el equipo. Su Hua no parecía tener más de 20 años. Ese dato le dejó con una horrible sensación de ardor en la garganta:

— Si te soy honesto, me apena ver a gente tan joven bajar al abismo. Ese agujero no es más que una gigantesca tumba para mi. — Confesó. — Así que espero alcanzar el fondo y que aún estés ahí.

Dicho eso, quería confirmar algo:

— ¿Ya has conocido al resto de compañeros?

deoutms-cb7f6cd0-faa8-4c85-b090-e113c6e5
Su Hua

No se esperaba que el hombre también fuera a bajar con los demás al abismo, pero bueno, imaginaba que no todo el mundo había podido ir a la reunión. — Es un gusto conocerlo — Dijo de forma tranquila, su expresión era bastante neutral mientras hablaban, aunque no se veía incomoda como hace un rato.

— Al abismo no le importa mucho la edad, llamará a cualquiera que se sienta atraído a sus profundidades. Sin embargo es entendible que se sienta así...Mi padre a buscado todas las formas para decirme que no baje, aunque como puede ver no ha tenido mucho éxito — asintió una vez, mirando luego hacía donde estaba ese enorme agujero a la mitad del pueblo

— Yo espero lo mismo, vamos a dar nuestro mejor esfuerzo — Se escuchaba bastante determinada al decir esto, aunque sabía que aquello era un simple deseo y la meta era bastante borrosa en este momento. Volvió su mirada al señor Carpenter.

— Si, al menos pude conocer las caras de la mayoría en la reunión que hubo en la taberna — Aparte de eso ni siquiera supo nombres, pero bueno, ya tendrá un largo tiempo para aprendérselos

deov8ur-03f47c0e-91ff-472c-86b3-1e99fc31
Hugh Carpenter

— La mujer que más quiere un hombre es su hija. — Dijo, nostálgico. — Espero que te hayas empezado a despedir de él y le hayas dicho todo lo que jamás pudiste confesarle antes.

No pudo evitar recordar a su propia niña, a su Keira. En su día no le había dado importancia que ella se hiciera delver, pues era ignorante de los peligros del abismo; pero, al final, aprendió lo que significaba bajar a ese agujero el día que Keira murió en él.

Y ahora sabía que había otro padre que amaba a otra hija delver. Sintió un gran sentido de la responsabilidad por Su Hua. Y se puso a sí mismo un nuevo objetivo: No permitiría que ningún familiar derramase las mismas lágrimas que él lloró años atrás. Todos los niños del equipo alcanzarían la última capa vivos:

— No pude ir a esa reunión. ¿Cuántos seremos? — "¿A cuántos tengo que vigilar? /Tose/"

deoutms-cb7f6cd0-faa8-4c85-b090-e113c6e5
Su Hua

Se volvió a sentir incomoda de nuevo, porque podía sentir que había tocado algo en el corazón del hombre(?

— Si, lo he hecho — Bueno, realmente decirle no, pero algo había contado. Sin embargo no es un tema que iba a conversar con una persona que acaba de conocer.

— Pues ...— se puso a pensar en las personas que estuvieron — habre visto a cinco chicos más, pero no puedo decir que seremos solo esos, después de todo pudieron faltar varios a la reunión — ¿habrá algún delver mayor aparte de Hugh? Que apenas haya decidido adentrarse al abismos a esta edad, porque sin contar a Atreia y Norman, todos se veían bastante jóvenes. Esperaba que no hubieran más como el chico que casi se agarra de las greñas con Atreia (?

deov8ur-03f47c0e-91ff-472c-86b3-1e99fc31
Hugh Carpenter

Se quedó satisfecho con la respuesta de la chica, pasando entonces a escuchar lo que le contaba sobre la reunión. Aunque mucho no le estaba diciendo. A decir verdad, le estaba costando un poco mantener una conversación con ella. No sabía ya de qué hilo tirar:

— Si eso es cierto me sentiré menos culpable por no haber asistido.

... Ya está. Ya se había quedado sin temas de conversación. Se inclinó sobre el muro para ver el abismo y pensar en qué más podría decir, lamentando ser de esas personas que preferían escuchar a hablar. Que difícil era todo:

— ¿Conoces bien la primera capa? — "Verborrea sobre algo, te lo suplico". — Apenas he tenido tiempo para explorarla por mi mismo.

deoutms-cb7f6cd0-faa8-4c85-b090-e113c6e5
Su Hua

Ella se acerco también al muro, pero siguió mirando a Hugh por educación, ella no estaba pensando mucho en como seguir la conversación, si el otro se quedaba sin hablar seguro buscaría alguna excusa para irse luego(?

— He ido algunas veces, aunque no siento que la conozca tan bien — Respondió modestamente para luego llevar su mirada al abismo nuevamente.

Se quedo pensando en cualquier cosa nuevamente. Tenía cierta curiosidad por saber porque Hugh se había hecho delver a esa edad, pero se sentía algo metida preguntando, así que la pregunta solo rondaba nerviosamente por su cabeza (? jugaba con sus dedos, pensando si ya era momento de evacuar.

deousqe-27dd2f0d-f27d-47ec-abda-a731ec16
Atreia Langley

Tenía una resaca de tres pares de cojones. Había salido a dar una vuelta pensando que ayudaría a mejorar la tormenta de su cabeza. ¿Bebió demasiado? Sí. ¿Se arrepentía? En absoluto. Ya estaba acostumbrada.

Se podía notar a plena vista que se tambaleaba ligeramente al andar. Normalmente Norman le daba medicación para la resaca pero no había ni rastro del chico, le había ido a buscar a la botica pero solo encontró a su madre, quien le informó que el joven había salido a hacer unos recados.

Bostezó y estiró los brazos hacia arriba, estaba exhausta. Al menos ya había conocido a uno de los integrantes del grupo de descenso. Tenía curiosidad por cómo serían los demás. Desde luego en la reunión no se llevó muy buena impresión de algunos; especialmente de uno de los adolescentes.

Conforme proseguía su caminata por las calles de Orth, en la distancia vio el mirador junto a dos figuras; una femenina y una masculina. Cuanto más cerca estaba más reconocía a una de las personas, era su nuevo compañero de copas y una chica de lacio pelo negro. Tenía la sensación de haberla visto, pero ahora mismo no conseguía hacer memoria.

—Vaya, vaya, pero a quien tenemos aquí—habló en voz alta mientras seguía acercándose—¿Cómo tú por aquí Hugh? Pensé que el whiskey de ayer te dejaría postrado en cama el día entero—bromeó.

