Sentía que la llegada de nuevos delvers al grupo solo agotaba la energía de los demás, sobre todo cuando dichas personas no eran para nada agradables. Necesitaba un respiro de todo lo que había pasado últimamente, no quería desviar su atención de los temas verdaderamente importantes, y uno de ellos era el tema de las criaturas corruptas.

No le había dicho nadie pero ya la mente le había hecho malas jugadas al respecto regalándole unas apetitosas pesadillas al respecto, donde estos bichejos atormentaban y se llevaban la vida de sus compañeros, todo era agobiante, pero lo importante ahora era no dejarse ganar por el miedo, no podía...

Lo fascinante y aterrador del abismo es sin duda lo desconocido que es para los humanos. Aquellos seres solo eran una de las muchas pruebas del abismo, algo nuevo a lo que enfrentarse, es por ello que le gustaría hablar al respecto con la persona más experimentada, Atreia.

Además de Chenge y Dylan, era extraño verla hablando con alguien más del grupo, sin embargo con Atreia sentía un poco más de valor, lo primero era que tenía excusas, y lo segundo era que Deseaba hablar con ella, era estúpido pero...Anhelaba mucho su atención, se sentía una imbécil por querer algo así, pero con solo pensarlo su corazón empezaba a latir más rápidamente, imagenes venían a su mente ...!!! "OTRA VEZ, OTRA VEZ" Se maldecía a si misma(?

Sin perder el tiempo tomó sus cosas y fue a buscar a la silbato blanco, si no lograba dar con ella quería ir a tomar algunas anotaciones por la gruta arcana, aunque manteniendo la distancia debida.

Los días pasaban fugaces, sus heridas ya casi no dolían y estaban comenzando a recuperarse también los otros Delvers. Era buena señal, aunque no podían descuidarse, necesitaban reunir aún suficiente comida para la tercera capa. Y sobretodo agua, muy importante.

No obstante, algo le picaba le curiosidad todavía. Se sentía culpable por aquellas almas en pena que dejaron morir por culpa de su indecisión. Llegaron demasiado tarde porque transcurrió demasiado tiempo desde los primeros gritos... si lo hubiera sabido antes podría haber ido incluso sola para llegar a tiempo.

Qué se le iba a hacer... lo hecho, hecho estaba. No se podía cambiar el pasado pero sí el presente y el futuro. Encaminada al nido de los llorones de cadáveres tenía la esperanza de que quedara algo de ellos para darles un entierro digno y, con un poco de suerte, hacer limpieza en la zona derrumbando algunos nidos.

Mientras investigaba la zona escuchó unos ruidos. Eran pisadas sobre las hojas del suelo, se anticipó a cualquier cosa. Desenfundó la lanza y se preparó para atacar. Cuando estuvo a punto de realizar su ofensiva se dio cuenta de que tan solo era Su Hua.

—Ah... eras tú, Su Hua—musitó retirando la lanza lentamente—¿qué estás haciendo por aquí? Es peligroso.

Al estar tan atenta a su alrededor aquel casi ataque por parte de Atreia hizo que diera un salto hacia atrás aguantandose un chillido digno de Eryn (?

Suspiró intentando no parecer que casi se le salió el corazón hace un momento, aclarando la garganta.

— La estaba buscando — Comentó mientras llevaba sus brazos hacía atrás girando la mirada cuando escuchó a la mayor diciendo que el lugar era peligroso.

— No iba a ir mucho más allá, por suerte pude toparmela antes de regresar — Aclaró, no quería preocupar a la mayor, de por si siempre intentaba ser precavida, ignorando totalmente lo que pasó el día de los medicamentos que aun no se bien que pasó de por si (??

— ¿Qué hace usted por aquí? — Sabía que Atreia tenía la capacidad de rondar la segunda capa con mas seguridad que todos los del equipo, pero aun así le causaba curiosidad que siempre rondara sola, seguía siendo peligroso.

Guardó la lanza en su funda y la volvió a colgar de su espalda para que no molestara. Ya había revisado la zona con anterioridad así que, por el momento, estaba despejada.

—¿Buscando? ¿A mí?—preguntó algo confusa en un principio e interrumpiendo a Su Hua antes de hablar.

Después, la siguiente pregunta la dejó aún más confundida... ¿por qué la estaba buscando y luego le preguntaba qué hacía ahí? Le resultó muy gracioso y adorable, era como ver a un polluelo salir de su cascarón. Aún recordaba vagamente el día que la conoció junto a Hugh en el mirador de Orth.

—Nada importante, solo estaba revisando la zona—comenzó, no sabía si decirle o no que estaba buscando unos cadáveres para enterrarlos—de todas formas parece que desde ese día los llorones de cadáveres ya no anidan tanto por aquí.

Debido a que no encontró restos humanos asumió que las criaturas ya habían devorado todo lo que quedaba de ellos. Fue capaz de encontrar un par de telas sucias, pero nada más que eso.

—¿Necesitabas algo? ¿Otra disculpa?—volvió a preguntar con cierto tono bromista.

