Suspiró. Físicamente estaba bastante cansado, pero el agotamiento mental no era suficiente para poder dormir, menos con un grupo tan... grabde. Simplemente no estaba acostumbrado. Pero debía reconocer que tenía sus ventajas, no sabía hasta cuando estaría con este grupo de exploración, pero aprovecharía la seguridad momentánea que traía permanecer en grupo para explorar con algo más de relajo, dentro de lo que cabía estando en el abismo claro está.

Tenía muchas anotaciones que hacer, los extraños apéndices y las hipótesis de Elise...

Verificando que la zona estuviese despejada de monstruos y otros peligros, se adentró levemente. Por más que quisiese negarlo, era un espectáculo impresionante, lástima que no pudiera estar demasiado tiempo por hoy.

Entre todas las situaciones que habían pasado no tuvo el suficiente tiempo de hablar con Su Hua. Ella igual parecía entender la atención que le había dado a Ravi luego de lo ocurrido, por eso esperó a que fuera de noche y pedirle que le acompañara a dar una vuelta, tal vez con la pequeña esperanza de conseguir a su pequeña compañera, o en el peor de los casos su cadaver, aun si no estaba preparado para esto.

Mientras caminaban hablaban de muchas cosas, perdón por usar este rol para poner cosas nada que ver con el rol que se viene en si(?

— Entonces ¿ya no estas molesto? —

Era lo primero que quería llevar a colación, después de todo la primera vez que vieron casi la mata con la mirada, tenía sus razones si, había roto la promesa que se habían hecho después de todo.

— Realmente no, creo entender un poco porque viniste. Aunque sigue sin gustarme que te hayas ido —

Suspiró pensando en sus tíos ¿Qué estarían haciendo ahora? ¿pensando en si ellos habían muerto o no? ¿realmente se merecían algo así?.. Intentaba no sentirse culpable por sus decisiones, le costaba, por eso no entendía porque Su Hua se veía tan decidida.

— Ya estoy aquí, no hay vuelta atrás...Aunque ¿sabes? Si seguía estando en la superficie posiblemente me hubiera suicidado tarde o temprano. Me sentía tan vacía. Aquí puedo decir que es distinto, aunque tenga miedo, aunque a veces todo sea tan caótico, quiero seguir por este camino —

Parecía que hubiera dicho algo banal, esto se debía a que aquella conversación era algo que habían tenido mas de una vez, lastimosamente.

Se supone que la vida en la superficie era más tranquila, entonces ¿por qué prefería estar arriesgando su vida allá abajo? Era ilógico para algunos, totalmente justificado para ella.

— Su Hua... — suspiró — Ya, se que me lo dijiste, creo que no pensamos mucho a la hora de prometernos cosas que al final no podíamos cumplir. Tampoco fui el mejor primo, hubiera sido injusto de mi parte enojarme, aunque lo hubiera estado —

Pudo sentir el golpe en su hombro, haciendo que soltara una suave risa. Caminar con ella de esta manera se sentía bastante bien, sin duda también la extrañaba, aun si se hubiera alejado hace un tiempo.

— Sin duda, así que me alegra que conmigo fuiste alguien coherente, porque cuando llegaste montaste el espectáculo de tu vida...Pero te perdono — bromeó un poco — por cierto ¿a donde vamos? — Él conocía mejor la segunda capa, así que era su guía en ese momento.

— Ya veras. Pensé en venir aquí porque hay menor peligro, podría...estar por aquí ¿tal vez? — Se notaba que cada vez que nombraba a la chica su voz flaqueaba un poco, era difícil tomarse el tema positivamente.

Al llegar al gran árbol pudo notar que no eran los únicos que habían buscado hacer un "paseo nocturno" Estaba el chico que se unió a ellos de último.

Tuvieron que cortar la conversación para acercarse a él.

— hey ...eh tu — aun no sabía el nombre de la mayoría, así que tenía que improvisar. Ya le preguntará su nombre.

Estaba en lo suyo cuando se percató de un par de... jóvenes en cercanías. Se guardó sus suposiciones personales para sus adentros y se dispuso a ignorarlos, no tenía la energía para conversar con más personas hoy.