Posó las manos sobre sus caderas y miró a la joven. Achinó los ojos para fijarse bien en sus facciones. Estaba casi segura de haberla visto el día de la reunión.

—¿Y tú quien eres?—le preguntó a la pelinegra—¿Nos conocemos de algo? Me suena mucho tu cara.

deov8ur-03f47c0e-91ff-472c-86b3-1e99fc31
Hugh Carpenter

— Tengo entendido que todos somos silbatos roj-

Su frase fue interrumpida por una súbita voz. Hugh se dio la vuelta para ver quién le hablaba, descubriendo así que era su futura guía. Qué sorpresa. El hombre le dedicó una sutil sonrisa y una pequeña reverencia con la cabeza:

— Atreia. — Saludó. — ¿Dices el whiskey que te bebiste tú?

Vio entonces cómo la mujer se quedó mirando a Su Hua como un sheriff y cómo le hizo aquella pregunta. Sabiendo que la joven había asistido a la reunión, asumió que Atreia se había olvidado completamente de la cara de la muchacha. A decir verdad, eso le daba risa. Pero no dejó que eso se notase en su faz. Solo esperó a que la propia Su Hua respondiese.

deoutms-cb7f6cd0-faa8-4c85-b090-e113c6e5
Su Hua

La conversación que tenían fue interrumpida por alguien. No pensó encontrarse de nuevo a Atreia hasta el día del descenso, pero esperó el momento adecuado para saludarla con educación, curiosamente a pesar de las actitudes que ha visto en su futura guía, seguía viéndola con respeto, no era quien para juzgarla por su forma de ser medio ojete(?? aunque fuera molesta en ocasiones, como lo que pasó con Dylan cof(?

Se le hizo curioso que ambos adultos se conocieran, parecían amigos ¿sería su pase para irse? ¿o sería arrastrada a la conversación? lo averiguaremos.

— Mi nombre es Su Hua, estoy inscrita a la operación del descenso final, supongo que recuerda haberme visto en la taberna. Es un gusto verla — Dijo de forma educada, girando un poco la cabeza luego para ignorar el olor a whiskey de la mujer, aun luchaba para verla como una persona competente(??

deousqe-27dd2f0d-f27d-47ec-abda-a731ec16
Atreia Langley

Sonrió con bravuconería y orgullo ante la respuesta del hombre. Había sido su victoria arrebatarle el vaso de alcohol aquella noche. Y también su venganza por ponerle en contra al camarero.

—Bueno, pero algún trago llegaste a tomar, ¿no?—contestó—siempre podemos repetir.

Observó atentamente a la joven de cabellos oscuros a la espera de que se presentara. Cuando le mencionó verla en la taberna no caía en qué momento exactamente.

—¿Ehhh....? Ah, sí, claro, sí. En la taberna. Sí, es verdad, sí.—farfulló rascándose la nuca. No, no se acordaba—¿Vas a bajar al abismo? ¿No eres demasiado joven? Entre todos me vais a dar un disgusto, va a parecer que estoy en una excursión de la guardería.

A pesar de que ya sabía que el grupo estaba lleno de jóvenes le encantaba seguir haciéndoles la misma coña a todos los que se encontraba. Se cruzó de brazos y se acercó mientras tanto al borde del mirador para echar una ojeada a las vistas.

deov8ur-03f47c0e-91ff-472c-86b3-1e99fc31
Hugh Carpenter

Un trago... Había sido capaz de tomar exactamente dos. No sabía si arrepentirse de no haberlo bebido todo antes de que ella se lo robase o si alegrarse de no haber tenido que beber aquel horrible whiskey él. Quiso rechazar su invitación, pero... Se había divertido la otra noche. Bah. Otro día de copas no haría daño a nadie:

— Cuando quieras.

Vio entonces cómo Su Hua respondía a la pregunta de la mujer y cómo ésta última disimulaba en vano su confusión. Hugh no pudo más. Apoyó la mano sobre el muro y soltó una risa ahogada. Luego, volvió a mirarlas a ambas:

— En la reunión de iniciación, Atreia. — Intervino.

Ante la broma de la guía, el hombre recordó aquellos uniformes tan típicos de Japón, donde los niños pequeños llevaban esos sombreritos color pollo tan adorables. Ese pensamiento le provocó una sonrisa ladeada:

— Y todos llevarán cascos amarillos... Sí, será una guardería.

deoutms-cb7f6cd0-faa8-4c85-b090-e113c6e5
Su Hua

Dos adultos hablando de alcohol, nada magnifico de apreciar.

Intentó no poner mala cara cuando notó que Atreia no se acordaba para nada, aunque el ceño fruncido vino al denotar lo joven que era, pues ¿la mayoría no tenía una edad que oscilaba a la suya? el único raro que seguramente le doblaba la edad a la mayoría era Hugh.

— Siento que estoy en una edad competente para bajar — Dijo como la aguafiestas que era, podía tomárselo en gracia, pero mantenía el chip que estaba en frente de su líder, por mucho que la broma hubiera provenido de ella.

Pero al parecer la broma la seguiría el otro hombre, un suave hmp salió de sus labios por puro disgusto, sin embargo no tenía nada para responder, mantenía su postura orgullosa intentando parecer que no le importaba, aunque por dentro flotaran comentarios groseros hacía la peliblanca (?

deousqe-27dd2f0d-f27d-47ec-abda-a731ec16
Atreia Langley

Se llevó la mano a los labios y alzó las cejas ocultando una sonrisa perversa. Ya tenía a quién secuestrar las últimas noches para no pasarlas en los bares cual vieja alcohólica solitaria. Cosa que ya hacía a menudo, pero si había alguien al lado al menos no parecía tan mayor y ajada.

—No me des ideas Hugh, heh. A no ser que quieras arrepentirte y bajar al abismo con vómitos. Y no precisamente por la maldición de ascenso—advirtió.

Observó atentamente a la joven de cabellos oscuros a la espera de que se presentara. Cuando le mencionó verla en la taberna no caía en qué momento exactamente.Cuando el hombre la ayudó a recordar chocó suavemente su puño derecho sobre la palma de su mano izquierda.

—Es verdad, eso. Ya lo había olvidado.

No pudo evitar soltar una risotada al escuchar la respuesta de la jovencita de pelo negro. Con las manos posadas sobre sus caderas se agachó un poco para ponerse a la altura de Su Hua.

—No hay ninguna edad competente para bajar Su Hua—le rebatió—crees que sí, pero no funciona así. Tal vez parezca estúpido, pero no te acostumbras nunca.