Que se viera tan sorprendida por el hecho de buscarla la ponía nerviosa ¿acaso le molestaba? Esperaba que no, imaginaba que no era la única que hacía esto, después de todo es la líder ¿Verdad? A veces la necesitaran y es normal buscarla sin más, no puede ser que sea la unicaquelabuscadeesaforma...(?

Mientras su cabeza maquinaba de manera algo obsesiva movía sus dedos detrás de su espalda de manera junta y nerviosa, aun así intentaba poner la mejor cara.

— Eso es bueno, después de todo lo que ha ocurrido algo de tranquilidad en la zona hace bien — Comentó feliz de saber que no había tanto peligro por la zona, después de todo aquel día ellas tuvieron que enfrentarse a las criaturas, aunque nunca preguntó mucho detalle al respecto.

Cuando hizo aquella pregunta con algo de burla por lo de la otra vez sus nervios se hicieron notar un poco más pintando sus mejillas de un tenue rojo, bajó la mirada maldiciendo un poco porque estaba apunto de hacer una mueca tan característica de su parte.

— Que injusto que me vacile de esa forma — murmuró con cierto tono de queja infantil, con lo difícil que se le hizo disculparse aquella vez y que venga la mayor a bromear al respecto, hmp hmp (?

— Quería preguntarle que opina al respecto de las criaturas corruptas, al ser la persona más experimentada en el grupo tenía bastante curiosidad de sus opiniones y teorías — dijo intentando ignorar su vergüenza de hace unos segundos, se sentía bien mensa actuando de esa forma

Asintió a las palabras de la joven. Siempre venía bien desvencijar un nido molesto de llorones de cadáveres. Eran criaturas que jugaban sucio y usaban la debilidad humana para capturar a sus víctimas.

—Sí... la verdad es que son bichos muy desagradables, cuantos menos, mejor—indicó tratando de dejar de lado la conversación de las criaturas.

Cuando vio la reacción de Su Hua antes su broma estalló a carcajadas. Aquel tono infantil le volvió a recordar que, efectivamente, Su Hua era humana y tenía un lado más pequeño del que usualmente trataba de aparentar.

—Venga, no es para tanto—contestó aún riéndose—vamos, caminemos.

Le hizo señas para que la siguiera, no quería quedarse quieta allí mucho tiempo. Cuanto más conversaban en dicho lugar, más llamaban la atención a criaturas no bienvenidas.

—Mmmmmhhh... bueno—caviló llevándose una mano a la barbilla—si te soy sincera, no lo sé. Desde que vimos el mandíbula carmesí extraño sigo pensando en ello.

Era un tema difícil, ni siquiera ella y sus años de experiencia eran útiles en aquel momento. Siempre le sorprendía cómo el abismo sacaba nuevos ases bajo la manga. Aquello era su parte favorita de aquel infierno.

—Supongamos que, en el hipotético caso de que sea una especie de virus o epidemia propagada entre las criaturas del abismo... no quiero ni imaginarme lo que nos espera río abajo —analizó—tendremos que avanzar con cautela y evitar el contacto con esas criaturas hasta que sepamos con certeza qué son y de dónde vienen.

Ante aquella risa estruendosa no pudo mas que encogerse un poco de hombros y no guardarse su ceño fruncido, recordaba los chistes de mierda que hacia junto a Hugh y ella solo sentía la gran brecha de edad latente. Aun así, escucharla reirá era de alguna forma gratificante.

Simplemente asintió para seguirla, también tenía ganas de irse de aquel lugar, aun si los llorones no eran tanto como antes seguía siendo una zona de interés para ellos.

Por lo que entendía en sus palabras aquel tema era complicado incluso para ello, comprensible teniendo en cuenta que era algo totalmente nuevo para todos.

— Esto a aumentado la dificultad de la misión bastante ¿No cree?.. Yo aun sigo pensando en las notas que encontramos, en su veracidad y en quien es el autor. El primer dato a tomar en cuenta es las fechas de dichas anotaciones, me hace pensar, siguiendo la lineal hipotética de que es un virus, que este se tuvo que haber generado capas mas abajo y ha ido subiendo con el paso de los meses, lo cual hace entender por que, a pesar de que pueda llevar tanto tiempo, nadie se haya enterado debido a la dificultad de comunicarse capas mas abajo —

Como era normal en ella, sus frases de tres a cuatro palabras, se volviera a párrafos enteros cuando el tema del abismo se abarcaba en una conversación. Como llevaba pensando en esto desde aquel día tenía un cumulo de anotaciones mentales que tenía ganas de compartir con alguien, esperaba que hubiera tomado la decisión correcta de elegir a Atreia para el caso, y no verse como una mocosa molesta.

Conforme iba caminando de vez en cuando revisaba la zona rápidamente para asegurarse de que no había nada fuera de lo normal. También se aseguraba que Su Hua la seguía sin ningún tipo de problema.

—Sí... tal vez demasiado, desde luego que, las últimas veces que he bajado no me he encontrado tantas "sorpresas"—señaló haciendo el gesto de las comillas con ambas manos—es difícil saber quién pudo haber sido el autor. Hay muchos Delvers que navegan entre las primeras tres capas. Pudo haber sido cualquiera.

