Hablar con la gente no era lo suyo. Si su amistad no había surgido en una taberna la situación se volvía automáticamente más difícil que de costumbre. Sin embargo, era la líder del grupo y, por ende, la portavoz. Debido a todo el alboroto que había ocurrido estaba demasiado cansada y enfadada, no había sido capaz de encontrar un momento adecuado.

Ahora que ya se había relajado un poco ya podía pensar con más claridad y, tristemente sobria, buscaría la manera de hablar con los nuevos allegados. Empezaría por Chenge ya que desde la discusión no le volvió a dirigir la palabra, además que quería dejarle un par de cosas claras.

Y así, emprendería un paseo para buscar al joven. No estaba en la zona segura así que dedujo que se habría dirigido a otro sitio de la segunda capa, mas no esperaba encontrarlo tan cerca de las puntas de hélice, no era un lugar muy seguro y la presencia de depredadores aéreos era una de las principales causas.

—Tú. El de la coleta—lo señaló alzando la voz desde una distancia prudente—ven aquí, tenemos que hablar.

Era la primera vez entre aquellos días que iba a una zona poco segura, sin embargo mantenía la distancia prudente a las hélices, pero su objetivo siempre era el mismo de siempre: Ver si veía a la chica que le acompañaba en su descenso.

Como estaba tan concentrado en los ruidos del ambiente se asusto un poco al escuchar la voz de Atreia. No evitó dar un saltito, girando a donde estaba la mayor.

No dijo nada, simplemente se acercó a ella, aun tenía miedo de que estuviera muy enojada, pero aun así hablar con ella era inevitable.

— Dígame — solo se le ocurrió decir eso, cualquier cosa que necesitara decirle a la mayor la diría después.

Al ver la reacción del joven, inesperada cuanto menos, alzó una ceja algo extrañada. ¿Lo había asustado? Posiblemente, ¿le importaba? La verdad es que no mucho. Se encogió de hombros y guardó sus manos en los bolsillos de sus pantalones.

Miró a Chenge y después miró los alrededores.

—Tranquilo, no te voy a comer—empezó—quería preguntarte un par de cosas y comentarte otras.

Comenzó a caminar esperando que el chico la siguiera, no quería estar demasiado cerca de las puntas de hélice.

—¿De qué conoces a la pelirroja kamikaze?—preguntó primero, haciendo referencia a Ravi—Veo que sois pareja y tal, que no os juzgo ni nada, las parejas en el abismo son muy comunes. Es por curiosidad... ¡Ah!, y porque por su culpa, y la tuya claro, casi os cargáis a todo mi grupo, así, como dato. 💢

¿Había sonado muy agresivo? Pensó una vez había soltado el tema de Ravi. Sin embargo, no le preocupó en lo más mínimo. Estaba más relajada, pero recordándolo no podía evitar sacar su lado malo.

—Mmmmm... también otra cosa—continuó llevándose una mano a la barbilla—¿qué planeas hacer? ¿Quedarte en el grupo? El destino es hasta la última capa, no sé si te lo han comentado ya, pero creo que es algo importante a tomar en cuenta.

Decidió parar ahí momentáneamente, no quería bombardearlo demasiado, aunque ya había soltado dos minas.

— Esta bien — Bueno, si decía que no se lo iba a comer iba a creerle un poco(? parecía mas tranquila que ese día, claro.

...

¿pelirroja kamikaze? Era el apodo mas raro que le habían dado a Ravi, aunque tenía mas estilo que llamarle simplemente chica suicida, no podía negarlo, le había dado algo de risa, pero tenía que mantener su semblante serio, de por si sentía que ese día empeoró las cosas por reirse en su cara

— Es mi amiga de la infancia, la conozco del orfanato belchero, y no es mi pareja, simplemente es alguien que me gustaba hace tiempo — Era algo irrelevante a su parecer, pero igual no vio de más aclarar, igual veía lógico la confusión.