Y finalmente sonrió cerrando los ojos. Tenía curiosidad por cuánto tiempo duraría el orgullo y la valentía de los chicos y chicas como Su Hua; eran sus "especímenes" más interesantes, al igual que el adolescente que le tiró bebida en la reunión.

—Sí, y llevarán también las mochilitas rojas llenas de lápices que luego van a perder en el colegio, excepto que a lo mejor no pierden solo los lápices—contestó siguiéndole el juego.

deov8ur-03f47c0e-91ff-472c-86b3-1e99fc31
Hugh Carpenter

La advertencia provocó que los labios del hombre se curvaran en una leve sonrisa. Le resultaba adorable. Era lindo que ella pensase que alguno de los dos acabarían como adolescentes en un botellón si Hugh estaba incluido en el grupo. Si había alguien que conocía el control, era él. Sabía cuándo dejar de tomar:

— Esos serán muchos camareros con los que compincharme. — Bromeó.

Rió por lo bajo al ver sus gestos cuando al fin recordó dónde había conocido a Su Hua, pero más divertidas le parecieron las reacciones ofendidas de la menor. Se sentía como en un circo. Era muy consciente que hacer chistes sobre lo joven que era Su Hua sólo la iba a molestar, pero... No podía contenerse con Atreia al lado:

— Les daremos dibujitos de mandíbulas carmesí para que los coloreen. — Dijo, conteniendo la risa. — Quien se salga menos de las líneas obtendrá una pegatina de estrella. ¿Te hace ilusión, Su Hua?

deoutms-cb7f6cd0-faa8-4c85-b090-e113c6e5
Su Hua

Aunque la otra se reía de sus palabras ella se mantenía con su expresión sería, parecía bastante convencida de lo que acababa de soltar, a pesar de haber sido a medio impulso, producto de los chistes de aquellos dos adultos.

Miro fijamente los ojos ambar de Atreia, escuchando atentamente sus palabras pero haciendo como si no le afectaran para nada.

— No suena estúpido, se que lo que dice tiene sentido, aun así mantengo lo que dije — Si bien sabía que ningún humano era realmente competente para el abismo, ella tal vez ponía estos pensamientos en su cabeza para aumentar su valor a la hora de bajar. Deseaba y Anhelaba ser competente.

Que los chistes de tratarlos como niños de preescolar siguieran la estaba sacando un poco de sus casillas, sin embargo busco simplemente suspirar — Claro que si, me da mucha ilusión, señor Carpenter, no puedo esperar — Cada palabra fue soltada con el tono mas ácido y contenido que podias escuchar, pero entendía que seguía poniendo malas caras solo iban a continuar... Cómo bullying de escuela, increíble.

deousqe-27dd2f0d-f27d-47ec-abda-a731ec16
Atreia Langley

Soltó un bufido al recordar la conspiración que había hecho a sus espaldas la noche anterior con el camarero. No se había sentido tan estafada en mucho tiempo, mas le resultaba muy gracioso la habilidad del hombre para camelarse al joven de la barra.

—Ya veremos ya, es posible que me la hayas colado una vez, pero la segunda te costará más—volvió a advertirlo con una sonrisa.

La seriedad de Su Hua solo alimentaba la jocosidad de la situación. «Qué chica más curiosa» pensó. Hasta ese momento solo había conocido a un par de integrantes de la expedición, pero ninguno tan serio como ella. Hugh en un principio, pero enseguida se dio cuenta que el hombre sabía bromear. Y el otro... casi prefería no hablar de él.

—Bueno, bueno, me alegra saber que eres firme en tus ideales—contestó de vuelta.—¿Y hay algún motivo que te impulse a bajar? Si se puede saber, claro, sin presiones.

La respuesta de la menor la rejuveneció años. El arisco timbre que había salido de labios de Su Hua era demasiado divertido, casi parecía escupir sus palabras. Sin embargo, al mostrarse tan reacia al chiste decidió no seguir pinchándola.

deov8ur-03f47c0e-91ff-472c-86b3-1e99fc31
Hugh Carpenter

Ante la respuesta de Atreia, el hombre bajó la cabeza para soltar una pequeña risa. No tenía nada más que añadir, así que el tema lleno de chistes internos lo zanjó ahí. Le prestó atención a Su Hua. Al ver cómo ella le respondía el chiste con un tono de voz tan ácido, le entraron unas ganas irremediables de darle unos pats en la cabeza por linda. Pero tan sólo le dedicó una sonrisa:

— Jajaja, lo siento. Sólo quería tomarte un poco el pelo.

Él no había comentado nada de la conversación sobre qué edad era la adecuada para bajar al abismo más que nada porque era la persona menos indicada para opinar. Tan sólo esperó a que Su Hua respondiera la pregunta de Atreia. La verdad era que quería saber. Ojalá la respuesta fuera algo más que "Tengo curiosidad".

deoutms-cb7f6cd0-faa8-4c85-b090-e113c6e5
Su Hua

— Lo se — respondió a Hugh y sin querer puso una mala cara, después de todo el hombre le estaba cayendo bien, pero ahora que sabe lo bien que se lleva con Atreia teme sobre cuantas veces los tendrá haciendo ese tipo de comentarios, esperaba que no mucho.

Ante la pregunta de Atreia se quedo unos segundos en silencio, no esperaba que le preguntara eso ahora, aun así no tenía reparo ninguno en responderle a su líder.

— Desde hace un tiempo el abismo es parte importante para mi...Me siento atraía hacía él, hasta el punto de dejar mi vida en sus capas — Si bien aquella obsesión empezó por un rencor, pronto fue algo que no supo como soltar, ni siquiera el baile le daba tanta fascinación.

La vida simple se le era aburrida y muchas veces cuestionaba las razones por las cuales seguirla, todo aquello que perseguía su madre cuando se fue se le hacia tan inútil y superficial, ella prefería buscar algo que en serio le hiciera sentir que el mundo es asombroso y presentía que todo eso estaba en los muchos kilómetros del abismo. Ahora solo estaba en ella luchar por conocer todo eso que le espera allá abajo, seducir a la muerte y pedirle que le deje disfrutar la vista de la vida un poco más. Podría considerarse algo mal de la cabeza por eso, pero no le importaba, la determinación estaba en sus ojos.

deousqe-27dd2f0d-f27d-47ec-abda-a731ec16
Atreia Langley

Estaba expectante de la respuesta de la pelinegra. Debido a que Norman le imploró no meterse mucho con los demás jóvenes no tuvo la oportunidad de conocerlos bien. Tenía cierta curiosidad por todos, quería saber el motivo que los hizo querer descender al tártaro.