Además, ese Delver seguramente estuviera muerto a aquellas alturas, sería misión imposible descubrir el autor.

—Mhhm... tendría sentido, lo cual no me gusta un pelo—añadió—si empezó capas más abajo será cada vez más peligroso bajar y enviar información a la superficie.

Solo de pensar en ello le daba cierto dolor de cabeza. Tenían aún pendiente enviar un aviso a Orth de conductas y criaturas extrañas. No obstante, seguía el pequeño percance de que se lo tomaran como una pequeña anomalía del abismo, no sería raro, el abismo siempre estaba en constante transformación.

Pero le preocupaba que, si aún firmando la nota con su puño y letra, hicieran la vista gorda ya que no conocen la gravedad del problema. Habría que verlo para creerlo, al igual que cuando Felix describió por primera vez los síntomas de aquel mandíbula carmesí.

—Lamento no poder darte mucha información al respecto, ya ves que estoy igual de perdida que vosotros.

Ella hacía lo mismo, después de todo estaba acostumbrada a estar alerta casi siempre cuando se encontraba en el abismo.

— Es una molestia que esté pasando justo ahora, que hemos decidido bajar — Se quedó pensando un momento — No hay hilo conector pero ¿tendrá algo que ver? — Empezó a maquinar su mente conspiranoica (?

— Eso es cierto, de por si ya es difícil mandar información, pero ¿usted piensa que valga la pena cuando estemos allá? digo... ¿tiene esperanza de volver? — A veces pensaba en eso, muchas veces lo veía como una locura, pero nunca estaba de más mantener aquella posibilidad.

— No se preocupe, es algo que apenas estamos conociendo. Aun así espero que podamos combatir con ellos como podamos, aunque sea huyendo...Después de todo, aparte de usted y Norman, somos gente con poca experiencia — Aunque contar a Norman luego de todo lo ocurrido era ser demasiado amable con él

Cuando Su Hua mencionó que era una molestia los hechos ocurridos sintió una punzada de culpabilidad. Era egoísta pensar que había un hilo rojo del destino que fuera el responsable de todas las desgracias, pero de existir... pensó que seguramente ella era el causante.

—No creo...—dijo primero—en todo caso, es posible que sea algo que lleva germinando más tiempo de lo que pensamos, y justo ahora está aflorando más.

Al menos, quería creer que era así. Dejó salir una carcajada cuando Su Hua le preguntó si pensaba en volver.

—Pffftt... ¿cómo voy a tener esperanzas de volver si el objetivo es la séptima capa?—preguntó sabiendo la respuesta—tendremos que rezar y desear que, de alguna forma, alguien se encuentre las cartas que enviamos, como ocurrió con el mensaje del silbato blanco Memphis.

Se quedó reflexionando unos segundos.

—Si valdrá la pena o no, no podemos saberlo, está en manos de quién decida hacer pública esa información. Hay muchos mensajes provenientes del abismo que no se han dado a conocer a la población—comentó

Esbozó una sonrisa al escuchar las palabras de la joven.

—Mhm, habéis mejorado mucho en poco tiempo, es buena señal.

No quiso comentar mas del tema, después de todo solo podían especular al respecto y, de su parte, no había mucho que decir por el momento. Seguramente su mente maquinaria mas teorias luego(?

— Si, aunque ahora solo queda rezar por llegar — y rezar porque lleguemos la gran cantidad posible de nosotros. No quiso decirlo, sentía que era un tema muy pesado, solo quería una charla tranquila.

— He escuchado de eso. Usted ¿sabe al respecto de ellos? siendo silbato blanco — Aunque hiciera preguntas obvias no se sentía incómoda, después de todo había ido a hablar con la mayor con el fin de poder sacarse dudas, quitando cualquier otra cosa, Atreia seguía siendo alguien que ha pasado y conocido más que todo el grupo en conjunto, sus experiencias son valiosas y quería escarbar lo posible en ellas, hasta donde la mayor le dejara, claro.

Sin pensarlo mucho sonrió también un poco.

— Me alegra escuchar aquella opinión de su parte, de mi lado espero seguir mejorando para ser lo más útil posible —

Soltó una pequeña carcajada cuando Su Hua mencionó que tenían que rezar para llegar. La verdad es que tenían que rezar por tantas, pero tantas cosas; pero ni así el abismo escucharía sus plegarias.

—Je... pues sí, pero confío en que lo conseguiremos—añadió—un grupo numeroso es más fuerte que un grupo pequeño. A pesar de que eso implique la exposición a criaturas peligrosas.

Si bien era cierto que ir en grupo dificultaría la movilidad y el sigilo, también aumentaban la probabilidad de supervivencia ante criaturas potencialmente peligrosas, eran muchos más atacando.

—Mhhhm... déjame pensar—caviló, llevándose una mano a la barbilla—también es que no es recomendable dar a conocer toda la información directamente, no es fácil, ¿sabes? Hay muchos que buscan ciertas reliquias que podrían alterar el curso de nuestro mundo, es decir, el que tenemos en la superficie.

Hizo una breve pausa, pensando en ciertos artefactos.