O al menos ese era su plan hasta que escuchó al muchacho hablarle. Suspiró para sus adentros, ocultando su molestia por la forma de dirigirse a él tras su usual expresión seria y serena.

— ¿Sí?

— ¿Cómo te encuentras? ¿No deberías estar descansando? — Después de todo tuvo una caída poco agradable hace no mucho ¿tal vez no podía dormir? Entre tanto desconocido era normal.

— Soy Fei Chenge, ella es Su Hua — Su Hua simplemente levantó la mano, entrando en su modo ahorro de saliva cuando tiene alguien habla por ella(?.

— ¿tú? —

— Estable. Descansaré más tarde. — Miró a los dos jóvenes por un breve momento.— Ustedes también deberían estar descansando.

Después de todo, las bestias al final habían atacado a todo el grupo. Esperaba que perdiera interés en él y siguieran con lo suyo sea... Lo que sea que pudiese hacer una pareja joven aquí. O se fueran a otro sitio, eso sería preferible. Lamentablemente no sería el caso.

¿... Fei?

Esperaba equivocarse, pero lo dudaba. Consideró mentir y dar el apellido de su madre, pero considerando que estaba recopilando información sobre la ruta de su hermano, tarde o temprano tendría que mencionar a su familia. Se preparó mentalmente para la posible reacción y respondió como si no hubiera pasado por su mente todo lo anterior.

— Kinoshita, Osamu — Respondió sencillamente.

— Lo haremos en un rato, igual la zona del gran árbol no es un lugar peligroso —

No quería irse tan lejos tampoco, si bien a estado solo por ese lugar varias veces, ahora con las criaturas esas debía tomar precauciones.

Su mente de repente sintió un tirón total en sus pensamientos, el apellido Kinoshita lo conocía tan bien, aunque realmente desearía no saberlo. Si hubiera estado el solo simplemente hubiera intentando recuperar la calma y hacer como si nada, sin embargo tenía una mecha corta a su lado.

Cuando escuchó el nombre del otro se acercó un poco más frunciendo el ceño.

— ¿Kinoshita? ehh ¿y que hace una alimaña Kinoshita por aquí? ¿han perdido mano de obra con los años acaso? ¿no tienen más gente para orillar a la muerte? — Sonaba totalmente tajante, sin arrepentimiento alguno, Chenge estaba muy metido en su cabeza, sin embargo fue capaz de tomarle el brazo a Su Hua para que se calmara.

— No tienes que encasillarlo, por favor, no queremos problemas ¿recuerdas? El puede que ni este enterado — Su Hua solo chasqueo la lengua, este tema la enojaba muchísimo, tanto como para hacerle caso omiso a sus palabras. El perro seguirá ladrando.

— Lo dudo, se nota lo suficientemente mayor para que esté enterado, y si no es el caso me da igual — paso su mirada de Chenge y luego a Osamu.

— Aun así ¿por qué no aporvechar el momento? Tienes a un Fei aquí ¿por qué no te disculpas por tu familia? — Sugirió con cierto tono irónicamente alegré.

No estaba muy concentrado, aquel apellido le causaba una reacción bastante desagradable.

Al escuchar lo de las disculpas intentó intervenir mas firme a la situación.

— Su hua, no es necesario, en serio — mentiría si dijera que ver a un Kinoshita no le molestaba, pero ahora no tenía mente ni fuerzas para preocuparse por esto, aun quería seguir revisando los al rededores, pero su hua era tan terca cuando se lo proponía.

Efectivamente no se había equivocado ni en el apellido ni en la posible reacción de los jóvenes. Bueno, no sería la primera vez y tal vez tampoco la última. Que cansado saber que ni en el abismo podría librarse de estas cosas.

Observó a ambos jóvenes de manera inexpresiva hasta que terminaron de arrojar sus reclamos al aire. Su respuesta hace tan solo unos meses era una, pero en la situación actual sería tonto responder, las circunstancias habían cambiado radicalmente.