Se llevó una mano a la barbilla escuchando atentamente a Su Hua. Alzó un poco las cejas y volvió a cerrar los ojos esperando a que terminara de contestar. Los volvió a abrir y se apoyó en el mirador de espaldas al muro.

—Anda, pero si no somos tan distintas—respondió primero—¿es difícil, eh? Evitar esa atracción maligna que nos persigue a muchos, es como si te estuviera llamando, susurrándote al oído que bajes y te mueras ahí dentro.

Después miró a Hugh. Él no compartía un afán obsesivo como ellas, sin embargo, Atreia no sabía si le apenaba o agradecía que el hombre también decidiera bajar. Cuando miraba a Su Hua de vuelta, parecía mirarse a sí misma cuando era joven.

—Decidas lo que decidas yo no te voy a detener, pero tampoco puedo prometerte llegar abajo entera—le advirtió—conforme avancemos será peor, y eso imagino que lo sabéis todos. Llegará el momento en el que perderemos a más de uno, espero que podáis asumir esa carga.

deov8ur-03f47c0e-91ff-472c-86b3-1e99fc31
Hugh Carpenter

Escuchó atento y en silencio la respuesta de Su Hua, además de ver cómo Atreia simpatizaba con la menor y le daba la razón. Una mujer y una niña hablando sobre el atractivo del abismo. Esta situación ya la había vivido. Hugh se cruzó de brazos, batallando con una horrible sensación de ardor que se le había formado en la garganta y que no desaparecía por mucha saliva que tragase. Ya no quería estar ahí:

— Hmm...

Hubiese querido mantenerse callado, pero lo último que había dicho la peligris sólo añadió a su mal humor. A la larga, tanta mención a la muerte acababa por desgastar mentalmente. Y Hugh iba a mencionarlo:

— Atreia, me estás deprimiendo. Ser recordado a cada minuto la posibilidad de morir me drena.

Luego, se dirigió a Su Hua:

— Pero tiene razón. Esta incursión será bajar hasta el fondo sin mirar atrás. ¿Segura que prefieres esto, y no ser una delver capaz de volver junto a papá tras cada descenso? — Ahora era él el de las preguntas personales. — Tengo curiosidad. ¿Por qué esta operación en concreto?

deoutms-cb7f6cd0-faa8-4c85-b090-e113c6e5
Su Hua

No esperaba tanta comprensión por parte de la mayor, incluso asintió un povo cuando nombró la "atracción maligna", cuando decía atracción era en serio, ella iba como imán sin una gran razón de peso, como si de un juego se tratase, a pesar de que era consciente de los peligros. Debajo de aquella actitud molesta seguía viendo a una persona bastante interesante, siendo raro de su parte, esperaba poder conocer más sobre Atreia en un futuro.

— Lo se — Tiro sus típicas respuestas cortas, era como si no le estuvieran hablando de muerte y perdidas humanas (?

El que se veía ahora desconectado de la conversación era Hugh, parecía que no tenía ni una pizca de emoción, si no todo lo contrario.

Ah... ¿ahora esto era un interrogatorio? pasaron de pasar de su culo, a burlarse de ella y ahora a jugar a la encuesta del delver, que drenante eran algunos adultos.

— Estoy segura... Esta misión es el mayor reto, intentar ir al final, creo que la mayoría lo busca, quiero eso — apretó un poco su puño derecho mientras seguia hablando — Soy algo egoísta por pensar así, pero al final es lo que he decidido — y era difícil hacerla cambiar de parecer.

deousqe-27dd2f0d-f27d-47ec-abda-a731ec16
Atreia Langley

La respuesta de Su Hua la dejó entre la perplejidad y la gracia. Eran tan secas y cortantes que podía cortar pan con ellas. Aunque no le disgustaba, prefería eso a que comenzara a decir cosas que no venían a cuento como solía hacer Norman.

—Bueno, si lo sabes entonces me conformo—se resignó encogiéndose de hombros.

Aún esperaba el momento de espantar a alguno de los Delvers con sus ácidas palabras; mas de momento no había tenido la oportunidad. «¿Qué les han dado de comer a los adolescentes de hoy en día?» pensó.

Tras escuchar alzó ambas cejas y decidió no echar más sal a la herida. En ocasiones le costaba evitarlo.

—Heh, tienes razón. También vamos a acabar deprimiendo y aburriendo a la pobre Su Hua—añadió.

Al escuchar la pregunta del hombre dirigido a la pelinegra también sintió la misma curiosidad. Mantuvo una ceja alzada y se cruzó de brazos.

—Bueno, creo que también habrá alguno que otro que va en busca de las reliquias—dijo haciendo una corta pausa—pero Hugh tiene razón, es sin retorno, siempre puedes cambiar de opinión... aunque me da la impresión de que no vas a hacerlo—terminó por decir relajando los músculos de la cara y adoptando una expresión más seria.

deov8ur-03f47c0e-91ff-472c-86b3-1e99fc31
Hugh Carpenter

Asintió ante las palabras de Atreia, dándole las gracias en silencio por tener en cuenta su petición. Después, Su Hua explicó porqué había aceptado ser parte del Descenso Final, y el hombre bajó los hombros ante su respuesta, derrotado. No había nada que hacer. La pequeña ya había tomado su decisión:

— Es tu vida, así que no es ser egoísta...

Cerró los ojos y bajó un poco la cabeza, pensando. Si el equipo estaba formado por niños, ninguno se iba a echar para atrás y la muerte estaba asegurada, entonces... Carpe Diem. La esperanza debía ser puesta en los buenos momentos que iban a pasar juntos y en las maravillas que iban a descubrir:

— Suficientes regañinas y palabras deprimentes. — Dijo, alzando de nuevo la mirada. — Veamos qué hay al fondo de ese abismo. ¿Alguna teoría de qué habrá allí abajo?

deoutms-cb7f6cd0-faa8-4c85-b090-e113c6e5
Su Hua

Cuando nombró que habian gente en busca de reliquias solo pudo hacer una mueca al respecto, no es como si le dieran igual, sabía lo importante que podían ser para la misión encargada, pero solo tener ese objetivo se le hacia bastante...aburrido.

— No cambiaré de opinión — Estaba algo harta de que le pidieran que se lo pensará bien, ya lo había hecho, muchas veces, escrito y reescrito al respecto, daba igual lo que le dijeran, repetia en su mente, no iba a cambiar de opinión.

Observó a Hugh — Es mi vida, pero es inevitable enlazarla a otros seres humanos. Aun así, me esforzaré para que no sea en vano — Todo aquello lo decía bastante tranquila, tal vez se veía un poco molesta por la insistencia anterior, pero no se veía incomoda, aunque en teoría eran preguntas bastante personales para ella.