—Precisamente por eso hay información que no termina por filtrarse, aunque a veces es inevitable y se convierten en rumores. Es mejor así, se evitan muertes innecesarias.

Lo cual agradecía ya que, pensar que algo "puede" existir pero no tener la certeza provocaba que muchos se achantaran antes de salir en su búsqueda. Solo los más valientes y estúpidos bajaban en busca de algo que podría no existir. Aunque ellos no eran quiénes para hablar.

—Yo también bajé en numerosas ocasiones buscando algo que no estaba segura de si existiría... pero ya ves, no lo conseguí encontrar.

Le devolvió una pequeña sonrisa a la joven al escuchar que seguiría esforzándose.

Era agradable escuchar que Atreia confiaba en ellos, aun si eran jóvenes, la mujer tenía esperanza en las capacidades del grupo, eso le daba una sensación agradable.

— Entiendo ese punto, se que ustedes, los rangos más altos, intentan manejar esta información con mucho cuidado, aun así, el abismo no es de nadie, pero este se da a respetar y pocos son lo que logran esquivar sus cuchillos...Aun si hay grandes tesoros escondidos, hay que ser alguien con mucha trayectoria para conseguirlos... ¿O tal vez valentía? ¿suerte? — Igual pensaba ¿qué potestad le daba a esta gente mantener las cosas en secreto? Tal vez era la idea de ser los mas aptos, generando como un tipo de responsabilidad con el pueblo. Aparte, sean reales o no, siempre habrá gente que busque llegar a lo más profundo.

— hmm ¿Puedo preguntar que era lo que buscaba? — La genuina curiosidad brillaba en sus ojos, teniendo en cuenta q donde iban su lógica le hacía pensar que la mujer le podía contar al respecto, pero ya seria algo que decidiría Atreia.

Quiso reír cuando Su Hua mencionó que manejaban esa información "con cuidado", no era totalmente cierto ya que las cosas se filtraban constantemente, y, en su caso, la revelación de la carta de Memphis fue un acto de egoísmo.

—Mmmm... aparte de esas dos, yo también valoraría la capacidad de supervivencia, se necesita descender a las capas más inferiores para encontrar reliquias más poderosas—añadió.

Se llevó una mano a la barbilla y frunció ligeramente el ceño al escuchar a la muchacha:

—¿Realmente quieres saberlo?—preguntó alzando una ceja y acercándose a la chica—no es una historia divertida... Bueno, ninguna lo es—suspiró divertida—La primera vez que bajé buscando esa reliquia fue incluso antes de conseguir el silbato blanco, iba en busca de la Cuna de la Codicia, un artefacto que concede deseos. Lo necesitaba para ayudar a alguien, pero no lo encontré por desgracia.

Se preguntaba si a Su Hua le aburirría estar contándole aquello, tampoco sabía si la muchacha era consciente de la existencia de aquella reliquia. Aún así, pensó que era un buen ejemplo enseñar que en el abismo nunca se conseguía lo que uno quería.

Daría la razón en su mente a la mayor, obviamente los factores eran demasiados para poder llegar a sobrevivir lo suficiente en aquel lugar, y eso se hacia notar en la cantidad se silbatos blancos.

En una de sus miradas pudo notar la expresión de la mayor, haciendo que se preocupara ligeramente ¿se sentirá incomoda al contarlo? aunque, no parecia que fuera a detenerse.

— Me gustaría conocerla... la forma en la que llegó a dónde está — Se corrigió rapidamente, lo otro sonaba un poco demasiado o ¿eran ideas suyas? Mejor prevenir que lamentar (?

Al oir la "cuna de la codicia" alzó un poco las cejas. Según tenía entendido formaba más que un simple rumor, y si Atreia intentó encontrarla aun si no había seguridad alguna entonces la situación era ¿desesperada? tal vez.

A diferencia de lo que pensaba Atreia, ella se encontraba sumamente atenta de cualquier cosa que le dijera la mayor, después de todo lo que había dicho era algo que venía de su corazón, anhelaba conocerla.

— No se mucho de la cuna de la codicia además de los rumores, suena un viaje muy difícil, más si no hay mucha información o certeza de aquella reliquia...Siento que también tuvo que ser frustrante no encontrar nada — Dió una mirada al rededor como hacia de vez en cuando, pero esta vez se quedo mirando un momento al cielo.

— La esperanza a veces se siente tan pequeña comparado a la inmensidad del abismo — Murmuró, un poco absorta en aquel pensamiento que tenía acerca de aquel basto lugar.

Arqueó ambas cejas cuando Su Hua dijo que quería conocer cómo llegó a donde estaba. No recordaba que la chica mostrara tanto interés en su pasado con anterioridad; no supo distinguir si era porque ella la conocía por los malos rumores y quería confirmarlos o si era simple interés genuino.

Tal vez solo le extrañaba que alguien tan joven quisiera conocer a alguien tan mayor, también estaba ese factor.

—El abismo y el alcohol—dijo primero—esas son las dos bases fundamentales de cómo llegué aquí—terminó comentando con una sonrisa divertida.

