Hubieron un par de acontecimientos llenos de información nueva a lo largo del día que cualquiera estaría exhausto de tan sólo pensar en seguir investigando o conversando con los demás, pero eso era otra historia cuando se trataba de Ravi. Acababa de descubrir incluso más cosas sobre sí misma que no sabía que existían, cuánta intriga, cuánta energía.

Dejando eso de lado, tenía un par de preguntas que dedicar a cierto individuo en específico, así como dar otra clase de comentarios que en años pasados había aprendido y memorizado que era necesario. Así que se dispuso a buscarlo, considerando que no pensaba que el guía fuese a explorar en lugares peligrosos.

Amplió su sonrisa para cuando reconoció la silueta del chico, acercándose con todo el ánimo mientras alzaba una mano a forma de saludo. — ¡Señor guía Norman! — Terminó por decir para llamar su atención y que se percatara de su presencia.

Después de la conversación con Hugh sentía como si todo el peso del abismo estuviera descansando sobre sus espaldas. ¿Tan mal se le daba mentir? ¿Era incapaz hasta de hacer eso? Y no es como si hubiera tenido intenciones de mentir, tan sólo no quería preocupar al mayor.

Suspiró y volvió a enterrar su rostro, posando la frente sobre sus rodillas. Sintió punzadas en el ojo, iba a llorar. No obstante, fue interrumpido por otra inesperada visita.

Alzó la cabeza y vio que era Ravi.

No era precisamente quien más quería ver en aquel momento. Aún seguía estando terriblemente arrepentido de haberle dado un golpe durante el ataque de los Inbyo.

Trató de mostrar su mejor sonrisa y disimular su desánimo.

—O-oh, señorita Bhandari —saludó de vuelta, haciendo también el gesto con la mano—¿Necesita algo?

Continuó caminando con pequeños saltos infantiles y divertidos hasta que llegó a su lado, poniendo más atención a la clase de postura que tenía en ese momento. Permaneció unos segundos en silencio mirándolo con una sonrisa en su rostro, ladeando su cabeza mientras se agachaba un poco como quien refleja una inocente curiosidad.

— ¿Se siente usted enfermo? — Sabía que él contrario no se encontraba en la mejor posición física, pero la forma en la que estaba sentado sólo le hacía pensar en malestar, ya sea dolor de cabeza o estómago. ¿Quizá la maldición del abismo?

— ¡Si! Le estaba buscando — Por si no era lo suficientemente obvio debido a cómo reaccionó cuando lo vio. — ¡Quería hablar sobre el ataque de los Inbyos Oscuros!

Cuando Ravi preguntó si estaba enfermó negó varias veces con la cabeza y trató de mostrar una expresión lo más neutral posible. No quería ir preocupando a los demás y mucho menos a Ravi.

—Oh, no, no. Estoy bien, no se preocupe—indicó—solo estaba algo cansado por todo lo ocurrido, pero nada que dormir no pueda arreglar.

Ahora que tenía a la pelirroja delante tenía que buscar la manera apropiada de sacar el tema y pedirle disculpas sobre lo ocurrido, no sabía si Ravi estaba enfadada con él o si no le estaba dando importancia, pero su conciencia no estaría tranquila hasta que le pidiera perdón.

Pero, para su sorpresa, era ella quién había sacado el tema.

¿Quería que le dijera porqué la abofeteó? ¿O era simple curiosidad? Estaba demasiado agotado como para pensar en las distintas posibilidades.

—O-oh... ¿ocurre algo con el ataque? ¿Algo que necesites saber? 💦

Realmente no es que el silbato negro le preocupara, pero considerando que de trataba de uno de los guías, era necesario que estuviera en las mejores condiciones para ejercer su trabajo correspondiente.

— ¡Ya veo! Entonces tendrá que dormir temprano hoy. — Alzó el pulgar porque ya era algo con una solución simple, así que simplemente reforzaba la idea del descanso.

Tomó asiento en la orilla por igual, sin intención alguna de acercarsele y romper la burbuja del espacio personal.

— ¡Así es! — De uno de los bolsillos del chaleco sacaría una muy pequeña libreta de notas junto con un bolígrafo, quién diría que llevaba tantas consigo. — ¿Usted tenía motivos para saber que el impacto me sacaría del trance, o fue una acción improvisada? — Parecía totalmente preparada para anotar sus respuestas. Al ser una criatura algo inusual, estaba intentando recabar toda la información que fuese posible.

