Segunda Capa


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Mesteres
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2 years, 7 months ago
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1 year, 7 months ago
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5 de noviembre ~ 18 de noviembre

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﹂ Selva [WIP]


Selva

9 de Noviembre – Selva

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Atreia Langley

Aún quedaban cosas antes del descenso a la tercera capa. Todavía no habían reunido la suficiente comida necesaria y, si no iban preparados, podrían tener graves problemas. Ah, la Gran Falla... seis mil setecientos cincuenta kilómetros de caída libre y galerías. Muchas galerías.

Y por supuesto no podían faltar las dichosas cavernas infestadas de criaturas. Por suerte algunas de ellas, como los neritantan eran más bien inofensivos, de modo que servirían como alimento o incluso como cebo de criaturas más grandes. Suspiró, eran un grupo muy grande, le preocupaba que las grandes aves que eran los reyes de la cadena alimenticia de la tercera capa se percataran de su presencia y asestaran contra las paredes de roca.

Había conseguido descansar un poco los últimos días así que su cansancio había disminuido un poco. Aunque no demasiado tampoco, tener que lidiar con nuevas personas en el grupo de descenso era, tal vez, una de las tareas más jodidas hasta el momento.

Y, mientras iba pensando en futuras posibilidades y planes alternativos, iba caminando por la frondosidad de la segunda capa. Había cazado un llorón de cadáveres. No era aún completamente adulto así que tenía un tamaño equilibrado para no llamar la atención y servir de alimento durante unos días.

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Elise Jung

La selva siempre le había parecido de los paisajes más curiosos dentro de aquella capa. El posicionarse en cierto lugar para apreciar la profundidad del mismo le intrigaba bastante, mas sin embargo, no se atrevía a explorarlo por su propia cuenta. Imaginaba que más de alguna criatura peligrosa rondaba por toda esa explanada de naturaleza, por lo que no quería enfrentarse a algo mientras tenía su mente en sus apuntes. De momento, sólo se limitó a pasear por los perímetros del mismo.

Visualizó una conocida cabellera blanca en la lejanía, quien caminaba a cierto rumbo de manera determinada y firme, sosteniendo en sus manos lo que parecía ser una cría de llorón de cadáveres.

Soltó un leve suspiro ante la genial apariencia de la mujer. ✨ Se dispuso a acercarse con lentitud para que la contraria no se sorprendiera o asustara con su presencia.

—Hey, señorita Langley —Saludó alzando la mano con una pequeña sonrisa —¿Viene de cazar? ¿La ayudo con alguna cosa?

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Atreia Langley

Mientras caminaba, con un llorón de cadáveres arrastrándose a su paso, estaba algo despistada. No se dio cuenta de la otra presencia hasta que la mujer la saludó y le dirigió la palabra.

Alzó ambas cejas y se detuvo. La chica del piercing. Ah... ¿cómo demonios se llamaba? ¿Se lo había dicho siquiera? Desde que la había visto por primera vez ya le había puesto aquel apodo temporal.

—Ah, hola—saludó primero.

Después miró a la criatura que colgaba de su mano.

—...No, vengo de hacer turismo—bromeó con un rostro algo neutral. Era bastante obvio que venía de cazar—no es necesario, no pesa. He cargado con cosas más grandes.

Observó a la chica. Parecía joven, pero no tanto como Norman u otros del grupo de descenso. Le alegraba un poco saber que al menos uno de los nuevos integrantes del grupo de descenso no era un crío.

—¿Y tú, qué estás haciendo por aquí?—preguntó de vuelta—no es muy seguro, anidan muchos llorones de cadáveres por la zona.

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Elise Jung

Supuso que con aquel saludo informal la mujer aún no tenía conocimiento de su identidad, por lo que esperó a que terminara lo que tenía que decir para presentarse al final como correspondía.

Ante la mención del turismo, sonrió con gracia.

—Bien, bien, no juzgo que haga turismo en un territorio infestado de llorones de cadáveres haha —Por su lado había dicho esto en un tono bromista que fue finalizado con una leve risa —Si usted lo dice entonces me quedo tranquila, ¿Se dirige al campamento? Si no le molesta, ¿Puedo caminar a su lado?

No se concentró del todo en las palabras de la mujer sino que en el amigable atisbo de informalidades en sus vocablos, por lo que sintió sus hombros relajarse. Bien, nada de formalidades a menos que fuera estrictamente necesario.

—El paisaje de la selva me llama la atención cada vez que me instalo en esta capa —Respondió con simpleza —Estaba paseando un poco por los perímetros, no te preocupes, estoy consciente de que es un territorio no seguro.