Asintió con la cabeza un par de veces conforme Su Hua hablaba de la Cuna de la Codicia. Eran palabras que cualquier Delver con dos dedos de frente podría decir, todos ellos conocían el sufrimiento de buscar una reliquia y no conseguirla, sin el importar el motivo de necesitar aquel artefacto.

—Mhm. Lo fue—contestó—aunque, a veces, pienso que las cosas ocurren por algo. Así que supongo que es algo que no se pudo evitar.

Dejó salir una suave risa al escuchar la última frase de la joven:

—¿Seguro que no eres mayor de edad Su Hua?—preguntó en broma—Pues sí, concuerdo, pero como Delvers, nos agarramos al más pequeño hilo de esperanza que veamos ya que si no, no podríamos sobrevivir aquí abajo.

— Oye — dijo con tono de queja — Eso es muy resumido ¿No cree? — Quiso bromear, pero al segundo se arrepintió ¿estaba siendo muy confianzuda? tal vez por eso no le contaba más, aunque, ella ya le había contado una parte ...¿Otra vez estaba pensando demasiado? parecía que cuando estaba con Atreia su cerebro trabajaba el doble de rápido

— ¿Usted piensa eso? No se, no me gusta pensar que hay una fuerza que dictamina las circunstancias... Aunque seguro es mejor pensar eso a "simplemente pasó" — suspiró.

— Si llegara a encontrarla ahora ¿Qué sentiría?... imagino que ya no puede ayudar a ese alguien ¿O si? — Pensó en la posibilidad que "esa persona" ¿fuera la misma Atreia? quien sabe, no podía explicar bien por que ocultaria ese dato, pero siempre en su cabeza se dibujaban mil posibilidades.

La siguiente pregunta le descolocó ¿por que pensaría tal cosa? Incluso se sonrojo un poco ¿piensa que es alguien maduro? ¿tal vez? (??

— ah, cumplo pronto los 18 — respondió torpemente, aunque la pregunta no fuera en serio, no fue capaz de notarlo.

— También concuerdo. Ojala la esperanza nos siga hasta el final de nuestra misión — Le gustaba que le diera la razón, sentía que podía conectar sus ideas del abismo con las de Atreia, aunque aquello lo había notado un poco en su encuentro con Hugh y la susodicha.

Volvió a reír cuando Su Hua se quejó de que había resumido demasiado, aunque, era un resumen bastante adecuado según Atreia. Aquellos dos factores fueron fundamentales para ser la persona que era en aquel momento.

—Bueno, podría contarte más, pero me tiraría todo el día y mi cantimplora no tiene el acohol suficiente para hacer hincapié en todo—contestó con una sonrisa.

Comprendía el punto de vista de Su Hua, era natural no creer que algo ocurría por algo; no obstante, era su única propia justificación para seguir manteniendo la compostura todos los días. Si no, acabaría culpándose a diario de todas las pérdidas que había sufrido.

—Mmhh... es una forma de verlo, también, aunque en el abismo todo es posible. Por eso tampoco podemos descartar el "destino", tal vez la maldición del abismo también sea algo similar.

Posó la mano sobre su barbilla cuando Su Hua preguntó de nuevo.

—Bueno. No lo sé, la verdad, ya no tiene ningún uso para mí actualmente...—comentó con un tono nostálgico—no puedo traer de vuelta a esa persona, aunque supongo que si tuviera ese artefacto haría esa petición sabiendo que no funcionaría de todas formas.

¿Dieciocho años? Eso eran diecinueve años de diferencia. Aunque no le molestaba, Su Hua no parecía alguien infantil y, para su sorpresa, era muy conversadora.

—Sí, esperemos que sí. En mis más de veinte años descendiendo siempre he bajado con la fe de volver a salvo a la superficie tras llegar al límite, aunque en este caso es distinto, esa fe se ha transformado en llegar a salvo a lo más profundo.

¿podría? ¿era algo hipotético o si estaba dispuesta a contarle algo así? Lo que menos queria era quitarle la sonrisa que tenía en ese momento a Atreia. Que parezca comoda hablando con ella le ponía feliz, nunca había pensado que entre todos los del grupos podía tener una relación decente con la líder, ignorando cualquier sentimento adicional que le incentivaran hablar con ella(?

— Igual, no quisiera preguntarle tanto acerca de algo que forma parte de su vida íntima, no desearía incomodarla... el tiempo es lo de menos, creo yo — después de todo es por esta razón que era tan precavida, sincerarse de esa forma le hacía sentir mas tranquila.

— Entiendo... Es una manera interesante de verlo — destino... que curioso sentirse tan escéptica con respecto a esto, imaginaba que era algo ¿de su edad?... Aunque en su corazón seguía habiendo mucha pasión por sus objetivos, y claro, pasión por el abismo.

— Fé... señorita Langley ¿usted siente fé por el abismo? — Había escuchado hablar de eso antes, incluso de palabras de su tía, otra apasionada de estos temas, pero aún así nunca se adentró a algo tan ambiguo como eso.

Se encogió de hombros ante las palabras de la muchacha. Atreia no era una persona extremadamente secretista, si alguien le preguntaba algo personal, a no ser que fuera un total desconocido, no solía poner pegas y contestar con franqueza. Aunque podía comprender la situación de Su Hua, imaginaba que la estuviera viendo como una figura de autoridad y andaba con pies de plomo.