— Lo se, lamento mucho los inconvenientes. Hablé con ella junto con el señor Carpenter luego de lo ocurrido para que no vuelva a pasar algo así — No quiso agregar mucho con ese tema, sabía que Ravi había metido la pata, pero por suerte todo había salido relativamente bien.

— No se cuanto tiempo estaran aquí, pero en ese tiempo quisiera quedarme con ustedes y confirmar si Geer ha muerto o no, dependiendo del caso me gustaría seguir con ustedes, si me lo permite — No sabía si estaba pidiendo mucho. Los rumores sobre Atreia eran algo acertados, tenía una personalidad bastante difícil. Aun creía en las palabras de Hugh y que solo lo hacía por el bien del grupo.

— Aprovechando, desearía preguntarle algo — Necesitaba sacar aquel tema de su mente, era un buen momento.

"¿No es mi pareja?" ¿Se estaba haciendo el modesto? Ella juraría que, al menos, esa era la impresión que daban estando, desde su aparición, pegados como lapas. Según su visión anticuada, no era un comportamiento precisamente de "amistad".

—Ajá. Bueno, no era necesaria tu información sentimental al respecto. Simplemente era para hacerme una idea—comentó de paso.

Escuchar "el señor Carpenter" vaciló unos segundos hasta recordar el apellido de Hugh, se le hacía tan raro que era bastante gracioso. No obstante, saber que el hombre había tenido ya una conversación con Chenge la aliviaba un poco.

—Hummm. Está bien. No os voy a dar más advertencias a no ser que decidáis hacer otra locura, y la próxima no usaré solo el diálogo—añadió como una sutil amenaza.

Escuchó también los motivos del joven para quedarse y... "¿quién cojones es Geer?" Fue lo primero que pasó por su cabeza.

—Bueno, a partir de la segunda capa la supervivencia se ve altamente afectada, así que, desde mi punto de vista personal no te hagas demasiadas esperanzas—dijo primero—no te digo que esa persona esté muerta o no, tampoco es para gafarte o algo por el estilo, pero hay que concienciarse que, a partir de aquí los descensos en solitario tienen una alta tasa de mortalidad.

Dicho eso, esperó que Chenge tuviera presente que perder a alguien en la segunda capa era algo mucho más peligroso de lo que pensaba y, en caso de encontrarse con esa persona, no volviera a ocurrir. Sinceramente, estaba un poco harta de regañar, pero no le quedaba otra.

—¿Eh? ¿Qué pasa?

"Pero tu empezaste con el tema primero" fue lo que pensó al ver como se quejaba por la aclaración. Menuda mujer, y pensar que él se puede considerar alguien con mala personalidad, pero sin duda Atreia estaba a otro nivel, seguro al nivel de Su Hua, que esa era otra insoportable cuando quería.

La diferencia de palabras entre Hugh y Atreia con el tema de Geer era abismal, hasta daba algo de risa, sin embargo sabía que Atreia sabía muy bien de lo que estaba hablando, aunque no era reconfortante para nada que alguien más se lo dijera.

— En caso de que este muerta intentaré buscar su cuerpo, soy consciente de la posibilidad — Pensar que Atreia podía tocar aquel tema tan fríamente, le hacía preguntar cuanta gente habrá escuchado que ha muerto en el abismo, o incluso habrá visto.

— ¿han pensado enviar un mensaje a la superficie avisando sobre las criaturas corruptas? Según lo que pudimos encontrar en el diario es un problema que se ha estado proliferando entre capa y capa desde hace meses. Siento que podía llegar a afectar a Orth si aquellas criaturas empiezan a llegar a la primera capa, como lo hizo la mandíbula. El nivel de peligrosidad ha cambiado por culpa de esto — Todo esto era sin duda preocupante, pero no sabía que tanto le preocuparía a alguien que posiblemente no volverá a la superficie.

Bueno, al menos el chaval era consciente de que tal vez era el cadáver, o partes de él, de la persona que estaba buscando. El abismo nunca era benevolente, y mucho menos con los más jóvenes. Recordó vagamente la descripción de la chica y solo quería llevarse las manos a la cabeza.