— ¿No fue afectado por el ataque o pudo liberarse antes? — Aún tenía que recibir respuestas para llegar de manera próxima a lo que continuaba en la conversación.

Dormir temprano. Sí, era una opción. Eso si conseguía conciliar el sueño aquella noche. A pesar de estar agotado estaba totalmente lúcido y sin una pizca de sueño.

—Mhm, lo intentaré —asintió.

Observó a la joven tomar asiento y se relajó un poco, soltando el agarre de sus piernas y apoyando las manos en la hierba. Mas, cuando Ravi abrió la boca para hablar, se puso blanco como un fantasma.

Partió los labios durante unos segundos asimilando la pregunta.

—Eh... bueno, ¿ambas?—dijo primero con una sonrisa forzada por los nervios—por un lado, cuando una persona está sometida a mucho estrés mental un estímulo externo puede atraer la atención del cerebro hacia el dolor y olvidar momentáneamente la crisis.

Se rascó la mejilla, avergonzado, ¿era un buen momento para disculparse? Ravi no parecía enfadada.

—Siento mucho haberle dado aquel golpe, por un lado sí fue improvisado ya que no sabía que estímulo usar...

Bajó la cabeza ligeramente en señal de arrepentimiento y después volvió a levantarla cuando escuchó la siguiente pregunta.

—Oh, a mí no me afectó. No tuve ninguna alucinación así que imagino que la manada de Inbyo no era suficiente para atacar a todos los Delvers al mismo tiempo.

¡Bien! Con eso el tema quedaba allí. Aunque por unos momentos dudó sobre la clase de expresión que era intentar dormir, pero recordando situaciones donde inconscientemente se había privado del sueño para avanzar otras cosas, creía entender el concepto.

— ¡Oh! Entiendo, entiendo. — Estaba anotando al pie de la letra las palabras del contrario, pues si bien podía almacenar esa información por cuenta propia, veía necesario hacerlo. Especialmente tras que el mayor utilizara la expresión de crisis, cosa que podría resultar aún más útil para ella.

Sin embargo, volteó a verlo para cuando escuchó el comienzo de una disculpa. Prestó atención hacia el cómo inclinaba su cabeza y la posición en la que estarían sus cejas.

— ¿Por qué se disculpa? — La acompañaron un par de risas como si hubiese considerado lo dicho por él como una broma. — Es incoherente. Usted ha salvado mi vida y mi sanidad mental del momento. — Las disculpas eran señal de arrepentimiento, y según sus palabras, era arrepentimiento por el lastimarla físicamente. No importaba.

— ¡Conservo mi salud y cuerpo en perfecto estado, después de todo! — No había requerido algo más brutal como la apuñalada que recibió Atreia.

— Le agradezco por no dejarme morir. — Eso era lo que había aprendido que era necesario, después de todo, la salvación no era una obligación y mucho menos una necesidad, cosa que ella seguía al pie de la letra.

Lo lógico sería que ella hiciera lo mismo por él en algún momento dado, pero se vería a futuro dependiendo de las circunstancias.

— ¡Entonces tienen limitantes! Que interesante. — Saltar de un tema a otro ni siquiera parecía ser de su importancia o peso. Había dicho lo que tenía que decir y podía continuar con sus preguntas.

Esbozó una sonrisa cuando la muchacha alegremente le contestó. Olvidaba lo ameno que era hablar con Ravi, a pesar del incidente en los puentes, por el que ya se había quitado el peso con una sincera disculpa, sentía que la pelirroja siempre ponía atención a lo que dijera.

—Por que no está bien pegar a las personas...—susurró rascándose la mejilla aún avergonzado—podría haber buscado otra alternativa más ortodoxa.

Suspiró aliviado, no parecía enfadada, todo lo contrario, incluso estaba mostrando su agradecimiento por sacarla de las pesadillas que los Inbyo había provocado en todos los Delvers.

—Oh, ya veo. Eso es bueno—respondió alegre—no hay nada que agradecerme. Mi trabajo como guía y médico es asegurar la supervivencia de todos los integrantes del grupo de descenso. No puedo permitir más bajas.

Asintió ante la respuesta sobre los Inbyo. Era el denominador común de todas las criaturas:

—En efecto. Toda criatura tiene su debilidad, al igual que nosotros los Delvers, no podríamos investigar la inmensidad del abismo si no pudiéramos enfrentarnos a las criaturas. Por gigantes o aterradoras que luzcan, siempre hay un punto ciego que durante años hemos investigado.