—La verdad es que me da igual—dijo primero con una expresión neutra—no tengo muchos secretos que esconder.

También, cuando le preguntó por la fé adoptó de nuevo una posición pensativa. Cuando había mencionado antes la fé fue de forma retórica, una forma de hablar. No era una persona religiosa ni demasiado supersticiosa.

—No exactamente. Era una forma de hablar, pero sí que hay muchas personas que tienen una "fé" hacia al abismo—razonó—es muy vago, y se sabe más bien poco. Supongo que es la alternativa a lo que algunos consideran un Dios o entidad superior. El ser humano tiende a buscar una salvación ajena cuando se siente arrinconado.

Tras decir aquello frunció un poco el ceño y pensó que tal vez se había ido demasiado por las ramas.

Ladeo un poco la cabeza al escucharla, era cuanto menos curioso, suponía que había gente que era menos celosa con su pasado, aunque siendo una silbato blanco pensó que habría más barreras... Si es que habla con la verdad.

— Entiendo. Me gusta saberlo, no quisiera faltarle el respeto preguntando de más — bajó un poco la cabeza — ¿Puedo saber más ...a detalle su historia? —

A pesar de las palabras de Atreia aún se sentía algo insegura preguntando, sin embargo deseaba saber. Como dijo la historia de Atreia y su relación con el abismo era de gran interés, pocos eran los que llegaban allí después de todo.

— También he escuchado al respecto, me da curiosidad pero a la vez un poco de miedo...Siento que me identificare mucho con aquella fé — suspiró, no era fan de rezarle a los dioses, mucho menos a un hoyo en el suelo, pero podía admitir que sentía aun cierta fé a aquel misterioso lugar, creía en sus maravillas y que podía ser un paraíso, a pesar de ser el infierno para los humanos.

Se rascó la barbilla con el dedo índice pensando en cómo contestarle a Su Hua. Estaba claro que la muchacha tenía curiosidad sobre su pasado, pero habían tantas cosas que contar que no acabaría nunca.

—¿Y qué quieres saber?—decidió preguntar—No me malinterpretes, tengo treinta y siete años y no he vivido precisamente pocas cosas.

Se rió ante sus propias palabras. Había quedad como una vieja alcohólica incapaz de ordenar los acontecimientos de mi vida.

—¿Te identificarás?

Desconocía si Su Hua era una persona creyente o no. A primera vista no lo parecía, pero no era quién para juzgar. Incluso ella misma se había replanteado en algún momento la existencia de un "Dios", una energía o lo que fuera que existiera allí arriba.

Aunque fuera lo que fuese, si es que existía, solo tenía una opinión sobre ello: era terriblemente injusto.

—Mmmm... quién sabe. Solo lo sabrás cuando te enfrentes a ello.

oh no ¿Por qué era tan cruel con ella? Su pobre alma indecisa no podía con tal responsabilidad, poder escarbar entre el pasado delver de la mujer que admiraba ¿No podía ser compasiva con ella? Ahora su cabeza daba vueltas en posibles dudas las cuales no sabía si eran lo suficientemente importante para hacerla ¿Cuántas pregunta aceptará? ¿Y si pregunta algo que no debe?

Mientras por dentro hacía el drama del siglo, por fuera solo hacía una expresión pensante, disimulando que estaba muriendo por dentro (?

— ¿Hasta donde bajó cuando estaba en busca de la cuna de la codicia? ¿cuantos años tenía? — Bien, sentía que eran preguntas muy técnicas y poco personales, algo muy esperable de tu parte, aunque tal vez con esto podía hilar para indagar más.

— Algo así — tomó uno de sus cabellos y lo enrredo entre uno de sus dedos algo nerviosa por explicar a que se refería, lo sentía un poco tonta.

— Si bien el abismo es cruel con los humanos, es un lugar lleno de maravillas...Me siento fascinada por sus misterios y siento que su llamado es algo que realmente existe, te pide ser codicioso, aunque al final te termine engullendo ...— Se sonrojó un poco, era algo vergonzoso explicarlo.

— No me importa que me mate, ya lo acepté desde que me uni a usted. Lo siento un honor —

Se llevó el índice a los labios con aire pensativo al escuchar la pregunta de la muchacha. Desvió los ojos hacia el cielo en un intento de posicionar su memoria en el momento preciso.

—Mmmmmm... ¿veintitrés, veinticuatro?—reflexionó—por ahí, más o menos. Fue hace unos catorce años.

Dejó salir un suspiro.

—Llegué hasta la quinta capa. No fui capaz de descender más, ya que eso significaba abandonar todo y no volver atrás. Aún no tenía las agallas suficientes para hacerlo.

Sonrió dejando salir una corta risa. Era curiosa la cantidad de Delvers que tenían una opinión similar del abismo. Todos sabían que era una sanguijuela que te chupaba la sangre, que no podías quitarte; pero era una relación simbiótica. Ellos no podrían vivir sin el abismo.

—En eso estamos de acuerdo entonces—comentó—¿Un honor? Tampoco exageres, mujer—se rió dándole un golpe en el hombro.