Hizo una pausa momentánea y dejó pasar un breve silencio, seguido de esto, se colocó al frente de la mujer con calma y alzó su mano en forma de saludo.

—Creo que no me he presentado formalmente contigo, me llamo Elise Jung —Realizó una reverencia leve cerrando momentáneamente los ojos.

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Atreia Langley

Debido a que el tono de la mujer sonaba bromista enseguida supuso que se trataba de eso, una continuación de su chiste. Aunque normalmente no estaba acostumbrada a que le contestaran las bromas.

—Mhm, es cuanto menos... interesante, supongo—terminó por decir con una sonrisa—sí, estaba justo volviendo. No me hace mucha gracia seguir paseando por esta zona con la humedad que hace y con un cadáver detrás mía.

Se encogió de hombros ante la pregunta de si podía caminar a su lado, tratando de darle a entender que podía hacer lo que quisiera.

Alzó una ceja al oír que estaba ahí porque le interesaba el paisaje de la selva, bueno, era frondoso y bonito, pero solo desde lejos. No obstante, le alegraba saber que la joven era consciente de los peligros.

No entendió muy bien la necesidad de alzar la mano para presentarse. "Cosas de jóvenes" quiso creer.

—Ah, Elise... lo tenía en la punta de la lengua—en realidad no—Atreia Langley, aunque ya lo sabes imagino. Un placer.

Y siguió caminando a la espera de que Elise la siguiera o no. No quería perder tiempo en presentaciones banales.

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Elise Jung

Dio un par de aplausos leves con sus manos y esbozó una pequeña sonrisita.

—Haha vale, entonces te acompañaré, Atreia. ✨

Tras ver que la mujer caminaba por su lado, no tardó muchos segundos en colocarse a su altura y caminar a su lado. Manteniendo sus manos agarradas en su espalda y revisando los alrededores.

—¿Ho? No recuerdo si me presenté aquel día cuando nos encontramos —Soltando el agarre en su espalda, llevó una mano a su mentón —Hmm... Posiblemente sí. No tengo buena memoria. Bueno en fin, el placer es mío.

Se mantuvo en silencio por unos momentos, pensando en qué más podría decirle a la silbato blanco. Si bien su propia naturaleza era el de una mujer habladora en confianzas, esperaba no sembrarle una mala imagen a la mayor.

Una ampolleta se prendió enseguida por encima de su cabeza. ¡ !

—¿Sabes? Hugh me habló un poco sobre ti hace unas horas, bueno, en realidad me habló de varios del grupo para tener una concepción más amplia de cada uno, es un buen sujeto —Expresó recordando la leve charla que tuvieron —¿Ya conoció a los nuevos?

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Atreia Langley

Hizo un vaivén con la mano que tenía libre, indicándole a la mujer que la siguiera y que estaba conforme hasta que se colocó a su lado. No le sonaba de nada, así que especuló siquiera si era de Orth. Aunque ella no era la mejor en recordar ni rostros ni nombres.

—Mhm—asintió con una pequeña sonrisa, le hizo algo de gracia que su acompañante tampoco destacara por su memoria—igualmente.

Siguió caminando en silencio, cosa que no solía importarle en absoluto, estaba acostumbrada a la sigilosa presencia de Norman, en ocasiones era como salir a dar un paseo con tu perro.

Alzó una ceja al escuchar a Elise hablar de nuevo y le sorprendió escuchar el nombre de Hugh.

—¡Ah! Je, je... sí, es un gran hombre, y no solo por su nombre—alzó el dedo índice y le guiñó un ojo, después, soltó una suave risa—mmmm... bueno, he conocido a tu amiguito, el de las gafas...—se quedó pensativa unos segundos hasta recordar algo—ha hecho buenas migas con Norman, me sorprendió bastante si te soy sincera.

¿Quién más quedaba? Ah, el chico al que amenazó en el campamento.

—Ah, es verdad, también el chico de la trenza. Hablé con él ayer, parece alguien sensato al menos.

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Elise Jung

La sonrisa pequeña de Atreia le hizo sentir reconfortada, por lo que inevitablemente no deshizo la suya propia en ningún momento. Continuaba caminando a su lado con una tranquilidad impecable de momento.

—¿Algo más grande que su nombre...? —Murmuró para sí, llevando una mano a su mentón pensativa. La altura, quizás quiso decir.

Sin embargo, ante el guiño del ojo y el alza del dedo índice de la peliblanca, se quedó genuinamente pensando a qué se refería la adulta, hasta que llegó a una conclusión demasiado precipitada.