— Hmm — Se puso a pensar no más, las opciones eran tan grandes que se le hacian imaginables, el abismo era un lugar maravilloso, tantos misterios sin resolver, incluso desde la primera capa...

deousqe-27dd2f0d-f27d-47ec-abda-a731ec16
Atreia Langley

Al igual que el otro mayor, se resignó y dejó de insistirle a la pelinegra lo peligroso que era bajar. Los adolescentes tenían un muro que los adultos jamás podrían derrumbar; al menos eso es lo que solía pensar ella.

—Te tomo la palabra entonces.

Agradeció que Hugh cambiara de tema de forma drástica pero disimulada. No quería tener que lidiar más con la cabezonería de los más jóvenes del grupo, acabaría con más canas de las que ya tenía.

—Nada es certero, puede haber cualquier cosa—debatió—aunque sería interesante que existiera una alternativa para volver a la superficie. Aunque tal vez es mucho pedir. Si ningún silbato blanco ha vuelto de su último descenso es porque no hay absolutamente ninguna forma de regresar... o bien porque ahí abajo hay algo más interesante que lo que yace aquí.

Había tenido el placer de hablar con otros silbatos blancos a lo largo de su vida, mas ninguno había descendido y vuelto, por lo que solo podía basarse en meras conjeturas. Simplemente tuvo la suerte de recuperar la carta de Memphis, bueno, la mitad de ella.

—¿Y tú, Hugh, qué crees que mora en lo más profundo del abismo?

deov8ur-03f47c0e-91ff-472c-86b3-1e99fc31
Hugh Carpenter

No quiso alargar más el tema de quién se merecía bajar al abismo y quién no, así que lo zanjó con las últimas respuestas de las mujeres. Después, escuchó lo que Atreia tenía que decir. Le pareció una teoría bastante interesante, sobretodo sabiendo que tras cierta capa era completamente imposible volver a la superficie. Un billete de vuelta a Orth sería mágico:

— O ambas. Me gusta la idea de poder volver, tiene un toque de esperanza y nostalgia.

Le sorprendió un poco que la adulta le devolviese la pregunta. Él no tenía imaginación, así que no era capaz de ponerse a divagar sobre ello; no obstante, se acordó de una tontería que había dicho su esposa años atrás:

— Viendo que está tan cerca del infierno, deben haber muchas suegras. — Dijo sin pensar, antes de darse cuenta que eso sólo sonaba bien en boca de Hannah. — Es broma. Lo único que se me ocurre es que tal "fondo" no exista. Que solo se pueda seguir bajando infinitamente.

deoutms-cb7f6cd0-faa8-4c85-b090-e113c6e5
Su Hua

Subió la cabeza cuando Atreia comenzó a dar su opinión, aunque no era muy reveladora, sentía que era la opinión que tendría la mayoría, pero bueno, nada era seguro como decía.

Hizo una mueca ante la broma del hombre. Si esas bromas que hacía siempre eran tan terribles, podría como posible razón de muerte el no ser capaz de aguantar la epítome de la comedia auspiciada por Hugh, incluso por encima de cualquier criatura del abismo.

— No veo lógico que se pueda bajar infinitamente, el planeta no es infinito ¿o acaso estas sugiriendo un agujero de un lado a otro? — no lo ve realmente muy probable, aunque tampoco se podría descartar, el abismo era un lugar extraño.

— Estoy de acuerdo con lo dicho por usted, seño-..señorita Langley — Tanto ella como su user (? tuvieron un corto circuito de como referirse a la silbato blanco Atreia Langley, a pesar de su cabello sabía que era una mujer que no pasaba de los 40, no se sentía cómoda llamándola señora, aunque no sabía si señorita era apropiado, pero lo dicho dicho está.

— Nunca hay que descartar la oportunidad de volver, pero siento que, si es posible, aun falta bastante para averigüar cómo. Podría ser positiva y pensar que encontraremos algo al respecto, sin embargo no quiero pensar en eso aun, lo primero es ser capaz de llegar...Aunque volviendo a la pregunta de que puede haber, siempre he pensado que si el rumor de la cuidad en las ultimas capas es real. La posibilidad de una civilización es bastante fascinante ¿aun hay criaturas que igualen o superen nuestras inteligencia alla abajo? aunque eso plantea un montón mas de dudas — Decia esto con un tono neutral y pensativo, miró luego a Ateia.

— ¿usted conoció al silbato blanco Memphis? —

deousqe-27dd2f0d-f27d-47ec-abda-a731ec16
Atreia Langley

Observó atentamente a Hugh contestar a sus preguntas.

—Hm, sería plausible que ambas opciones pudieran ser reales, no te lo niego. Aunque cada vez que asciendo la idea de poder volver se vuelve más y más lejana—razonó recordando los vómitos, el sudor y la sangre.

Que el hombre se lo tomara más a broma que la más joven de los tres le resultó muy gracioso y entrañable. Se llevó la mano a la boca riendo suavemente.

—Pfftt--—contuvo la risa—aaaah, no me hables de suegras, qué fastidio, eso sí que sería el verdadero infierno—bromeó también.

Al escuchar la respuesta de Su Hua al supuesto final infinito del abismo asintió un par de veces con la cabeza. La chica tenía razón, el abismo no podía ser infinito ya que el planeta tenía un límite de descenso.

—Bueno, eso es verdad. Es difícil pensar que no fuera finito. Sea lo que sea, tiene que tener un final, por muy descabellado que sea.

Miró a Su Hua y alzó las cejas con una sonrisa divertida al ver cómo la chica tenía dificultades para dirigirse a su persona.

—Ohh... ¿te refieres a la ciudad perdida de la sexta capa?—comentó al escuchar su batida de ideas—hum, hum... sí que podría haber una civilización oculta ahí abajo. Aunque no sé si encontrarse con ella supondría la salvación o la muerte—añadió.

La siguiente pregunta sí la tomó algo desprevenida.

—¿Memphis? Claro—respondió genuinamente—aunque fue hace muchísimo tiempo. Apenas había conseguido el silbato blanco. Hace unos... ¿catorce años? Sí, por ahí. Me encontré con él y con Bondrewd en los límites de la quinta capa.

deov8ur-03f47c0e-91ff-472c-86b3-1e99fc31
Hugh Carpenter

No sabía si le daba más risa la mueca de asco de Su Hua o que Atreia le siguiese el juego con su broma. De todas formas, ambas reacciones sólo le daban ganas de hacer más chistes malos:

— Jaja, ¿conoces la dicha de una familia política, Atreia?