—Mientras seas consciente de ello, me conformo, pero luego no te arrepientas de haber escogido bajar al abismo con alguien tan pequeño—indicó.

Cuando le mencionó aquello se sintió algo culpable. No por la última advertencia si no porque ella también había hecho algo similar antaño... excepto que ella fue la niña a la que se llevaron al abismo desde una edad muy temprana. Visto de otra manera, ella llevaba nada más y nada menos que veintiocho años rondando por el abismo.

A pesar de su obsesión por el mismo, y considerarlo posiblemente lo más importante en su vida, era algo reacia a llevar personas extremadamente jóvenes al abismo. Fue uno de los motivos de discusión con Norman antes de dar comienzo al descenso.

—Sí. Sería bueno enviar un mensaje, sin embargo, las criaturas del abismo no salen de aquí—añadió—Orth no se verá afectado de forma directa, pero sí que estará muy afectado el descenso para los Delvers más primerizos.

Le molestaba que le hablara como si fuera estúpido, si bien se había confiado bastante no tenía que andar recalcando algo que sabía desde un inicio. No pensó que hablar con ella fuera así de agotador, igual intentaba entender que solo estaba dandole su punto de vista, después de todo el que había hecho la idiotez era él.

No quiso comentar más al respecto, pero en su mente rondaba el orfanato. Para él era tan normal ver a niños prepararse a bajar al abismo, el mismo era uno de ellos, y de por si a Geer solo le faltaba un año para entrar en la edad de obtener su silbato azul. Es por eso que al final no sentía que fuera culpa de la edad, solo de su ineptitud como mayor al mando. Eran dos visiones totalmente distintas que chocaban por la diferencia de trayecto en este mundo.

— Eso lo se, sin embargo al hablar de una anomalía no se si se pueda descartar una locura como esa... Pero como usted dice, los delvers más primerizos se van a ver afectados, así que lo veo necesario — Pensaba en los nenes del orfanato, aquellos que tantas veces acompañó a bajar a la primera capa... Si se encontraban con una criatura como el llorón poco tenían que hacer, más que esperar su muerte. Un escalofrío pasó por su cuerpo al pensarlo.

"Eso lo sé"

«¿Y si lo sabes por qué cojones lo has hecho?» quiso replicarle enseguida, pero pensó que sería una pérdida de tiempo y acabaría peleándose de nuevo con alguien más. Optó guardar el veneno de su labia por el momento.

—Sí. Aunque cundir el pánico a toda la población tampoco será algo agradable—añadió—pero en fin... qué remedio, habrá que hacérselo saber, aunque preocuparse es perder el tiempo. Será algo con lo que las futuras generaciones tendrán que lidiar. El abismo es caprichoso.

Desconocía completamente la historia de Chenge, no obstante, quiso intuir que por su interés respecto a los Delvers primerizos tendría que ver bien con el Orfanato Belchero o con alguna escuela de Delvers. Le importaba poco cuál, pero era una simple asunción que hizo.

—Tampoco podemos esperar que crean el contenido de esa carta. Quiero decir, no todas las cartas llevan información verídica y lo que hemos presenciado aquí es difícil de imaginar, ¿no crees?—reflexionó—Aún así, será mejor enviar una.

Suspiró, ya tenía una nueva tarea que hacer. Fue aletargando el paso hasta que se quedó parada.

—En fin. Eso era todo lo que tenía que decir—concluyó mirando a Chenge—no te entretengo más.

Que obstinada ¿por qué tenía que darle mil vueltas a su petición? igual si no lo hacia ella lo haría él, dependiendo de lo que pase estos días tenía que dar un aviso después de todo.

Pudo haber dicho mil cosas, sin embargo no deseaba desgastarse, teniendo en cuenta el encuentro inicial que tuvieron prefería mantener las cosas entre los dos lo mas neutrales posibles.

— Esta bien — respondió sin más y se fue por su lado, seguramente es la despedida mas seca que había hecho desde hace tiempo (?