— Comprendo. — Su tono no mostraba ninguna emoción decifrable, pareciendo no afectaso ante el ataque verbal de la joven. Se preguntaba si ella pensaba que lo haría sentir mal con ello. ¿O tal vez lo que esperaba era que respondiera de mala manera para tener más justificantes de insultrale? Muchos eran así. Pero si ella quería romper su compostura con aquellas exclamaciones, no lo lograría. Si cediera tan fácilmente ante reclamos así su cabeza en este momento no permanecería en una pieza.

Se inclinó levemente bajando la cabeza antes de hablar.

— Me disculpo en nombre de la familia Kinoshita por la perjucios causado hacia su familia. Lamento decir que en las condiciones actuales no tengo manera de brindarle una compensación adecuada.

Volvio a su postura anterior, mirando sus rostros sin cruzar miradas directamente.

No tenía por qué mencionar detalles sobre su familia ni hablar de más, por lo que ignoró las preguntas iniciales de la joven. Se preguntaba qué harían a continuación.

La respuesta era tan monótona y sin ápice de remordimiento que incluso le hizo sentir un escalofrío, así que, como esperaba, esta persona sabía lo que su familia había hecho.

— Es una lastima que una simple disculpa no arreglará nada de lo ocurrido. Menos cuando se siente como te resbala todo lo que ocurrió, parece que no tuvieras alma— Apretó el puño, la sola presencia de ese tipo le enfermaba ¿tenía que aguantarlo de ahora en adelante? Era simplemente cansado de solo pensarlo.

Como si Chenge previera sus movimientos la tomó del brazo, incluso perdió algo el equilibrio, al parecer estaba apunto de tirarle una patada al otro.

— Es suficiente, ya se disculpó, me vale mierda si le importa o no, eso no devolverá a mis padres ¿o si? — Estaba ya harto de la escena. Alzó la mirada a Osamu, una mirada filosa, muy diferente a la sorpresa y el miedo que había demostrado antes con el paso que había dado atrás.

— A lo mucho hay que tener cuidado con él, los Kinoshita no son nunca de fiar después de todo, pero bueno, han tenido su merecido con el paso de los años — suspiró y jaló a Su Hua a la dirección por la que vinieron.

— Vamos, no tengo ganas de quedarme aquí —

— ¡Oye! ¡No sea imbécil! Era la oportunidad perfecta — Reviraba infantilmente, pero igual no se negó.

Tomaría las palabras de Chenge muy en cuenta, más si Osamu terminaba formando parte del equipo, al menos podía considerarlo ¿un comodín? no sonaba mala idea.

Suspiró para sus adentros tras escuchar las réplicas de ambos. Ya había pasado un tiempo desde la última vez que escuchó ese comentario dicho con tanta furia. Le recordó los momentos en los cuales el mismo se había hecho esa pregunta innumerables veces. Aunque ya había llegado a su propia respuesta al respecto, no tenía motivos ni intenciones de hablar sobre sí mismo con estas personas que apenas conocía.

Se limitó a observarles en silencio, sin inmutarse ante la mirada filosa del joven tras el fallido intento de golpe de la muchacha que él mismo había detenido. Parecía tener buenos reflejos.

Era molesto pensar que ahora tendría un cosa más su cabeza durante el tiempo que estuviera con este grupo. De todas formas, no podía enojarse con ellos, eran muy jóvenes y tenían razón en muchos puntos.

Estaba bien. Que no le asustaran no significaba que él también no tendría cuidado con ellos, más bien lo contrario. Tendría que subir la guardia más de lo esperado al parecer, aunque si tenía algo de suerte mantendrían su distancia. Él no pensaba hacerles nada, y si ellos pensaban lo mismo no tendría problemas. Sería la posibilidad más agradable.

Contempló como se alejaban del lugar mientras hablaban entre sí hasta que se perdieron de su vista. Al parecer no dormiría hoy, al menos no más de un par de horas. Estando de nuevo solo terminó por sumergirse en memorias y reflexiones pasadas. Probablemente la chica tenía razón y era el karma cobrándose sus deudas. Pero estaba bien, no dejaría que le alcance tan fácilmente.