Bueno, a juzgar por la edad de la mayor, no sería raro que estuviera casada. Fue después que las chicas comentaron que era imposible bajar infinitamente por el abismo, y Hugh se dio cuenta de que había elegido mal sus palabras:

— Oh, me he explicado mal. Quería decir que no se podrá explorar al completo. De la misma forma que no conocemos del todo el planeta.

Cuando ambas mujeres comenzaron a verborrear, el hombre tuvo que hacer esfuerzos inhumanos para no desconectar de la realidad. Hablar sobre el abismo le aburría muchísimo. Además, la situación le recordaba a cuando su esposa e hija solían hablar sobre lo mismo mientras él lavaba los platos fingiendo que les hacía caso. Era más; iba a hacer exactamente eso con sus compañeras:

— Oooh, wow. Hmm, tiene sentido. — Comentaba a ratos. No se estaba enterando de nada.

deoutms-cb7f6cd0-faa8-4c85-b090-e113c6e5
Su Hua

Al escuchar la suave risa de la mayor relajó un poco la expresión, no pensaba que Atreia tuviera el listón tan bajo en cuanto a las bromas, pero a diferencia del hombre en la mujer se le hacia algo tierno.

— Ah pues, si, eso tiene mas sentido, con lo complicado que es bajar y sobre todo subir, llevará muchisimos años conseguir un montón de cosas, él abismo es un mar de misterios — Le daba la razón en la mente, el hombre se explicaba con las patas.

Escuchar la mención de Bondrewd picó su curiosidad, tres silbatos blancos, dos de los cuales sabía mucho menos de lo que sabía de Atreia.

— Oh, fue hace bastante, aun así ¿nos puede hablar de su encuentro? si no...es mucha molestia. Pocas veces se tiene la oportunidad de escuchar las historias contadas por el mismo silbato blanco — Tuvo que bajar un poco la mirada porque sintió que se ruborizó un poco, estaba siento mas atrevida de lo que estaba acostumbrada; era su curiosidad por el abismo la que estaba hablando por ella ahora, su sed de información y conocimiento por figuras tan importantes, sentía que era importante, sobre todo porque ahora seguía a uno de ellos.

deousqe-27dd2f0d-f27d-47ec-abda-a731ec16
Atreia Langley

Volvió a reír suavemente alver que Hugh, como siempre, alargaba la broma hasta el infinito y más allá.

—Por desgracia sí, creo que no es difícil darse cuenta que mi suegra no estaba muy contenta conmigo—recordó con cierta nostalgia—pero ya es agua pasada, así que no tengo porqué sufrir por unos viejos carcamales, ¡es que incluso se pensaba que había engatusado a su hijo por el dinero! Hay que ver cómo es el mundo.

Aunque en cierto modo también añoraba aquellas peleas, por muy estúpidas que le resultaran siempre. Le hizo un poco de gracia el malentendido entre la joven y Hugh, también se acordó de que el hombre no tenía mucho fanatismo por el abismo, o al menos esa era la impresión que le daba, sus respuestas eran tan escuetas que no hacía falta ser adivino para darse cuenta.

Mas le sorprendió la pregunta de Su Hua. Alzó una ceja y levantó un poco el mentón, cerrando los ojos durante unos segundos pensativa, tratando de acordarse.

—¿Eh...? Sí, aunque no te aseguro que me acuerde de todo, fue hace mucho—se excusó primero—era la segunda vez que iba a la quinta capa, pero era tan solo la primera que me había acercado a los límites y por ende, al comienzo de la sexta. Fue en la base de Bondrewd, Idofront, donde me encontré a ambos. No tuve el placer de hablar mucho tiempo con ellos, pero si que eran un poco inquietantes... sobretodo Memphis, no es una persona normal y corriente, vaya, que yo tampoco lo soy—se rió—pero ya me entendéis, hay tipos y tipos. En cuanto a Bondrewd... es raro. No es muy de fiar.

deov8ur-03f47c0e-91ff-472c-86b3-1e99fc31
Hugh Carpenter

El hombre mantuvo una tenue sonrisa todo el rato que estuvo escuchando a Atreia contar sus aventuras del día a día. Le gustaba hablar de temas así. Bajó la mirada momentáneamente hacia las manos de la mujer en busca de un anillo de matrimonio, pero solo vio sus guantes. Si había algún accesorio, debía estar por debajo:

— ¿"Agua pasada"? ¿Han muerto?

Una vez que se arregló el malentendido entre él y Su Hua, Hugh se mantuvo en modo avión el resto de la conversación, adoptando una pose pensativa, como si acaso estuviese interesado.

derej3f-740bd953-9a0f-42af-bc9d-92d3bfcd

deoutms-cb7f6cd0-faa8-4c85-b090-e113c6e5
Su Hua

El tema de la familia se le hacia tan trivial. La pregunta de Hugh le sorprendió, tal vez por ser tan directo al preguntar por la muerte de alguien, aunque al pensarlo bien es una posibilidad razonable, que los viejos de su esposo ya no esten... A todo esto ¿quien era el esposo de Atreia? no era alguien muy cotilla para escuchar sobre la vida personal de los silbatos, pero aun así le generó cierto interes, el cual buscaba no exteriorizar.

— Entiendo... — frunció un poco el ceño confundida — ¿por qué dice que Bondrewd no es de fiar? ¿Memphis si? después de todo estamos confiando en sus supuestas palabras — se quedo pensando.

— ¿Se siente cómoda que le haga preguntas al respecto? la verdad me gustaría conocer de su perspectiva las cosas que vio allá tan abajo...pero no deseo incomodarla — era solo para asegurar si podía seguir, realmente la incomoda era ella, por eso deseaba un tipo de visto bueno para seguir ondeando en su propia curiosidad.

deousqe-27dd2f0d-f27d-47ec-abda-a731ec16
Atreia Langley

«Ojalá Hugh, ojalá...» quiso decir. Para su desgracia, sus suegros seguían vivos y coleando, sin embargo, llevaba sin dirigirles palabra muchos años.

—¿Ah? No, ellos no, están en Orth haciendo vete tú a saber qué, no hablo mucho con ellos —comentó de forma casual.

Después, volvió a escuchar el interrogatorio de la joven. Vaya chiquilla más curiosa. Le pareció entrañable. Por otro lado a veces le dirigía miradas fugaces a Hugh, viendo que ya parecía haber desconectado de la realidad.