Segundos después se preocupó de si le había dado demasiado fuerte ya que no había controlado su fuerza y le salió automáticamente.

Le miraba atenta, totalmente complacida de que alguien como ella le contara sus anécdotas, aunque el nerviosismo de hace un rato seguía vigente.

— ¿iba sola? — No recordaba haberle preguntado, ahora que había hecho la pregunta ¿fue la mejor? ¡posiblemente alguno de esos compañeros pudo morir! Pero ya lo había soltado. Esperaba no enojarla o hacer que cortara la conversación, pero si se sentía arrepentida, si llegaras a mirarla verías su carita de cierta pena.

Iba a decir algo más hasta que sintió el golpe en el hombro, probablemente perdería algo el equilibrio, después de todo Atreia es un mujer muy fuerte, sus brazos eran una de sus inspiraciones para sus entrenamientos (?

Llevo su mano contraria al hombro golpeado y, sin esperarlo mucho ni ella misma, se reiria — Creo que estoy entrando al fanatismo, me dejo llevar... al igual que cierto adulto que tengo al lado — Buscaría cambiar su rostro, como queriendo parecer indignada por el golpe, iba a ser imposible claro, sobre todo por aquella risa.

Sentía bien que hubiera cierto trato amistoso, porque ella hacia lo mismo con sus cercanos, la risa básicamente era cierta felicidad emanada por imaginar que había confianza en medio. Ah, se sentía tan simple en ese momento.

¿iba sola?

Era una pregunta delicada. La respuesta era no, pero también era un sí, en cierto modo. Tardó unos segundos en contestar, no quería preocupar a Su Hua con fantasmas del pasado:

—No exactamente—dijo primero—no suelo bajar al abismo sola generalmente. En aquella época aún no había conocido a mi marido, así que bajaba con mi hermano menor.

Optó por no añadir demasiada información, al menos no de momento, respondería si la joven tuviera curiosidad, pero no era un tema que le gustara ir comentando sin tapujos. Ya le había ocurrido con Hugh, cuando le sinceró que tenían un pasado similar. Eran temas pesados, no a todos les gustaba hablar de la muerte, el dolor y el sufrimiento.

Las heridas curaban con el paso de los años, pero la cicatriz siempre permanecía allí, intacta y añejada por el paso inexorable del tiempo.

—¿Oh? ¿Crees?—preguntó con un tono burlón—Te has unido a una misión que tiene un boleto de ida pero no de vuelta, ya entraste en el fanatismo en el momento que aceptaste.

Dejó salir una risa cuando escuchó las últimas palabras de la pelinegra, miró a su izquierda y derecha, buscando al adulto al que se refería:

—¿Hmm? ¿Quién es ese adulto? No lo veo.

Al escuchar la respuesta alzó un poco las cejas, pensaba que la respuesta iba a ser "algunos compañeros" o algo similar, pero no que iba con un "hermano". Desconocía totalmente el pasado familiar de Atreia, si se hablaba de estos detalles antes o no era totalmente irrelevante para la información que ella pudiera tener del silbato blanco, normalmente ella se mete poco en lo personal.

— Entiendo. Perdón si fue una pregunta muy personal, no la medí demasiado al momento...Tenía curiosidad con que tipo de personas ha trabajado, era algo más...ya sabe, si había sido otro silbato blanco o algo así — Estaba divagando un poco entre sus pensamientos, en sus razones por preguntar y como había sentido que era inapropiada al segundo después de haberla formulado.

— Tiene razón. Aun así creo que era eso o ...— Se detuvo y observó un momento hacía arriba... ¿o? Ese o le había atormentado siempre, le hubiera gustado tener algo más alegre que responder en su mente, un plan bonito donde se sienta a gusto de quedarse en Orth en vez de simplemente entregarle su vida al abismo, sin embargo solo veía oscuridad en las otras posibilidades.

— Vaya, pues yo lo veo perfectamente. Parece que alguien necesita lentes ¿y es usted quien nos guía? tsk tsk — Desviaría su atención en las bromas entre ambas, aliviaban un poco la tensión que podía tener por los nervios de no saber que temas podía tocar con Atreia y cuales no.

Negó con la cabeza un par de veces, intentando darle a entender que no pasaba nada por preguntarle.

—Nah—gesticuló con la mano—no te preocupes—aclaró.

Se llevó después ambos brazos a la nuca, entrelazando los dedos.

—No he trabajado con otros silbatos blancos, solo silbatos negros o luna. No por nada en particular... simplemente no hemos coincidido, supongo—alzó ambas cejas—tampoco solía bajar con mucha gente. Al principio solo éramos Maverick, mi hermano y yo. Era divertido, competíamos por ver quién encontraba reliquias más valiosas.

Soltó una risilla por lo bajo y suspiró, sentía mucha nostalgia al pensar en ello, similar a la que tuvo hacía unos días conversando con Hugh. A pesar de todo, estaba feliz de tener aquellos recuerdos.

—¿O...?—continuó con cierta confusión.