¿...Será que se refiere a su miembro viril...?

No tenía problema con esos temas, sin embargo, sentía que aquello era información que no le apetecía en absoluto saber. ¿Posiblemente se habría confundido y estaba pensando muy mal? Quizás, quién sabe. Esperaba no soñar con la pinga de Hugh en esos días.

¿...? ¿Oh?

¿Significaba que Hugh y Atreia tenían algo entre ambos?

...

Bueno, no les juzgaría en lo absoluto.

—Sí, Ryuu —Continuó el curso de la conversación como si nada, asintiendo con asombro ante el comentario de la mayor —Me alegra bastante que se afiance con los del grupo, Norman parece ser un buen chico. ¿Le ves buen panorama a ese par? Haha.

Tomó un respiro antes de continuar respondiendo:

—Osamu es la persona más prudente y cauta que encontrarás, te lo aseguro —Terminó por contestar alzando el pulgar —Ambos son mis amigos. ✨

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Atreia Langley

Cuando Elise repitió sus palabras Atreia se quedó algo confundida. ¿Había dicho algo raro? No recordaba haber dicho nada fuera de lugar, solo estaba haciendo alusión a la enorme figura de Hugh, era algo en lo que cualquiera se fijaría nada más verlo.

Se encogió de hombros con el ceño algo fruncido y ladeando ligeramente la cabeza. Al final, optó por romper el hielo, le preocupaba el silencio de la muchacha.

—¿Pasa algo...? —preguntó.

No obstante, la chica salió de aquel silencio y habló de su compañero de gafas. Ah, así que se llamaba Ryuu. Pensó que intentaría recordarlo, pero no estaba segura de si podría cumplir con ello; pero las siguientes palabras de Elise captaron su atención:

—¿Panorama? ¿A qué te refieres?

No sabía si era porque hacía mucho tiempo que no hablaba con una persona más cercana a su edad más allá de Hugh o si era porque Elise y ella hablaban, de forma teórica, idiomas distintos. Pero la sensación de que no estaban concordando en la conversación estaba en el aire. Volvió a encogerse de hombros y sonrió ante la respuesta sobre Osamu.

—Hmh, sí que da esa impresión, y si también me lo aseguras tú me quedo más tranquila.

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Elise Jung

Habiéndose quedado en un silencio absoluto, la pregunta de la mujer la sacó de lugar. Negó con sus manos enseguida.

—No es nada —No iba a confesarle a una recién conocida, silbato blanco y guía de un grupo sobre sus pensamientos malpensados. No había confianza aún para ello, aunque la idea le resultaba bastante graciosa.

Con su pregunta siguiente se sintió confusa. ¿Era su idea o sentía que la conversación estaba tornándose muy extraña? Como si ambas estuvieran intentando entenderse con todo el potencial de sus neuronas.

Le parecía curioso.

—Eres cercana a Norman, ¿No? —Supuso que sí, imaginaba que eran compañeros de hace varios años —Bueno, he visto que él y Ryuu se han acercado bastante. Me impresiona viniendo de Ryuu, imagino que Norman dentro de todo su ser ansioso andante resultó coincidir con él de alguna u otra forma. Parece ser una amistad sana.

Hizo una pausa antes de seguir.

—Pero bueno, son asuntos de ellos, sólo bromeaba antes —No le dio mucha importancia a esto último. Continuó caminando con una sonrisa.

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Atreia Langley

Cuando Elise lo contestó que no era nada se encogió de hombros con una expresión tranquila, prefirió no insistir en lo que fuera que la otra estuviera pensando.

Después le preguntó si era cercana a Norman. Teniendo en cuenta que era el único silbato negro y, además el segundo día, pensó que aquella pregunta era muy obvia. No obstante, recordó que Elise recién se había unido al grupo.

—¿Mhm? Sí, ¿no lo parece?—preguntó de vuelta.

Soltó una suave risa cuando la menor mencionó que Norman era una bola de ansiedad con patas. No podía estar más de acuerdo.

—Oh, es bueno saberlo entonces. Norman no suele ser muy introvertido, pero creo que las personas del equipo de descenso no son muy compatibles con él—reflexionó—es buena gente. Solo hay que saber hablar con él.

Y entonces pensó que no había visto mucho a Norman interactuar con los demás Delvers, ¿debería preocuparse? Nunca solía contarle sus problemas, desconocía el motivo, pero respetaba sus decisiones.

—Oh, ya veo, no lo había entendido. Pero si se llevan bien es buena señal. Espero que os integréis bien ambos. Aún nos queda mucho viaje.