—Uhhhmmmm... cómo decirlo... sus acciones no son muy ético-morales que digamos—se rascó la nuca, tratando de buscar las palabras adecuadas. No le gustaba mucho hablar mal de la gente a sus espaldas, menos aún sabiendo que era un silbato blanco el foco de la conversación—es famoso por... bueno, no tener muy buena reputación allí abajo aunque se crea lo contrario.

Pausó unos breves segundos.

—No digo que Memphis sea de fiar tampoco, no lo he conocido mucho, solo conversé un poco con él—aclaró—pero al menos no tiene el mismo historial que Bondrewd hasta donde llega mi conocimiento.

Fue cómico como Su Hua se disculpaba de hacer preguntas y preguntar si le incomodaba cuando ya las había hecho.

—No te preocupes por eso, no es como si fueran secretos de estado... ¿o sí?

deov8ur-03f47c0e-91ff-472c-86b3-1e99fc31
Hugh Carpenter

No le pareció extraño que Atreia no tuviese relación con sus suegros; al fin y al cabo, Hugh no se hablaba con sus propios padres. Eran cosas que pasaban. Aunque no podía evitar sentir curiosidad por la familia de la mujer, sobretodo teniendo en cuenta que ella bajaría al abismo para nunca volver... ¿O tal vez su esposo iría con ella? En cuanto esa idea se le vino a la mente, recordó el nombre de una persona:

— Bueno. Al final, quien importa es con quien estés casado. — Sentenció. — ¿Tu marido no será Norman, por algún casual?

Le pareció adorable que Su Hua quisiera asegurarse de que su interrogatorio eran bien recibido, y eso se vio en el resoplo divertido que al hombre se le escapó. Eso hizo que sin querer pusiese más la oreja a lo que estaban hablando las chicas:

— ¿"Ético-morales"? ¿Qué ha hecho?

No lo preguntaba por cotilla, sino por la posibilidad de debatir qué estaba bien y qué estaba mal. Eso era algo que le interesaba.

deoutms-cb7f6cd0-faa8-4c85-b090-e113c6e5
Su Hua

Cuando Hugh preguntó sobre Norman no pudo evitar poner mala cara ¿ese no era el chico que tumbó un montón de bebidas el día de la reunión? Alguien como él ¿Con Atreia Langley? desentonaba tanto...Bueno, podía pasar, habían casos de casos, cada quien...

Que Hugh resoplara solo hizo que sintiera mas calor en el rostro, ah, ahora sentía que era imposible disimularlo, solo quedaba hacer como si nada.

— No lo se — fue lo que se le ocurrió responder, aunque muchas cosas pasaban en su mente al respecto. Vamos, es obvio que no todo debe salir a la luz, no podía imaginar que cosas pueden llegar a ocultar, pero el abismo era el infierno mismo donde se supone habían grandes tesoros que llamaban a la codicia, obvismne no iba a soltar sus teorias dignas de conspiración, aunque no podía mentir solo asintiendo ante las palabras de Atreia, simplemente "no lo sabia".

Como Hugh le robó la pregunta que tenía en mente no quiso aportar ninguna otra por el momento.

deousqe-27dd2f0d-f27d-47ec-abda-a731ec16
Atreia Langley

Asintió con una sonrisa ante las primeras palabras de Hugh. Sin embargo, aquella misma se quedó congelada durante largos y tensos minutos al escuchar la siguiente pregunta.

¿En qué momento Hugh asumió que Norman era su marido? El disgusto comenzaba a hacerse visible en su rostro, y especialmente en la mueca de ligero desagrado que afloraba sobre su piel.

—Qué-- —consiguió decir tras recuperarse—¿qué te hace creer eso? Norman es demasiado joven, es prácticamente un niño, sería como casarme con mi hermano pequeño.

Luego, su expresión se relajó un poco. Recordó que Hugh no había asistido a la reunión de iniciación, era completamente normal que no conociera la apariencia física de Norman. Suspiró, ahora comenzaba a preocuparle que estuvieran dando la imagen equivocada a todos durante años.

—Mi marido murió hace unos años—se explicó para evitar más malentendidos—en el abismo.

Caviló segundos pensando en cómo responder a aquella compleja pregunta a Hugh. Ella no sabía en demasía sobre el tema, pero algo había escuchado, aparte de conocer personalmente al otro silbato blanco. Por otro lado, le resultó gracioso que Su Hua contestara de forma seria a su broma.

—Claro que, todo depende de qué tanto respetes al ser humano—empezó—me imagino que lo sabréis por libros, habladurías, entre otros... pero en la sexta capa es donde la maldición pega el cambio más drástico—levantó el dedo índice, intentando llamar la atención de ambos—Bondrewd tiene instalada en la quinta capa una especie de base llamada Ido Front, es bastante cómoda si quieres descansar cuando estás descendiendo tan abajo. Sin embargo, al ser una zona tan amplia, tiene muchas salas disponibles para todo tipo de cosas.

Se relamió los labios, marinando sus siguientes palabras.

—A Bondrewd le interesaba mucho cómo afectaba la maldición de la sexta capa en los seres humanos, por lo que realizó una serie de experimentos—finalizó—aunque, no sabría aseguraros qué tipo de experimentos hizo con exactitud, ya que no he tenido tiempo de preguntarle tampoco, no es algo que le preguntes a alguien que acabas de conocer.

deov8ur-03f47c0e-91ff-472c-86b3-1e99fc31
Hugh Carpenter

Él tan sólo había hecho una pregunta inocente, pero no se había esperado que Atreia le respondiese con un silencio sepulcral durante que lo que le pareció una eternidad. Él observó sus expresiones. Y vio cómo la mujer pasaba de una sonrisa a repulsión contenida a cámara lenta. Se le metió un poco de miedo al cuerpo.

Fue entonces que la mayor explicó lo que había ocurrido con su verdadero marido. Hugh no pudo evitar empatizar. ¿Cómo no hacerlo? A ambos les había ocurrido lo mismo. Habían perdido a sus personas amadas dentro de ese agujero del demonio:

— Oooh, entiendo... Lo lamento. El abismo es una mierda...

No iba a usar palabras elegantes como de costumbre. Era lo que era: una reputísima mierda. No tenía más. En otra ocasión le preguntaría a Atreia qué había pasado con más detalle para compartir historias, pues le gustaría saber cómo le había ido a alguien con una experiencia similar. No obstante, no sentía que había confianzas suficientes todavía. Sería algo para el futuro.