Después, frunció el ceño fingiendo indignación:

—¿Ah sí? Y yo que pensaba que ya me había graduado bien las gafas, lo que pasa es que me las he dejado en Orth, ¿por qué no me las traes? ✨—contestó con una sonrisa maliciosa.

Cuando le daba a entender que todo estaba bien se calmaba ligeramente. "Ella te esta dando la confianza de contarte, cálmate"

— Ya veo. Hubiera sido curioso que coincidieras con alguno — Sus hc de Atreia trabajando con otros silbatos blancos completamente arruinados(? — ¿Otro compañero?... am ¿quién solía ganar? —

Cuando vió el ceño fruncido sintió temor (? pero vio que igual seguía bromeando, menuda mujer.

— Iré solo si me esperan, seguro me tardo un buen rato....espero no entorpecer la misión con esto, pero son ordenes de la guía después de todo — Levantó el mentón, solo le faltó soltar un hmp(?

Cuando Su Hua preguntó quién solía ganar se quedó en blanco unos segundos, mirando fijamente lo que tenía delante. Estaba recordando, evocando en su mente aquellos fragmentos del pasado. Las comisuras de sus labios subierton y una sonrisa se formó lentamente en su rostro.

—Pffft-- ¿quién crees?—preguntó de broma—por supuesto que yo. Maverick no era capaz de seguirme el ritmo. Aunque lo intentaba con todas sus fuerzas, eso nadie se lo puede negar.

Poco después la expresión se desvaneció y volvió a su habitual semblante neutral. No le disgustaba rememorar los momentos bonitos, es más, siempre le asombraba lo vívidos que eran. Como si no hubieran pasado décadas.

—¿Esperar? Mmmmmmmm... no sé, no sé. Es que vamos a perder mucho tiempo—siguió—te esperaremos solo si tardas como mucho una semana.

Sonrió al ver aquella sonrisa de Atreia, le gustaba ver que, al contrario de incomodar, parecia que estaba cómoda escarbando recuerdos.

— Bueno, nunca está de más preguntar para asegurarme. No se si siempre fue igual de increi-- ble, total es una silbato blanco, pero todo lleva un proceso y demás, no se nace así — le dió algo de vergüenza llamarla "increible" se estaba sintiendo algo expuesta, pero igual era lo que pensaba.

Llevó su mirada hacía arriba — No podría, es poco tiempo — Hablaba seria aunque estuvieran en plan broma — Supongo que alguien se quedará sin ver — Le miró de reojo con una media sonrisa.

No sabía si ya le había quitado mucho tiempo, de por si la usser ni se acuerda si vino aquí buscando a Atreia o pa otra cosa (?

— Espero no estar consumiendo mucho de su tiempo. Pero puedo decir que... Me agrada conocerla mejor — No se veía avergonzada por decir algo como esto, sentía que ver esta parte más amigable de la lider era algo que agregaba confianza entre ambas, esperaba que eso sea útil a lo largo de aquella misión.

Esbozó una sonrisa burlona al escuchar a Su Hua decirle que era increíble, a pesar de la apariencia seria de Su Hua, a veces podía ser muy adorable. Le entraban ganas de molestarla.

—Mmmmm, bueno, algunos dicen que nací con un talento natural para esta profesión—fardó cerrando los ojos y alzando ambas cejas—pfff-- claro que no, de pequeña me llevé muchos palos aprendiendo.

Se cruzó de brazos y simuló que estaba pensando arduamente en si sería poco tiempo no.

—¿Tú crees que es poco? Te doy tres días entonces—bromeó—aish, y yo que quería ir a la moda.

Conforme avanzaban por el camino, en la lejanía, ya se comenzaba a discernir el campamento temporal que habían montado, estaban cerca de regresar.

—¿Eh? ¿Consumir mi tiempo? No veo porqué lo harías, tampoco estoy ocupada siempre—contestó con cierta confusión. Esbozó una sonrisa al escuchar las últimas palabras de la joven—Lo mismo puedo decir yo.

— pff facil, en dos días estoy aquí — Se jactó, la gran hazaña de buscar los lentes y volver en tiempo record.

— Sin embargo no los puedo dejar solos, lo siento — Excusa para salvarse de la misión imposible que obvio no iba a hacer(?

— Bueno, aun así hay cosas que hacer. Espero que podamos tener otro día para hablar con calma, cuidado con las piedras — apuntó a sus ojos y le sonrió para luego adelantarse y probablemente esconderse por ahí para dar vueltas en el suelo de la vergüenza (?

Soltó una carcajada al escuchar a Su Hua alardear de forma tan directa sus habilidades.

—Pfffft--- ja, ja, ja, ja--

Y entonces volvió sobre sus pasos. Atreia alzó ambas cejas con una sonrisa divertida, rozando la malicia.

—¿Tanto nos quieres? Qué adorable.

Dejó salir un suspiro que había sonado más como un resoplido de alivio. Se había echado unas buenas risas en el camino de vuelta. Molestar a los más jóvenes a veces era su hobby favorito.

—¿Mhm? Claro. Yo siempre estoy por aquí—le indicó.

Observó como la muchacha se adelantaba con pasos apresurados y se escondía entre la maleza del bosque. Atreia volvió al campamento como tenía planeado.