Optó por enterrar de una vez ese tema y hacer todo lo posible por centrarse en la explicación sobre Bondrewd. Al escuchar "Maldición en los seres humanos" y "Serie de experimentos" fue capaz de hacer 2+2. Frunció el ceño con rabia:

— ... Me hago una idea. ¿Y Bondrewd sigue ahí abajo? — "¿Tendremos que cruzarnos con ese loco?", era lo que realmente estaba diciendo.

deoutms-cb7f6cd0-faa8-4c85-b090-e113c6e5
Su Hua

Se le hizo lógico ver que realmente lo que insinuaba el mayor no era cierto, aunque escuchar que había muerto no era para nada agradable.

— Lamento mucho escuchar eso — dio su pésame sin agregar nada más. Sin duda el abismo podía ser muy traicionero, pero todo el que baja debe estar consciente de eso. Aun así, sentía que nadie es capaz de prepararse para perder un ser querido... Le dejó pensando un poco al respecto, si había sido cruel a la hora de tomar esta decisión...

En cuanto a Bondrewd... La cara que ponía mientras escuchaba pasaba de sorpresa a desagrado, a pesar de que Atreia no estaba siendo tan exacta no era difícil intuir a que se refería.

— Lo que sea que haya hecho muy humano no me figura... Suena a un cientifico loco — Era una forma algo infantil de llamarlo. Experimentar con humanos es obviamente algo que alguien cuerdo no vería con buenos ojos, le parecía cruel y poco ético. Le daba la risa irónica pensar que al bajar no debes enfrentarte solo al abismo, si no a los mismos de tu especie. El humano era simplemente increible, de la forma más despectiva posible.

deousqe-27dd2f0d-f27d-47ec-abda-a731ec16
Atreia Langley

No le gustaba demasiado hablar de su marido muerto. Sentía que el ambiente siempre se volvía más enrarecido después de mencionarlo; al fin y al cabo a nadie le gustaba hablar de las pérdidas que ocurrían en aquel místico lugar. Y no era porque no lo tuviera superado, que en cierto modo, aún sufría las secuelas, pero odiaba que la gente tuviera repentina compasión por ella solo por ese hecho.

—Hm, sí, supongo. Es como una gran mierda pintada de purpurina, y cuánto más te acercas más te das cuenta de lo mal que huele —comentó mirando a ambos—aunque, tal vez es eso lo que lo hace tan interesante.

Luego recordó la noche en la taberna con Hugh, ya casi había olvidado que él sufrió una pérdida similar. Eran más parecidos de lo que ella pensaba, menudos caprichos solía tener el destino.

Al escuchar la pregunta de Hugh sobre Bondrewd titubeó un poco y desvió la mirada mirando hacia otro lado que no fueran los rostros de sus dos acompañantes.

—Eh... quién sabe, no sé nada de él actualmente—respondió tratando de evitar el tema. Pero Su Hua siguió la conversación—Bueno, un poco de pintas de científico loco sí que tenía, así que en eso has acertado de lleno Su Hua.

deov8ur-03f47c0e-91ff-472c-86b3-1e99fc31
Hugh Carpenter

Alzó una ceja ante la comparación tan extraña que Atreia había hecho sobre el abismo, tratando de decidir si le hacía gracia o no:

— Los contratiempos son los que hacen la vida interesante... Pero si ese contratiempo es perder al amor de tu vida, prefiero echar tierra a ese agujero y taparlo bien ✨

Suspiró para sus adentros cuando siguió escuchando sobre Bondrewd. Se preparó mentalmente para el día en que tuviese que verse cara a cara con una persona que despreciaba tanto al ser humano... Si era que llegaba hasta Idofront. Esperaba que sí. Tenía un objetivo que cumplir:

— ¿El resto de silbatos blancos cómo son? — Que no se notase que no sabía ni cuántos habían (?).

deoutms-cb7f6cd0-faa8-4c85-b090-e113c6e5
Su Hua

La pesadez se sentía en el ambiente por lo que simplemente no quiso aportar ningún comentario acerca de lo terrible que podía ser el abismo, ya había dado su opinión hace un momento de por si.

Observaba a Atreia con curiosidad, parecía como si se estuviera comiendo palabras que no deseaba decir, pero intuía que algo rondaba en su cabeza, o tal vez eran simple ideas suyas.

— Es difícil saber de la vida de los silbatos cuando están tan abajo, pero como suena veo posible que siga allá abajo haciendo sus cosas dignas de película de terror — al escuchar a Hugh su mirada volvió a Atreia, a pesar de su mirada tan seria parecía que casi le brillaban los ojos, quería oír que otro tipo de seres llegaron a obtener el silbato blanco.

Estaba agradeciendo haberse topado con ambos, aquella conversación le estaba empezando a gustar bastante!

deousqe-27dd2f0d-f27d-47ec-abda-a731ec16
Atreia Langley

Las palabras de Hugh le resultaron muy graciosas por decirlas con una sonrisa tan flamante en su rostro. La verdad era que, en cierto modo, no podía estar más de acuerdo, pero ella estaba demasiado enamorada del abismo. Era una relación tóxica, una espiral de amor y odio constante.

—Heh, sí, a veces también se me ha pasado por la cabeza echarle tierra y taparlo, lástima que es demasiado gigantesco como para poder hacerlo. Y probablemente lo dejaría a medio camino porque querría volver a bajar poco después—añadió.

Con la batida de preguntas de ambos acompañantes se sintió en una especie de interrogatorio, era jocoso.

—Eh... a los demás no los conozco mucho, no he llegado a coincidir con ellos—mencionó en un principio—lo único que sé es que Ozen lleva mucho tiempo sin dar señales de vida, mientras que Srajo y Wakuna ya han hecho su último descenso, por lo que no sabría deciros con exactitud.

Que Su Hua planteara las hazañas de Bondrewd como una película de terror era tan hilarante como terriblemente acertado.

—Mhm, quién sabe que estará haciendo ahí abajo, con un poco de suerte está muerto.

deov8ur-03f47c0e-91ff-472c-86b3-1e99fc31
Hugh Carpenter

Era un poco curioso. Él había ido al mirador aquél día para observar la primer capa del abismo, pero al final había averiguado un par de cosas sobre los silbatos blancos gracias a la aparición de Atreia y al interés de Su Hua. Hubiese podido saber más si hubiese hecho más caso a la conversación, pero... Detalles.

Se quedó un rato más hablando sobre aquél agujero infernal con las dos mujeres. Estiró la conversación como pudo. Tenía que aprovechar para socializar ahora, pues, cuando volviese a su casa, le recibiría el silencio. En cierta manera eso le hizo desear bajar al abismo pronto. Así estaría rodeado de personas todo el día.

Esperaba que todo fuese bien una vez allí abajo.